Beautiful Ángel (#1) COMPLETA (Editando)

Capítulo 12

LEO

Una vez escuché un famoso dicho que relativamente mi padre pasa repitiendo cada tres segundos y eso es mucho decir.

NADIE SABE LO QUE TIENE HASTA QUE LO PIERDE

Que obvio ¿no? Todos siempre esperamos a que algo malo le ocurra a lo que queremos, para darnos cuenta de que realmente es así, de que realmente lo queremos y es una lástima que lo que más aprecio en esta vida esté luchando por salvar la suya. Que lástima que tuve que tener a mi hermana en esta situación para darme cuenta de lo imbécil que soy.

Mientras mi padre y yo esperamos afuera varios Ángeles pasan frente a nosotros, no muy contentos de vernos ahí. Entre ellos hay un Ángel que llega a captar completamente mi atención, mi madre. Quien nos mira durante unos segundos antes de lanzarse a los brazos de mi padre. Debo admitir que eso es algo que no me esperaba.

- ¿Qué sucedió? -pregunta esta con tono preocupado.

-Sam estuvo con él. -murmura mi padre.

Si yo no hubiese estado presente no le habría entendido ni una palabra. Sam estuvo con él, ¿quien demonios entendería eso realmente? ¿Qué clase de explicación es, siquiera?

- ¿De qué hablas? -pregunta mi madre confusa -Jack, ¿de qué estás hablando? Responde, por favor. -dice desesperada.

-Del diablo, Katherine, nuestra hija estuvo con él. -murmura avergonzado.

Vaya, eso incluso hasta a mí me causa escalofríos.

- ¿Qué? ¿Cómo permitiste que nuestra hija estuviera con eso?

Y es aquí cuando yo me tengo que ir.
Hago un intento por desaparecer del lugar, pero de solo ver la mirada que mi padre me dedica me quedo en mi lugar.

-Ella estaba mal Katherine, no dejaría que su guía la matara poco a poco. -explica.

Mi padre en serio no sabe explicar las cosas.

- ¿De qué hablas? -pregunta mi madre frunciendo el ceño.

-Después te contare, este no es un buen momento. -murmura.

Exacto y él no es la persona apropiada para contarlo.

-Papá tiene razón, debemos concentrarnos en la salud de Sam.

-Cariño -dice esta caminando hacia mí -, ¿cómo te sientes?

Ahora se acordó de que tiene un hijo.

-Estoy bien, aunque no creo que pueda decir lo mismo de mi hermana. -murmuro.

-Es una chica muy fuerte, ella estará bien. -sonríe un poco.

¿Fuerte? Sam es como una roca, fuerte se le queda corto.

-Gabriel, es bueno verte. -escucho a mi padre decir.

-También es bueno verte Jack, escuche la alarma y Susana me dijo de quien se trataba. ¿Ella está bien? -frunce el ceño.

-No estamos seguros, perdió mucha sangre. -digo con tono suave.

- ¿Will no ha dicho nada? -pregunta el Arcángel.

-No, llevan casi una hora ahí adentro. -murmuro.

-Será mejor que todos nos sentemos y nos relajemos. -sugiere mi madre.

No es una maldita clase de yoga.

A regañadientes hago lo que mi madre propone y pasa al menos otra hora hasta que mi trasero se entume. Mi padre y Gabriel han ido más de diez veces a preguntar si hay alguna noticia, pero no les dicen nada. Mi madre ha llorado unas cuantas veces y yo quiero ir a meterme debajo de las rocas para dejar de escucharla. Lo siento, sé que es mi madre, pero me está comenzando a irritar.