Cap. 31 Tracemos un Plan

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Después de pasar tanto tiempo en la guarida de Jolene, Sam casi no recordaba como era respirar aire fresco, caminar tranquilamente por las calles, sorprendentemente nadie la reconocía, hacía semanas que los informativos habían dejado de emitir imágenes de ellos cuatro, aunque la policía se había instalado por todo Seattle con la esperanza de atraparles.
Sam ni siquiera recordaba cuanto había pasado allí, ¿quizá semanas? ¿Meses? El tiempo siempre parecía pasar más despacio cuando estaba encerrada entrenando o intentando matar el tiempo. Sin embargo, caminando entre la gente parecía que había recobrado un poco de vitalidad, era libre, o al menos hasta cierto punto.
Sabía que tarde o temprano habría una guerra, y que estaban en tremenda desventaja, debían trazar un plan, un plan quizá complejo, pero lo más eficaz que fuera posible.
Noah por su parte estaba feliz, realmente feliz, de poder tener a Sam a su lado de nuevo. No se sabía exactamente que eran, se podría decir que algo más que amigos y algo menos que novios, no querían dar ese paso ya que existía la posibilidad de que uno de los dos, o incluso ambos, no saliera vivo de aquella situación, entonces era mejor para ellos no encariñarse demasiado.
Por otro lado, Fetch y Lewis estaban buscando más gente como ellos, más "bioterroristas" que les pudieran ayudar a vencer a Jolene. La búsqueda no iba demasiado bien.
Sam volvió a la guarida, encontrándose, como siempre, a Fetch y a Lewis mirando mapas y trazando lineas y colocando chinchetas en los mismos, en aquellos lugares donde podría haber alguien que les pudiera ayudar.
Noah estaba sentado en el sofá, documentándose sobre los "bioterroristas".
Sam se sentó a su lado, acurrucándose junto a él.
–¿Qué buscáis exactamente?– les preguntó a Fetch y a Lewis.
–Más gente como nosotros.– respondieron a la vez.
–¿Hay alguna posibilidad... De que exista alguien más en el mundo que pueda controlar el fuego como yo?– preguntó Sam.
–O el hielo.
–Uhm... Si, quizá de uno entre cien millones o así, no lo tengo calculado, debería traerlo en el libro de Noah.
–Ajá, así que teniendo en cuenta que el mundo contiene, ¿cuanto? ¿Seis mil millones de personas?
–Más de siete mil, en realidad.– recalcó Lewis.
–Ajá, eso quiere decir que hay la posibilidad de que setenta personas en el mundo sean como yo.– dijo Sam.
–O como yo.– respondió Noah.– aunque las posibilidades de encontrarte un "tocayo de poderes" según este libro son una entre un billón.
–Genial. ¿Algo más que destacar de ese libro?
–Sip. Vienen los tipos de poderes que se puede tener. Fuego, Hielo, Neón, Oscuridad, Viento, Roca...
–No digas más, otro es las plantas.
–Así es, todos son: Fuego, Hielo, Neón, Oscuridad, Viento, Roca, Vida y Putrefacción.
–Espera, espera, ¿Cómo? ¿Vida y Putrefacción?
–Exacto. Los que posean los poderes de la vida podrán hacer crecer plantas a su antojo, su escudo y capacidad de curación es mayor que el de los demás y, si es necesario y dependiendo de cuan poderosa sea la persona, será capaz de sanar desde pequeños animales a humanos siempre y cuando estos no estén ya muertos utilizando su energía vital. Los que posean los poderes de putrefacción pueden convertir en polvo todo aquello que deseen simplemente tocándolo con una mano, para evitar que esto dañe cada cosa que tocan, los objetos o seres que toquen solo serán convertidos en polvo si la persona que posee dicho poder piensa que lo que está tocando se convierte en polvo, en personas, por otra parte, en vez de convertirse en polvo su carne se va deshaciendo poco a poco, como si de un cadáver en descomposición se tratara.– leyó Noah.
–Interesante...– comentó Sam.
Noah pasó la página, y lo que leyó en ambas páginas le dejó boquiabierto.
–Sam, tienes que leer esto, ambas páginas no tienen relación, pero aportan bastante información que puede ser útil.
Sam se acercó a él y leyó en voz alta.
–"Construir" artificialmente bioterroristas no es demasiado complicado, ya que con una pequeña transfusión de sangre los poderes quedarían pasados de una persona a otra, como si del contagio de un virus se tratara. Asimismo, también funcionan de la misma manera transplantes de todo tipo. En la mayoría de los casos la persona sobrevive y consigue conservar los poderes transmitidos por la transfusión, que aunque son menos poderosos que los de los bioterroristas también pueden ser peligrosos. En caso de que la transfusión no sea bien admitida por la persona que la recibe esta padecerá algo parecido a una alergia y acabará muriendo generalmente de un coágulo en el cerebro independientemente de que el tipo de sangre de la transfusión fuese el mismo que el de la persona que lo recibió.– llegó al final de la página.– Vaya... ¿Eso quiere decir que si Jolene tiene mi sangre puede crear más personas como yo?
–Eso parece, ahora lee la otra página.
Sam se inclinó aun más hacia Noah para leer la página contigua.
–Todos los poseedores de poderes bioterroristas tienen un némesis, un poder que les puede anular. Esto es así con el Fuego y el Hielo, el Neón y la Oscuridad, el Viento y la Roca y la Vida y la Putrefacción. Independientemente de que estos sean contrarios se complementan de esa manera, es decir, cada uno se complementa con su contrario. Así pues, cada pareja puede lanzar un ataque conjunto que, combinando ambos poderes, se vuelve doblemente más poderoso, además de esto existe la posibilidad de que todos los poseedores de poderes lancen un ataque conjunto, lo cual cuadriplica su poder no solo en la duración de este ataque, sino también un tiempo después de que este se produzca...
–Vamos, que un ataque entre todos nos convierte en una especie de "Super Sayans", ¿no?– preguntó Noah.
–Algo así.– asintió Sam.– Bueno, pues decidido, ¿no? Habrá que buscar a los cuatro restantes.
–¿Cómo dices?– intervino Fetch.
–Que debemos encontrar a las otras cuatro personas con los otros cuatro poderes y así derrotar a Jolene.
–No nos será tan fácil.– dijo Lewis.– Según he oído, mientras nosotros nos encargábamos de rescatarte Jolene se ha hecho más poderosa, y en este tiempo ha conseguido hacerse con América casi al completo y piensa empezar con Europa y extenderse al mundo entero.
–¡Genial! No solo tenemos a la policía persiguiéndonos en Seattle, sino que, vayamos donde vayamos, nos perseguirán. ¡Qué bien!– contestó Sam con sarcasmo.– Bueno, más razón para buscar a los demás.
–Si, buena idea, pero, ¿por donde empezamos a buscar?– replicó Fetch.
Sam se levantó, se acercó a los mapas y tocó las chinchetas.
–¿Qué tal por los lugares marcados?
–Son solo orientativos, realmente no sabemos si ahí hay gente bioterrorista.
De repente Noah se levantó.
–¡Tengo una idea!
–Cuéntanos.
–Es solo una suposición pero... ¿Y si Jolene poseyera un cuaderno o algo así con nombres de posibles bioterroristas? Podríamos cogerlo y ¡bum! Ya tenemos donde buscar.
–Es buena idea. Pero, ¿como pretendes hacerlo?
–Yo paso de volver allí.– dijo Sam.– Ahora que he logrado escapar no pienso volver.
–Bien, tracemos un plan.
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Lo primero, muchisisisisimas gracias por los 30k de verdad, me alegran mucho ^^.
Espero que os guste y lo sé, parece que solo intento alargar la novela pero, entendedlo, me da mucha penita terminarla :'(.
Bueno, no me entretengo más.
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Sarichal

El Secreto De Mis OjosWhere stories live. Discover now