Las hamburguesas son la clave de la felicidad

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A Stiles le gusta cuidar de sus nietos. De vez en cuando se despierta, se ducha, va a trabajar y envía un mensaje en conjunto a sus hijos para decirles que se va a llevar a la nueva generación de pequeños Stilinski Hale a su casa, les va a dar de comer y van a pasar una tarde muy divertida. Recibe respuestas que van desde ''¿Quieres que compre algo para la comida?'' hasta ''Gracias, papá'' Lo que significa que cuando llegue a casa a la hora de la comida, luego de recoger a sus nietos, se va a encontrar con casi todos sus hijos ahí, preparando la comida, platicando o llevando el trabajo a casa porque aunque Stiles sea una niñera confiable simplemente no pueden dejarle a los nietos porque sienten que están siendo malos padres.

Y es ligeramente comprensible porque ellos solamente tienen dos o tres hijos, Stiles tenía ocho así que podía darse el lujo de dejar a uno o dos en casa de sus padres y volver por ellos después. En ocasiones incluso los dejaba irse a dormir con sus padres o en casa de alguno de sus amigos, pero no tan seguido porque sentía que se estaba perdiendo una gran parte de sus vidas. Pero con hijos o sin hijos él simplemente se estacionaba a la salida del kínder cuando los del kínder estaban por salir. Sacó a Israel de su asiento para bebés y lo llevó a la entrada con él. Su nieto de tres años estaba cargando su Iron Man de plástico y no paraba de ver a la entrada buscando a sus primos.

-¡Abuelito! -Los trillizos salieron primero, sus mochilas de llantitas siendo arrastradas por sus pequeños deditos.

-Hola -Tras ellos iban Oliver y Paul, los dos estaban en el mismo grupo, diferente al de los trillizos, y se habían hecho muy unidos entre más tiempo pasaban juntos. Que no es que se llevaran mal con los trillizos, de hecho, Paul compartía mucha ropa con Jude, pero en ocasiones simplemente no podían seguirles el ritmo.

-¡Israel! -Robin corrió directamente a su primo, lo colocó sobre la punta de sus pies y le besó la frente. Stiles se perdió en la risa de su pequeño Skylar II mientras Jude y Mael terminaban de acercarse.

-Hola, abuelito -Mael le entregó su mochila y se paró de puntitas para sacarse su chaleco verde. -Hola, chicos.

Paul saludó dándole un beso a Stiles y pasó directamente al auto, todo lo contrario, a Andreii que casi se estrelló contra la pierna de Stiles.

-Abuelito, abuelito, abuelito -El niño era completamente asiático, con unos ojos verdes y una boca rellenita. No lucía mucho como Skandar, pero lucía como debía lucir un bebé cuyos padres no son similares en nada. -Abuelito hize un barco -El niño le mostró el dibujo lleno de bolitas de papel, diamantina por madera y su nombre escrito en una esquina.

-Que hermoso barco -Stiles recibió el dibujo con una sonrisa -Lo pondremos en un marco.

-No -Andreii negó lo más rápido que pudo -Ez para Kei poppy -El niño movió su piecito -Para el taller -Sus ojos brillaron cuando recuperó su dibujo.

-Le va a encantar -Andreii se asomó al interior del auto

-¡Poul! -Se subió a tropezones y corrió directamente a su primo -Mira, Poul hize un barco.

Stiles se giró a ver a los nietos que seguían estando frente a él esperando a que los invitara a subirse al auto o tal vez a que algo más pasara, Stiles casi nunca sabía mucho con sus nietos. A ellos no podía leerlos como lo hacía con sus hijos, era más como intentar adivinar si el charco era profundo o una simple mancha.

-¿Qué tal les fue? -Stiles le revolvió el cabello a Oliver, su manera de mirar, siempre calculadora, le recordaba mucho a Neil. Jude estaba de brazos cruzados junto a Mael y Mael estaba mirando hacia la zona de la primaria.

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