Su Más Bella Sonrisa

1. Una promesa, sentimientos reprimidos

Todos los personajes y escenarios de Naruto son propiedad intelectual de Masashi Kishimoto. Este Fan Fic fue escrito sin ánimos de lucro, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Dile NO al plagio.

El sol brillaba radiante en Konoha y la fresca brisa veraniega soplaba vigorosa sobre los campos verdes, acariciando las hebras rosáceas de una joven Kunoichi que descansaba sobre la rama de un frondoso árbol. El crujir de la madera y el murmullo de las hojas batiéndose a su alrededor parecían arrullarle el alma. Abrazando una rodilla, inhaló profundamente la esencia del momento con la esperanza de llenarse así de paz y luz.

Había pasado un año, después de todo y aún no se podía sacar de la mente aquellas palabras que tanto dolor le habían traído, aquellas que de vez en cuando hacían eco en sus oídos como para que no olvidara nunca la lección y que todavía le contraían el corazón al preguntarse cómo era posible que unas simples palabras hubieran tenido el poder de desgarrarle el espíritu y secarle los ojos por tanto llorar. Y así se perdió en los recuerdos...

Corría aprisa y muy agitada, tenía miedo, sí miedo de perderlo por segunda vez. Las fuertes palpitaciones de su corazón se le clavaban en las sienes, al punto de ya no saberse si exhausta o aterrada. La desesperación la consumía, ¡no quería terminar así otra vez! Cada segundo que el sol se ocultaba era un segundo menos para ella, debía correr más rápido. Su cabello corto pronto se vio alborotado por el viento en su rostro, aquella melena brillaba más rosa que nunca con la tenue luz del crepúsculo, pero eso nadie lo notaría.

Por fin sus ojos turquesas divisaron una figura masculina caminando tranquilamente con una mochila a la espalda. Al reconocerlo su corazón dio un salto de alivio.

-"Aun no se ha marchado". -Por fin la joven dejó de correr y, jadeante, se acercó lo más que pudo a él- Sasuke-kun, espera por favor ¿Por qué no me habías dicho nada de esta misión?

El joven se volteó y la miró con aquellos profundos posos azabaches sin inmutarse- Sakura... ¿Cómo has dado conmigo?

Con esfuerzo, mientras recuperaba el, aliento logró contestarle-: Fui a la oficina de Tsunade-sama, ella me dijo de tu nueva misión, que partías hoy mismo -Se incorporó con esfuerzo y lo encaró con una mezcla de coraje y preocupación-. Que tú mismo la solicitaste -puntualizó casi con decepción-. No pude quedarme de brazos cruzados. Necesito saber, Sasuke ¿por qué? Si apenas acabas de llegar a la aldea después de dos años de misión, ¿por qué quieres irte así otra vez?

-Eso no es de tu incumbencia -respondió, preciso y frío.

Los ojos de ella se abrieron de par en par y una punzada en el corazón inconscientemente la hizo retroceder un paso; de pronto aquella idea de confrontarlo pareciéndole muy mala y el valor que le había inyectado la adrenalina, disipándose, así como sus ganas de hablar.

Al cabo de un momento de silencio el moreno se dio la vuelta para seguir su camino, pero Sakura todavía no estaba dispuesta a dar la conversación por terminada.

-Sasuke -llamó con la melancolía quebrándole la voz, pero rápidamente retomando la calma que le permitiría avanzar otro paso hacia él-, ¿por qué no ves que me preocupo por ti?

-Sakura -El chico estiró una pequeña sonrisa sardónica-, siempre tan molesta, siempre detrás de mí, no has cambiado en nada. ¿Cuándo vas a entender que no necesito de la preocupación de nadie? -endureció el tono de voz así como la mueca de sus finos labios-. No espero que entiendas el repudio que siento por esta aldea ni el coraje que me da perder el tiempo, desperdiciando mis habilidades en misiones mediocres porque apenas se me haya perdonado el mero derecho de vivir aquí.