Capítulo 2- Es ella.

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Lea POV's

-Me llamo Lea, Lea Davidson

Cuando le dije mi nombre completo se me quedó mirando extraño como si me recordase, no se pero como soy tan, tan, tan cobarde me libré de cualquier manera de la conversación y corrí afuera del lugar.

Ahora, una semana más tarde, me encontraba en la biblioteca tomando algunos apuntes para la clase de Historia, tenía un trabajo sobre la Segunda Guerra Mundial ¡bien que divertido! nótese el sarcasmo.
Estudiar definitivamente se me daba bien pero eso no significaba que me encantara, más bien ni siquiera me agradaba.

Entonces unas manos cálidas taparon mis ojos, no tenía idea de quién podía ser hasta que pensé en mi acosador personal de la semana, Dustin. No tenía ni idea de que es lo que estaba sucediendo pero no me dejaba en paz, ah bueno...igual yo era su nuevo juguete y eso en definitiva no me hacía gracia...

-Dustin, ya déjalo- dije mientras intentaba soltarme de su agarre.
El soltó y se sentó frente a mi, había acertado.

-¿Cómo lo has sabido?- preguntó con esa sonrisa arrogante que no desaparecía de su rostro.

-Me llevas persiguiendo toda la semana era algo obvio- reí yo, *si alguien consigue explicarme porque narices me río cuando este chico está literalmente acosándome que me lo diga por favor, bien lo siento puedes seguir leyendo*- por cierto ¿por qué me llevas persiguiendo toda la semana?- pregunté  y cerré mi cuaderno, había terminado así que quería irme de ese lugar. Lo de pasar la tarde en la biblioteca no me apasionaba.

-¿Ya te vas?- dijo él ignorando mi pregunta con un puchero y yo asentí- ¿puedo acompañarte a casa?

-Tendrás cosas mejores que hacer- dije poniéndome en pie y metiendo un par de libros en la mochila, el me imitó y quedamos muy cerca, demasiado diría yo.

-No lo creo- susurró, yo me separé un poco.

-Está bien- accedí y salimos juntos de la biblioteca.

Llevábamos unos 10 minutos andando y aún quedaban otros 10. La verdad es que estuvimos todo lo que llevamos de camino en silencio, supongo que no hay tanta confianza como para entablillar conversación y no se él pero a mi se me hace extraño.

-¿Tu casa queda muy lejos?- rompió el el silencio.

-No, no mucho. Unos 10 minutos- contesté yo.

-Perfecto, ¿qué tal tu día?- preguntó el sonriente. ¿Qué le importaba yo a él? No lo entiendo. No solían preguntarme que tal me iba a no ser que fueran mis amigos de siempre.

-El mío bien, ¿y el tuyo?- conteste tímida.

-Pues el mío muy bien, hoy hemos tenido entrenamiento de fútbol y ha estado impresionante si hubiera sido un partido ahora estaríamos celebrando la victoria.

Yo reí, aquel chico me hacía gracia, es decir, a mi el fútbol americano no me gustaba para nada pero él lo contaba de manera que me interesaba. No me gustaba la parte de que fuera así con las chicas pero él en sí no se veía mala persona.

-Que bien, aunque en los partidos siempre ganáis. No sería muy diferente.

-Si pero esta hubiera sido épica, por cierto háblame sobre ti, ¿qué te gusta hacer a ti Lea?

A mi... A ver que me gustaba hacer a mi que a Dustin podría interesarle... Nada.

-No se... Pero que más da, mejor habla tu que no soy muy interesante.

-Eso no es verdad, ¿sabes Lea? Yo te recuerdo, cuando eras pequeña eras la más divertida de clase y ahora simplemente pasas desapercibida- vaya sí que me recuerda.

No Juegues Conmigo Where stories live. Discover now