Capitulo Ventisiete.

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Sentía el mundo caminaba demasiado lento, ese pasillo que habitualmente recorría todos los días era eterno. Por las pequeñas ventanas de la puerta principal veía alumnos y reporteros ansiosos por su nota.

Al abrir una de las puertas el sol me pego de lleno segándome por completo hasta que baje los escalones y posicionándome justo en medio de toda la multitud levante mis brazos y sonreí,  lo habíamos conseguido.

—Elsa ¿Como has conseguido que el director cambiara de parecer?—Pregunto un reportero.

—Libertad estudiantil.—Contesto orgullos.—Le eh propuesto una campaña al director para la voz estudiantil, en la que los alumnos de esta escuela se puedan expresar libremente y construir las grandes ideas y que no por ser jóvenes solo pensamos en el presente, somos mas futuristas que muchos y por una idea que se descarta por ser de alguien sin experiencia perdamos la oportunidad de lograr grandes cosas.—No tenia idea de donde saque aquel valor para hablar, yo en publico me volvía roca hoy me mostré decidida y capaz de seguir lo que comenzó y creo que encontré mi camino.

—Elsa esta idea es excelente ¿Pensaras expandirla a otras escuelas?—Pregunto otro sujeto.

—No lo se aun, veremos como nos va y lo pensaré, gracias.—Camine hacia Carter quien me veía emocionada, la tome de la mano y aleje un poco de la multitud.

—Niña ¿Como has hecho eso? Parecías una completa licenciada.—Mire a Carter divertida, enserio que no me la creo ni yo misma. Mañana tendrá que volver la mariposa al gimnasio y por recomendación del director a la pared sin vida de la cafetería.

—¡Elsa!—Me gire al grito y es Federico en su auto.

—Anda, yo me encargo de todo.—Le dedique una última sonrisa y corrí al auto para subir a el.

—Elsa estas en todos los noticieros y periódicos de la ciudad.—Su tono de voz fue algo mas que molesto, ni siquiera me mira solo al frente.

—¿Que tiene de malo?—Paso su brazo a la parte de atrás y trajo con sigo algo.

—¿Dímelo tu?—Lanzo a mis piernas un periódico conmigo y James en la portada.

—Novio ideal.—Leí el encabezado.—Después de la sorpresa que se llevo esta mañana la preparatoria North American con la sospechosa pintura de una mariposa en vuelo, el joven James  Running quien es pareja sentimental de la pintora defendió con todo la permanencia de esta junto con los alumnos de la institución.—Que estúpido.—Desafortunadamente la pintura fue borrada del muro por el director. Dicho acto molesto a los alumnos quienes iniciaron esta mañana una huelga para el regreso de aquella pintura a quien han bautizado como, Libertad Estudiantil.—Miro a Federico y ya entiendo por que esta molesto, pero no eh sido yo la que les dijo a los reporteros esto.—Sabes que inventan cualquier tontería por falta de información ¿Cierto?—No obtuve respuesta, solo apretó el volante y encendió el auto para ponernos en marcha.

No puedo creer que se creyera esto, en verdad no puedo. Se supone que confía en mi. Paro en el semáforo y en el cristal se rompían las gotas de lluvia.

—No puedo ser que te creas esa mentira.—Abrí la puerta del auto y baje. Junto a un lado estaba el parque donde encontramos a Julián y Dalton colgando y es demasiado grande, muchos lugares donde perderse y pensar.

—¿¡Elsa que jodidos haces!?—Me grita al verme correr, el tardara en lo que estaciona el auto y me logra encontrar. Corrí un poco hasta perderme entre los arboles, el agua cae demasiado fuerte como para que las hojas de los arboles me cubran así que ya estoy muy mojada. Para lo que me importa.

3 horas después.

—Yo jamás le dije al reportero que eras mi novia.—Esa fue la voz de James. Se sentó junto a mi en el gran roble, justo en medio de todo el parque. Muy pocas personas vienen aquí.—Tienes que creerme Elsa.—Recargue mi cabeza sobre su hombro y esta mojada.

—Tranquilo ¿Como me has encontrado?

—Pues digamos que tu novio me ah investigado, me ah ido a buscar y me ah dejado muy en claro que me aleje de ti.—Me enderece para verlo a la cara y tiene un ojo inflamado y el labio abierto.

—¿Federico hizo eso?—Pregunte molesta.

—Solo defendió lo que ama Elsa, no es para tanto.

—Por supuesto que no, fue demasiado.—Intente levantarme pero me fue imposible, toda fuerza había abandonado mi cuerpo.

—¿Estas bien?—Negué con la cabeza. Eithan me había dicho que andaba muy baja en hierro y que tenia que tomar unas píldoras y esta mañana olvide hacerlo.—Te llevaré a casa.—Me tomo en sus brazos y comenzó a caminar.—Que comes ¿Ensalada?—Logro hacerme sonreír.

—Me lo dicen muy a menudo y no, amo las hamburguesas, los tacos, los mariscos, la pizza y mas.—Mire con detenimiento su rostro y podría decirlo. Carter tenia razón, es guapo.

—En ese caso que dices si paramos en Big-Burger-Nacho.—Amo ese restaurante, esta a dos cuadras de mi casa y es delicioso.

Al llegar un señor abrió las puertas por nosotros mientras nos miraba extraño, bueno mejor dicho todos los que comían plácidamente nos miraban. ¿Que jamás han visto a dos adolescentes mojados?
Elsa estas en brazos de James.
<<Oh, entonces por eso nos miran raro.>>

—¿Mesa para dos?—Llego a nosotros una chica de cabello castaño en coleta y uniforme del local.

—Si por favor.—Nos llevo por entre las mesas hasta una junto a la ventana, James me dejo con cuidado sobre la silla y la arrimo a la mesa.

—¿Que ordenaran?—Mire el menú y todo se me antoja.

—¿Veremos si en verdad no comes pura ensalada? Yo quiero la doble con tocino.—Lo mire como un reto, Josh también no me creía capas de que pudiera comerme esa monstruosidad pero me termine comiendo una triple. Volví el estomago tres veces.

—Que sean dos por favor.—La mesera me miro sorprendida.—Te demostraré que nos soy esa dulce niñita que todos creen.

—Disculpa, ¿Eres Elsa Delgado?

—Si.

—Te vi hace rato en televisión y créeme que te apoyo, también voy a North American.

—Gracias, me ayuda mucho su fe en mi.

—Por nada, ahora les traigo su orden.—La chica se fue sonriente y yo mire al chico frente a mi.

—Ya eres famosa.

—No lo soy y no quiero serlo.

—Muy bien señorita Delgado dígame ¿Que se siente hacer cambiado su instituto?—No quiero mirarlo a los ojo verdes por lo que me distraigo jugando con mi pulsera.—Signos de ansiedad.—Lo mire extrañada. Eso me dijo la doctora Phillips.

—Si ¿Como lo sabes?—Levanto la manga de su chaqueta y dejo ver una pulsera negra deshilada, tome su mano para tirar un poco de los listones y para comprobar si veía bien y si, cicatrices de cortadas.

—No eres la única.—justo arriba de su pulsera esta un tatuaje color negro con el nombre de Emily.

—¿Quien es Emily?

—Emily es mi exnovia.—Quito mi mano apresurada, el la tomo de inmediato para no alejarnos.

—Tubo que ser muy importante para que la lleves en la piel.

—Si, ah sido mi única y mas larga relación.

—¿Y que paso?

—Murió en un accidente de auto.

—Perdón, no quise.—Me sentía como una completa idiota, enserio la mas idiota del mundo.

—Tranquila, fue hace mucho. Ya paso, pero creo que ahora el muerto seré yo.—Mire lo tenso que se puso y mirar con preocupación la puerta. Me gire y ahí esta Federico molesto muy molesto.

—¿Que haces con este imbécil?—Me grita al llegar a mi. Todas las miradas del restaurante se clavan sobre nosotros.

—Cálmate por favor, y mejor vete que no quiero decirte lo que te mereces aquí.

—No me iré de aquí sin ti Elsa.

—Pues tendrás que hacerlo ya que no pienso salir de aquí contigo.—Esas palabras me dolieron mas a mi que a el, pero aun no puedo creer que no confíe en mi.—Así que mejor retírate de aquí.

—Bien te espero en la casa.—Me gire a la ventana y solo sentí que su presencia intimidante se fue.

—Debiste ir con el Elsa, es tu novio.—Seguí mirando por la ventana hasta que su auto desapareció.

—Lo era, últimamente este Federico no lo conozco.—La mesera dejo nuestra orden y se fue sin decir nada. Pude ver cierto brillo aparecer en los ojos de James. 

Idiota. Where stories live. Discover now