Beautiful Ángel (#1) COMPLETA (Editando)

Capítulo 23

GABRIEL

Luego de que Samantha me dejara con la palabra en la boca, decidí irme a mi habitación. Nunca sabré como reaccionara esta chica ante mis palabras. Aunque para ser sincero no debí meter el tema de Natasha entre nosotros, está más que claro que la detesta. Además, cuando Natasha se entere que Sam es el Ángel al cual amo, la odiará más de lo que lo hace. Las mujeres son tan complicadas.

En mi habitación busco algo de ropa en mi armario y camino hacia el baño para darme una rápida ducha. Al finalizar salgo del lugar con una toalla en mis manos para secar mi cabello, pero esta cae al suelo cuando me encuentro a Natasha en mi habitación.

— ¿Qué haces aquí? —frunzo el ceño.

No dejo a nadie entrar en mi habitación y realmente no estoy seguro de que ella sea la excepción. Solo Sam puede ser la única excepción.

—También es bueno verte. —dice esta con una sonrisa.

— ¿Cómo supiste que estaba en mi habitación? —enarco una ceja.

—Roberto te vio. —murmura. Ya no se puede tener privacidad.

— ¿Por qué si quiera estás en mi habitación? Te he dicho que no me gusta que entren a mi habitación. —digo un poco duro. La chica no es estúpida y es obvio que entiende eso a la perfección.

—Creo haber escuchado que Samantha estuvo en tu habitación antes del ataque. —dice esta con tono duro. Ya decía yo que esta visita se debía a algo.

—Es diferente. —murmuro sin querer dar muchas explicaciones, aunque con esta mujer es imposible librarse de ellas.

— ¿Por qué es diferente? ¿Porque ella es el ángel que tanto amas? —pregunta prácticamente gritando.

—Sí, es la chica a la que amo y eso a ti no te importa. —la miro fijamente. Es mejor acabar con esto de una vez por todas.

— ¿Por qué Gabriel? De tantas chicas, ¿por qué ella? ¿Por qué no yo? Te dediqué mi tiempo y alma. —dice un poco más calmada.

—Tenías relaciones con el primer Ángel que se te aparecía, Natasha. —digo asqueado. Pensarlo y saberlo es una cosa, pero decirlo es otra muy distinta. Suena incluso peor de lo que parece.

— ¿Es eso? ¿Estás con ella para olvidarme? —pregunta indignada.
No puedo creer que ella esté diciendo semejante estupidez, ¿tan buena cree que es?

—No te engañes, Natasha. Realmente estuve contigo para olvidarla a ella. —digo divertido. Esta chica puede llegar a ser un dolor en el trasero si se lo propone.

—No, sé que me quisiste. —lloriquea. Además de ser extremadamente dramática.

—Samantha es y será la única en mi vida. —digo irritado por su comportamiento. Realmente no puedo creer que no le entre eso en la cabeza, es muy obvio. A la chica le gusta sufrir por gusto propio.

—Veremos que tanto dura tu Samantha. —dice antes de sonreír y salir de la habitación hecha una furia.

¿Todas las mujeres son así de bipolares o solo ella? Además eso fue una amenaza ¿no? Está atentando contra la vida de Sam, aunque sé que Sam podría derribar a Natasha en un abrir y cerrar de ojos. Pero de todas maneras es una amenaza y sé que esa chica puede llegar a ser una maniática si quiere.

Me llevo las manos a mi cabello y lo revuelvo un poco, todo esto me irrita y me estresa demasiado. Camino hacia mi cama y me tumbo sobre esta. Decido quedarme así durante unos minutos, pensando o simulando que lo hago. Realmente Natasha está loca si cree que voy a dejar que le haga daño a Sam y mucho menos que Sam se meta en problemas por su culpa. La conozco y sé que es capaz de ambas cosas. Además, a Sam no le cuesta nada meterse en problemas, constantemente está metida en ellos.