Bebés, nombres e historia

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Jordan conoció a Peter el primer día de clases de preescolar. Los sentaron en la misma mesa y les dijeron que debían compartir los crayones durante todo el día. A Jordan no le gustaba compartir, era hijo único y todo en su casa era para él. Todo lo contrario a Peter que vivía con su hermana mayor y compartía todo con su sobrina, una niña de dos años llamada Laura. No es que a él le interesara pero lo sabía de la misma forma en la que sabes que el sol se llama sol y la luna, luna.

Cuando lo sentaron frente a Peter no pudo evitar hacer un puchero.

¿Porque no podía estar con Camden? Él siempre le sonreía cuando se veían en el McDonald's. Pero al parecer eso no le interesaba a la maestra porque al verlo hacer un puchero le dijo que no se preocupara, que vería pronto a su mamá.

Él ya sabía eso, habían tenido una extensa conversación días antes que acabó con él dormido en los brazos de su padre.

Aunque no quería se sentó frente a Peter y comenzó a rellenar su barco con bolitas de papel color café. Ese día no habló con Peter, ni lo hizo los siguientes dos años.

Eran de grupos de amigos diferentes, las clases que tomaban juntos ni siquiera las notaban que no se hablaban hasta que llegó el intercambio de Navidad. A Jordan le había tocado Tabata Lefevre pero él le tocó a Peter y cuando se dieron el abrazo sintió una enorme cantidad de color manchar sus mejillas. No sabía que era pero cuando volvieron de vacaciones comenzaron a hablar más hasta el punto en que Peter se convirtió en la segunda persona en la que pensó cuando dio la noticia de la llegada de su hermano.

Genim era pequeñito, con las mejillas más rojas que había visto en su vida y a pesar de ser un recién nacido reía un montón. Reía cuando le abrazaba y también cuando colocaba el peluche de Batman frente a él. En algún momento de sus primeros seis meses juntos, su hermano se convirtió en su confidente, incluso mejor que Camden.

Cuando se dio cuenta de que le gustaba Peter fue cuando Genim comenzó a dar pasitos cortos agarradose de su pantalón y Scott dormía en la cuna de al lado. Recuerda abrir mucho los ojos cuando lo dijo y en respuesta su hermano lo hizo también.

Un año después Genim fue el único que supo que Peter lo había besado y ahora eran novios. Un día simplemente se dio cuenta de que le gustaba la forma en la que Peter ponía nerviosos a los demás, compartían ese gusto por sentarse en el pasillo a leer cualquier libro de biblioteca infantil y lo más importante: odiaban a los estirados y a los bravucones.

Para cuando Genim comenzó a llamarse a sí mismo Stiles ellos ya habían dejado de ser dos niños que no se conocían para pasar a ser novios y nunca tuvo ganas de decírselo a sus padres hasta que Stiles empezó a salir con Derek.

Nunca necesito alguna aprobación pero en ese preciso momento, con los Hale y sus padres mirando siente que tal vez debió hablar antes y no esperarse dos meses enteros para decir:

-No voy a la universidad, voy a tener un bebé.

-Vamos a tener un bebé –Con la corrección de su novio.

Stiles lo miró a los ojos de esa forma tan sorprendida como cuando le dijo que le gustaba Peter.

-Pero no tienen un nombre –Dijo en voz baja, dando pie para que todos lo ignoraran.

-Te quiero el lunes en la comisaría –Le dijo su padre a Peter. Ya nadie los estaba mirando, solo estaban quietos.

-Mañana iremos a ver a Deaton –Le dijo Talia dirigiéndose a él

Pasados veinte minutos en silencio Stiles le extendió una hoja color azul.

-Derek y yo llevamos años haciéndola, puedes escoger el que quieras –El pequeño lobo le sonrió.

-Todos pegan con los apellidos –Jordan no era alguien que llorara, de hecho se consideraba muy valiente, tanto que en lugar de ir a estudiar a la universidad de Colorado iba a entrar a la milicia, con Camden. Pero al ver a Derek tocarle la mano, como dándole su apoyo, no pudo evitar que le salieran algunas lágrimas y estuvo a punto de sollozar.

-Está bien –Dijo su mamá –Solo tienes que asumir las responsabilidades.

Eso podía hacerlo, sería difícil pero podía hacerlo, sobre todo porque no estaba solo, Peter estaba con él, así como había estado el primer día de preescolar cuando se manchó los dedos con pegamento y no quería estar solo en el baño.

Sí. Podía hacerlo.

¿Quieres ser mi novio?Where stories live. Discover now