Capítulo 2: Buscando ayuda.

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La carretera estaba desolada sin ningún auto a la vista y el bus cada vez ardiendo más en las grandes llamas.

Él bebé lloraba demasiado por separarse de su madre y por lo agitados que estábamos. De pronto una voz masculina me saca de mis pensamientos.

—Me llamo Luke, Luke Miller—dice de la nada y sin ninguna expresión.

—Yo soy Kels, Kels Coleman—digo con la vista perdida en el aire.

Luke cada vez se acerca más a mi lado, alza su brazo, me apega a su pecho y en un susurro casi inteligible dice "jamás te dejare sola, lo prometo", en ese momento me apego más a su pecho mientras el dolor de mi pierna se vuelve cada vez más fuerte.

—Debemos encontrar un hospital pronto, estás perdiendo mucha sangre.

—Está bien—es lo único que logro decir gracias al dolor.

1 hora después.

Seguíamos caminando por esas calles desoladas ya que nos habíamos metido a un callejón y nos llevó a un lugar muy desolado como si ese lugar no fuese habitado por mucho tiempo.

Pero de pronto a lo lejos se logra visualizar una mancha negra acercándose a velocidad ni tan alta ni tan baja y al parecer era nuestra salvación.

El auto al estar cerca de nosotros se abre una ventana y una mujer de unos 45 años se encuentra dentro con 2 niños de casi 4 años.

—Necesitan que los lleve a alguna parte—la mujer tenía una sonrisa amable plantada en la cara pero cuando bajó su mirada a mi pierna su sonrisa se le borro y su cara se formó en una expresión de horror.

Antes de que pudiéramos decir algo la mujer sale del coche y comienza a tomarme del brazo para luego ayudarme a entrar al auto con sumo cuidado.

Luke en ninguna momento se separa de la bebé y de mi, pero al momento de mirarlo detalladamente logro ver un pequeño fierro incrustado cerca de su cadera.




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