XII.

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Loreley:

Sé que son las dos de la mañana, pero no puedo conciliar el sueño. ¿Recuerdas cuando me llamabas a las tres de la mañana cuando estabas aburrido? También lo hacías para invitarme al estudio; decías que yo te inspiraba. No sé si era cierto, sin embargo, me emocionaba muchísimo el hecho de que yo te inspiraba. Creo que nunca borraré esas imágenes de mi mente. Tienes un gran don, Justin. Y no, no es sólo cantar.

Tienes el don de hacer feliz a millones de personas a través de tu música.

Y cuando sonríes... Dios, es como ver a un ángel caído del cielo. Muchas veces has querido aparentar lo que no eres y en el fondo todavía sigues siendo un niño pequeño. Estoy bastante segura de que siempre que ves mis mensajes, te preguntas: ¿Por qué sigue insistiendo si siempre la ignoro? Es una buena pregunta ya que me conoces lo bastante bien para saber que mi orgullo es grande. No te puedo contestar ahora, pero debes imaginarte por qué lo hago.
 
De todos modos no te importa, ¿cierto? Sí, bueno, a mí también me dejará de importar lo que pase contigo si esto sigue así. 

Texteame pronto. 

Text meWhere stories live. Discover now