Hola, ¿conoces a Niall?

HCN? 19-

-"¡No entiendo qué tiene esto de divertido!" Grité por encima de la música que palpitaba mis oídos. Era Pitbull. Ew.

-"¡Tú solo espera a estar ebrio y todo parecerá mejor!" Se encogió de hombros Harry. Suspiré, lo que hizo a mi amigo reír.

Los dos estábamos apoyados en la barra de la discoteca, bebidendo unas cervezas baratas. No me lo estaba pasando nada bien. Nada. Pero lo estaba haciendo por Harry, era él el que quería venir, no yo. Aunque, al fin y al cabo, accedí a acompañarle. Qué gran error.

-"Me da que a la vuelta voy a tener que conducir yo." Dije con desgana.

-"¿¡Qué!?" Puse los ojos en blanco e hice un gesto a Harry para indicar que no importaba.

Un chico comenzó a bailar a mi lado, golpeándome repetidas veces y sin darse la vuelta siquiera para pedir perdón.

-"¡No me gustan las discotecas!" Exclamé. Pero mi compañero no me escuchaba. Una chica bajita y rubia se había acercado a él, y podía oír su conversación.

-"Me suenas de algo..." Siseó ella, bailando sobre sus talones. Harry soltó una grave risa.

-"¿Sí? No tengo ni idea de dónde será. Es la primera vez que nos vemos, si no me equivoco, señorita..."

-"Julia." Dijo su nombre la chica.

-"Señorita Julia. Yo soy Harry, y este es mi amigo Niall." Me señaló y levanté el brazo en señal de saludo. Antes de que pudiese seguir hablando, puse una mano sobre su hombro.

-"Harry, tienes novia." Susurré en su oído.

-"Lo sé, tío, tranquilo." Murmuró. "Lo tengo todo bajo control."

Yo suspiré de nuevo y me levanté, dejando el vaso de cerveza sobre la barra para alejarme después.

Había mucha gente, muchísima, y todos se meneaban a la vez, haciendo cutres movimientos de baile al son de la música mala que emitían. Quería irme de aquel antro. Los oídos me iban a estallar en cualquier momento, lo veía venir. La cabeza me dolía horrores. ¿Y cuánto tiempo llevaba ahí? Aproximádamente unos cuarenta minutos.

WOAH, EL ESPÍRITU FIESTERO DE NIALL.

El estrés me estaba comiendo vivo. Las chicas con minifalta y los chicos macarras me empujaban.

-"¡Aparta, pringao'!" Gritó una persona. No reconocí su sexo.

-"Probablemente no habrías dicho eso si supieras quién soy..." Murmuré entre dientes, saliendo del local.

El aire puro invadió mis pulmones, remplazando el repulsivo olor de sudor y alcohol que había en la discoteca. Me apoyé en la pared de piedra y cerré los ojos. Probablemente ahora Blanca estaría:

1-) Llorando en su cama.

2-) Hablando con Eleanor, Sarah, Danielle y Perrie sobre lo ocurrido.

3-) Ambas.

Pero, ¿qué hacía yo pensando en ella? Por favor, había salido a divertirme, ¿no?

A quién quería engañar. No me estaba divirtiendo en absoluto.

Unos cuantos metros alejados de mí, un grupo de adolescentes se aglomeraba al pie de las escaleras de entrada de un edificio cercano. Levanté la mano para llamarles la atención y me miraron.

-"¿Qué pasa?" Gritó uno.

-"¿Tenéis cigarros?" El que me había respondido se levantó con un paquete y me ofreció un mechero con la mano libre. Se alejó mientras yo encendía el tabaco.