Text me

XXIX.

Loreley:

Feliz Año Nuevo... Supongo. Bueno, no es tan feliz como esperaba que fuese ya que nunca apareciste y yo tenía la esperanza de que lo hicieras. Había estado imaginando ese momento durante todos estos meses, el momento donde tú entraras por la puerta de mi departamento con tu guitarra, una caja de pizza y una sonrisa tímida en tu rostro. De esas que pones cuando quieres disculparte y no sabes cómo. Estoy tan decepcionada, tan dolida, tan triste, tan mal... Fui una tonta al pensar que dejarías tu orgullo a un lado y olvidarías lo que pasó. Todo esto me suena a una de las tristes canciones de Taylor Swift. Irónico, ¿cierto? Puede sonar estúpido pero ahora me siento identificada con ella. He sido lastimada por un chico y ese chico no es nada más ni nada menos que mi mejor amigo, aquel que me prometió que nunca me haría daño y que mintió.  

Podría decir que... Lo único que tenías que hacer era quedarte y sostenerme en tu mano. Analizando las cosas ahora... ¿Recuerdas el pasado diciembre? Estábamos hechos para separarnos pero no lo hicimos. Piensas que te odio ahora, pero supongo que no sabes lo que nunca dije. Te portas tan mal, pero lo haces tan bien... Aquel día veía el final desde el comienzo. Estuve despierta toda la noche, esperando por ti y sólo apareciste en mis sueños más salvajes.

Así son las cosas de la vida, debo reconocer. Siendo sincera, no me ayuda en nada decirme a mí misma que tú te lo pierdes. Eres un idiota, Bieber. Egoísta, imbécil, estúpido, ingenuo y orgulloso Justin. Acabas de perder a tu mejor amiga y actúas como si yo nunca hubiese sido parte de tu vida. De acuerdo, yo también haré como si tú nunca hubieses estado dentro de la mía. Has pasado a ser un cero a la izquierda para mí. Todo lo que pase contigo me dará igual porque estás fuera de mi vida, de mi mente y de mi corazón. Voy a darte lo que quieres y te dejaré en paz. Ya no volverás a recibir ningún mensaje que lleve mi nombre. Eso es lo que quieres, ¿no? Pues ahí lo tienes, mi querido amigo.

Al diablo contigo, Justin Bieber.

Quédate con tu dinero, tus autos lujosos, tus premios, tu fama, tus putas, tus falsos e hipócritas amigos, tu orgullo, tu amor perdido... Ese que nunca te valoró ni te amó como merecías. Quédate con todas esas cosas que sólo te hacen feliz a ratos. Quédate con tus rotas y falsas promesas, quédate con tus mentiras, quédate con los recuerdos porque yo no los quiero. Y quédate con esta amistad, dásela a alguien más y que te rompa el corazón como lo hiciste conmigo.

Hasta aquí llegué contigo, Justin Bieber. Sinceramente, no puedo más y no creo poder aguantarlo otro jodido minuto. Olvidémonos de toda esta mierda, hagamos como si esto nunca hubiese pasado y sigamos siendo lo que fuimos en un principio; desconocidos. Pero debo darte las gracias por todos los buenos momentos que pasamos juntos, por escucharme, por estar conmigo en las buenas y en las malas, por darme amor, por sacarme sonrisas, por acompañarme cuando te necesitaba, por darme tu amistad y por todo lo que construimos juntos. Y no vayas a arrepentirte porque ya es demasiado tarde para pedir perdón. Vive tu vida que yo viviré la mía. Tú serás un recuerdo... Un bonito recuerdo que guardaré dentro de una caja fuerte.

Sé feliz... Si es que puedes.

Texteame... No, es demasiado para eso. Aún te quiero pero me cansé de esperar por ti. Tú me dijiste adiós y ahora yo te digo adiós... Y es este un adiós definitivo, sin comas ni puntos suspensivos.