¿Quieres ser mi novio?

Cachorro

-Deben estar bromeando –Fue todo lo que dijo Jordan al ver a su hijo, a su esposo, su hermano y su padre de pie frente a él sosteniendo una canasta llena de pescado y también un pequeño perro chillón, diminuto, tal vez un poco más grande que el tamaño de su mano.

Stiles fue el primero en dar un paso al frente, igual que siempre, presentándose como el más valiente de todos aunque al final siempre terminara siendo salvado por alguien más. Jordan tenía que darle algo de crédito a su extraño hermano por no tener miedo de nada, ni siquiera de su molestia.

-No vamos a tener perros en la casa –Pronunció haciendo énfasis en cada palabra para que quedara lo más claro posible.

-Pero, papi –Hazael salió de detrás de Stiles sosteniendo al animal en sus pequeños bracitos –Estaba solito.

-Muy solo –Concedió Peter –A la orilla del río, abandonado completamente, sin nadie que le hiciera compañía hasta que el duende...

-¡Tengo nombre!

-Hasta que Stiles lo vio y...

-Fue amor a primera vista –Dijo el Sheriff –Y es un cachorro, Jordan ¿Qué tanto puede hacer un cachorro?

-He dicho que no –La puerta de la casa Hale se abrió anunciando la salida de otras tantas personas, en ese caso tres mujeres y un Derek que no dudó en atravesar el escaso espacio para ir a retirar a su novio de la línea de fuego.

-Jordan –Y como digno hijo de su padre Hazael puso su mejor puchero y abrazó con más fuerza al perrito el cual emitió un gemidito demasiado triste para ser ignorado.

-Yo no voy a mover ni un dedo por ese animal, ustedes le van a dar comida, agua, cama, van a limpiar donde ensucie y como vea un solo pelo de perro en mis cojines o mi alfombra, ambos –Señaló a su hijo y a su esposo –No, los tres –Dijo señalando también a su papá –Van a tener que limpiar toda la casa ¿Me entendieron? Y lo van a bañar y vacunar porque ya dije que no voy a hacer nada por él.

-¿Pero se puede quedar? –Preguntó el Sheriff dando un paso hacia el frente.

-Va a ser su responsabilidad –Fue todo lo que dijo Jordan –Derek acompáñame a comprar lo que dijo Talia.

-¡Podemos ir nosotros! –Stiles levantó su mano como niño chiquito -¿Verdad, Derek?

-Sí, podemos ir –El moreno carraspeo para ocultar su sonrisa –Volveremos pronto.

-Muy pronto, como Jack Frost –El humano le arrebató de las manos la lista de compras a su hermano -¿Lo ves? Rápido.

-Si no encuentran algo llaman –Fue todo lo que dijo Talia dando el banderazo de salida a los dos adolescentes sin consultarle a nadie porque sabía que si dejaba que el Sheriff hablara los iba a sentar a los dos en la sala con una distancia de dos metros para evitar que se tocaran.

-Ven Capitán Grisam, te voy a dar leche –Hazael besó la cabeza peluda del perrito –No le hagas caso a papi, yo te quiero mucho...

Peter siguió a su hijo intentando evitar la mirada de Jordan. Sus pecas casi invisibles estaban brillando por encima de la piel enrojecida, señal de que estaba bastante molesto. Ya se encargaría él más tarde de contentarlo por lo pronto tenía que enseñarle a su hijo como cuidar de un cachorro recién nacido cuya altura iba a incrementar mucho más rápido de lo que su propio hijo iba a crecer.

-¡Ya venimos! –Gritó Stiles antes de subirse al camaro.

-No vamos a hacer nada –Dijo Derek tomando la mano de su novio.

-¿Qué clase de persona me crees? –Stiles resopló apretando sus dedos–Solamente quería pasar tiempo contigo, he estado todo el día distrayendo a Hazie mientras papá y Peter pescaban. No es que me queje, el niño es adorable, obviamente lo heredó de mi familia pero no te había visto en todo el día.

-Yo también te extrañaba –Derek sonrió pequeñito –Eso de que tu papá me haya puesto a limpiar el patio trasero de mi propia casa no fue justo. Todo sea por casarme con su hijo menor.

-Cállate, para eso todavía falta mucho –Stiles le sacó la lengua a pesar de que estaba un poco sonrojado.

-Tú me dijiste que esperara cinco años y eso fue cuando tenías diez, realmente creo que ya podemos tomar la opción de escaparnos y ser felices viviendo nuestro amor adolescente –Derek lo dijo tan serio que por un momento Stiles se lo creyó –Tenemos el dinero de la compra.

-Recuérdame porque estoy contigo –Preguntó el humano tomando entre sus diez dedos la mano del lobo.

-Porque soy guapo y nadie más que yo puede aguantar tu extraño carácter –Los labios de Stiles se abrieron formando una perfecta O.

-Te has quedado sin novio, Derek Hale –El lobo aparcó el auto frente a la tienda antes de girarse a ver a su, ahora, 'exnovio'.

-¿Eso quiere decir que ahora si eres mi prometido? –Stiles quería lucir molesto, realmente quería molestarse, pero no podía cuando su novio lo estaba mirando de esa manera.

-No –Fue todo lo que dijo antes de bajarse del auto dejando a su novio. –Seguiremos siendo novios hasta que tu tengas 23 y yo 22, entonces te pediré que te cases conmigo, nos casamos seis meses después y luego tenemos a nuestro primer hijo: Jerome Alexis Hale Stilinski.

-Tu sobrino se llama Alexis –Derek caminó hasta el otro lado del auto intentando que Stiles no lo notara o terminaría escapando como esos pajaritos ruidosos que perforan árboles. –Hazael Alexis Hale Stilinski.

-¿Te das cuenta de lo injusto que es eso? Yo pienso los nombres y Jordan se los pone a sus hijos, aunque le queda, Alexis suena a nombre de alguien con pecas y Hazael tiene muchas ¿Lo has visto? No demasiadas pero bonitas, como para jugar a unir los puntos, tal vez por eso Jackson lo quiere tanto, porque ambos tienen pecas, en la nariz, muchas.

-Demasiadas –El lobo abrazó a su novio presionándolo contra su pecho –Nuestros hijos no tendrán pecas, tendrán lunares y esos son más bonitos –Stiles le arqueó una ceja –Los lunares quitan el sueño, a mí me lo quitan a diario, no duermo pensando en tus lunares.

-Cállate, Derek –Stiles se soltó del agarre de su novio y empezó a caminar al interior de la tienda con la lista en sus manos.

-¡Cuento tus lunares en lugar de contar ovejas! –Gritó el lobo llamando la atención de las pocas personas que pasaban por ahí. -¡Vida mía, me siento astronauta cada vez que te veo!

Stiles empezó a reír, despacito y con muchas ganas a pesar de que estaba ligeramente sonrojado. Derek era así en ocasiones, tenía un aire dramático que algunos tomarían por idiota pero a Stiles lo derretía como nunca nadie lograría derretirlo.