Capítulo 22- ¿Cómo es que nadie lo comprende?

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Lea's POV

Suspiré mientras aplicaba la tercera capa de rímel en mis pestañas, con el maquillaje me picaban los ojos pero ahora tendría que acostumbrarme.

Había pasado una semana desde mi "cambio" y la verdad es que no tengo ni idea de a dónde iba a ir a parar con esto. Sé que no pienso volver a ser la misma de antes pero eso había significado varios cambios en mi vida.

Por ejemplo mis amigos cada vez estaban más distanciados de mi, aunque Ann hiciera grandes esfuerzos por acostumbrarse no salía bien ¿qué si me dolía? Pues claro, vale que intento cambiar mi personalidad pero aun soy la misma persona aunque por mi bien debía dejar todo de lado y ser mi nueva yo.

Una vez vestida y maquillada me dirigí a la habitación de Jake con el cual no hablaba desde el "cambio", toqué tres veces la puerta y en seguida me abrió.

-Hola- dijo con una pequeña sonrisa.

-Hola Jake- sonreí lo máximo que pude, no quería que el se distanciase de mi- quería preguntarte si por la tarde te apetecía venir conmigo al cine o algo así.

Se quedó pensativo pero pronto se le formó una gran sonrisa- Por supuesto que sí hermanita- y simplemente me acogió entre sus brazos.

-Bien a la vuelta de clase decidimos cual ver- él asintió y cerró de nuevo su puerta.

Noté un tirón de la falda por la parte de atrás y me giré en seguida para encontrarme con mi pequeña hermana.

-Lea, ¿cuándo termina la obra de teatro que estas haciendo? Estas muy fea así- abrí grandes los ojos.

-¿Qué obra de teatro?

-La que me dijo mamá que estas haciendo- rodé los ojos. Tendría que seguirle el juego pero luego hablaría seriamente con mi madre.

-No lo sé- le saqué la lengua y salió corriendo, la enana esta me va a volver loca.

Una vez ya desayunada me fui al instituto a pie, me gustaba observar a la gente que pasaba por el camino aunque su reacción al verme no era la más correcta.

Al llegar de nuevo todo el mundo me miraba, vaya pesados. Ya han pasado siete malditos días ¿me van a mirar así el resto del curso?

-Hola nena- las manos de Matt Conrad tocaron mi cintura.

-Hola, Matt- se inclinó para besarme pero me alejé en seguida.

-¿Qué sucede?- le vacilé con la mirada y sonreí burlona- ayer no te resistías a cosas mayores.

-Sobre eso... paso de ti, ya me aburres- me sentí jodidamente bien haciendo eso, wow por mi primera vez yo había plantado a un tío y no al revés.

-¿De qué estas hablando?- me agarró del antebrazo y la gente ya no disimulaba los murmuros.

Levanté un poco la voz- que me aburres Matt, adiós- me solté de su agarré y me fui a mi primera clase.

Estaba extrañamente feliz, mucho. Dar calabazas a alguien era genial, ahora entendía porque algunos chicos lo hacían como Dustin... el pecho empezó a dolerme. Aun lo quería pero me había echo tanto daño que no había manera de que pudiera perdonarlo así que no había otra opción que olvidarme de él.

-Hola- me saludó Jack al final del aula, tener que sentarme con él todos los días era lo peor que me podía pasar.

Levanté la barbilla en forma de saludo.

-Me han dicho que has plantado a Matt Conrad- yo asentí sin mirarle a la cara- bien hecho, es un gilipollas.

-Entonces ya tenéis algo en común- esta vez le miré a los ojos con una sonrisa desafiante.

No Juegues Conmigo Where stories live. Discover now