EPÍLOGO

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He conseguido encontrar la dichosa habitación súper protegida.
Hoy es el único día que puedo conseguir el cuchillo y dárselo al damnatorum. Solo tengo cinco horas antes de reunirme con Gabriel en el almuerzo.

Avanzo entre los blancos pasadizos lentamente. Para mi fortuna nadie pasa por este lugar, por lo cual no seré descubierta tan pronto. Al llegar a la gran puerta blanca decido alar de la perilla, uno nunca sabe, puede que este abierta.

Gran error. Esta expulsa una fuerte descarga por todo mi cuerpo, lo que provoca que caiga sobre mis rodillas aún con mi mano puesta sobre la perilla. La quito lo mas rápido que puedo y examino los daños. Tengo la palma de mi mano roja y con ampollas, pero la cual en segundos vuelve a su normalidad.

Decido que es mejor utilizar mis poderes y así lo hago. Traspaso la gran puerta de hierro y avanzo en el oscuro pasillo. Las luces de este se encienden por sí solas. Al final de este puedo ver el cuchillo dentro de un cristal, este reposa ahí como su fuese una pieza extremadamente valiosa. Avanzo un poco más, pero la temperatura del lugar disminuye considerablemente.
Recuerdo que poseo el poder de fuego y lo utilizo para mantener mi calor corporal. El lugar parece echo para mí, para que por mí misma pueda traspasar sus límites o eso creo. Puede que la temperatura me esté afectando el cerebro.

Unos tres pasos mas tarde choco contra un gran cristal, este parece fortalecido e inmune a todo. Trato traspasarlo, calentarlo a tal punto de que explote, emitir ondas con mi mente para poder destruirlo, trato de hacerlo a un lado moviendo mi mano en el aire e incluso trato de transformarlo en algo más, como una almohada, pero nada funciona. Mi última opción es golpearlo con tal fuerza que el vidrio se quiebre.

Acumulo toda mi fuerza en mi puño derecho y lo llevo directo al vidrio. ¿Quién sufre más consecuencias? Mi mano.
Esta se fractura de una manera extrema y me provoca un inmenso dolor, sé que se curará en poco tiempo pero mi enojo está aumentando. El maldito vidrio está intacto y eso realmente me está enfadando. Es frustrante no tener ningún otro plan o poder.

En un momento de paz y furia interior, toco el vidrio con mi dedo índice. Es un movimiento tan ligero y suave que me sorprende que viniese de mí. Sin esperarlo y tomandome por sorpresa, el vidrio se desploma a mis pies.

Era tan simple como eso.

Dejo el maldito vidrio en pedazos atrás y avanzo. Sin darme cuenta estoy frente al cristal que cubre el cuchillo.
Traspaso este con mi mano y saco el cuchillo.
No es algo que quisiera tener en mis manos, dado el echo que casi me envía al otro mundo, pero no tengo muchas opciones.

Cuando voy a salir, una especie de alarma se activa. Me quedo quieta unos segundos hasta comprender que el lugar se está haciendo más pequeño. Quedaré atrapada si no me doy prisa y lo peor, soy claustrofóbica.

Corro a todo lo que dan mis pies, pero la puerta parece alejarse cada vez más y más. Si no me doy prisa me quedaré aquí y seré atrapada. Probablemente los Ángeles estén de camino aquí para ver al intruso que se metió en la habitación de mayor seguridad. Aunque si lo pienso bien, la seguridad de este lugar apesta.
Llegar hacia el cuchillo fue más fácil que quitarle el dulce a un niño.

Sigo corriendo pero parece que no me muevo. En un intento desesperado clavo el cuchillo en la pared para tratar de impulsarme, puede que mis pies estén pegados al suelo. En un torpe movimiento, me resbalo y golpeo mi cabeza contra el suelo tan fuerte que quedo aturdida por unos minutos.
Me levanto rápidamente y miro a mi alrededor, la habitación está normal, no hay ningún movimiento en ella. Es ahí cuando me doy cuenta de que fue un truco, un engaño. Algo o más bien el poder de alguien engaño a mi mente, haciéndome creer que me quedaría atrapada entre las paredes. Un poder bastante bueno para mi opinión, puedes manipular a alguien con su propio temor. Está claro cual es el mío.

Beautiful Ángel (#1) COMPLETA (Editando)Where stories live. Discover now