Idiota.

Capitulo Diesiseis

Narra Federico.

Aun no me repongo que Elsa está en peligro y ahora resulta que no es hija de Diego.

Mónica se gira y está llorando, pero sus hombros están más libres, como si este secreto le hubiera pesado demasiado.

— ¿Que has dicho?—Le pregunta Diego casi en susurro, el pobre ha de estar desecho en estos momentos.

—No quería que te enteraras de esta forma. —Ella intento tocarlo pero ella quito de inmediato. —Perdóname por favor.

—Cállate, Elsa es mi hija y nadie me alejara de ella.

—Elsa te adora, y siempre serás su padre. —Miro a Julián el cual está muy pálido, y aun no se me olvida que me debe explicaciones.

—Por favor hablemos afuera, tengo mucho que explicarte. —Su rostro pasó de ser débil y triste a uno duro y enfadado.

Yo no sé ni cómo me siento, tengo un nudo atorado en la garganta, me siento culpable, muy culpable. Ellos salieron del hospital y yo miro mal a Julián.

— ¿Que paso? Te la entregue bien, ¿Que paso?—Le grito y lo tomo de la chaqueta para pegarlo a mí y ver sus ojos. — ¿Porque estaba sola Julián?

—Cometí un error, hable demás y Elsa no me perdono haberle contado lo de Josh y Carter, se molestó y comenzó a correr, yo fui por el auto para alcanzarla pero se me perdió.

—Debiste seguirla aunque no quisiera. Esta estaba enferma idiota. —Mi sangre hierve como nunca, me arrepiento de dejarla sola.

— ¿Y tú qué?—Me dice y se suelta de mi amarre. —Tanto la amas que la dejas en los brazos de otro.

—Cierra la boca idiota. —Le advierto.

—No, se nota a kilómetros, tú no la quieres como hermana tú la vez como mujer y no lo niegues Federico. —Como pude pensar que el sería ideal para Elsa. — ¿Que diría tu amigo Josh cuando se entere que te mueres por romper a su hermanita?—Le di un puñetazo y cayó al suelo.

—Dime que es mentira Federico. —Esa fue la voz de Josh. Me gire y viene de la mano con Carter. —Dime que lo que dijo Julián es mentira, dilo. —Su rostro está muy tenso, se le saltan las venas de la cara.

—No, es verdad, pero no como piensas, me enamore de Elsa.

—Es una jodida niña Federico, la conoces desde niña. —Lo comprendo, soy un muy mal partido para una niña como ella.

—No lo es, ya no es una niña Josh y no pienso seguir ocultando esto que siento.

—No te pienso permitir que te le acerques, no la volverás a ver. —Se acera a mí pero Carter lo detiene un poco.

—Vamos a arreglar esto como hombres.

—No, Josh no, Elsa no te perdonara esto, Ella todavía no sabe lo nuestro y tampoco nos lo perdonara cuando se entere. —Le dice Carter.

—No me importa.—Josh me tomo de la camisa y me arrastro hasta fuera del hospital donde me lanzo al concreto mojado sin piedad, la lluvia cae en montón, no pienso defenderme, si para Josh es mejor desahogarse de esta manera que lo haga.

—Eras mi amigo. —Me grita furioso.

—Así me golpees, o me mates, no cambiaras lo que siento y que Elsa me corresponda Josh, LA AMO, no hay mejor mujer que ella. —Recibí un golpe directo en la cara.

—Vamos, pégame, defiéndete traidor. —Por más ganas que tenga en querer golpearlo no lo haré, yo lo traicione.

—Cuando Elsa se recupere se ira a Paris con mis padres y yo.

— ¿Qué? ¿Y yo que Josh?—Le grita Carter molesta.

—Tanto te preocupaba que Elsa se enterara y te odiara ¿No? Pues jamás lo sabrá ya que no habrá nada entre nosotros. —Ella le mete una cachetada molesta y se va. Pobre la entiendo. Josh esta hecho un completo idiota.

—Hagas lo que hagas no me mantendrás lejos de Elsa Josh, no te lo permitiré.

—Lo veremos traidor. —Me volvió a golpear pero esta vez si se lo regrese, tenía tanto coraje hacia el mundo que lo desquite con Josh sin importarme mi brazo roto y mi pierna lastimada hasta que nos separaron dos oficiales y nos llevaron detenidos.

—Josh, Elsa sabe todo, por eso está mal. —Le grita Julián molesto y este le cambia de inmediato el rostro, nos metieron en autos distintos y nos llevaron a la delegación.

El brazo me mata y no siento la pierna, mi ceja sangra y mi labio de esta inflamado, veo a Josh y nunca eh visto que alguien le ponga una golpiza como la que le puse y eso que estaba lastimado. No es por presumir pero le deje un ojo morado y la nariz sangrando, se queja de las costillas y de un brazo.

—No volverás a ver a Elsa, de eso me encargo yo. —Me dice desde el otro lado de la celda.

—No me rendiré Josh, me conoces y no me rindo jamás.

—Por qué te conozco te quiero lejos de Elsa, ella no será una más de tu lista Federico.

—No, ella no será una más, será la única. No me rendiré.

—Eso solo si estoy muerto.

—Bueno ya se callan los dos, Delgado pagaron tu fianza te puedes ir. —Josh se levanta de inmediato y sale de la celda.

—No la volverás a ver Federico, me la llevaré a Paris y no la vas a volver a ver en tu vida. —Se fue de hay dejándome enojado, no permitiré que se la lleve no lo dejare.