Bienvenida A Mi vida

Capitulo 5

POV LAUREN

No tuve tiempo de siquiera relajarme. Entre y salí de la ducha como un rayo y fui hasta la habitación. Tome las llaves del auto, el departamento y antes de irme deje una nota sobre la mesa.

_"Tuve que salir de emergencia hacia el hospital. Te lo ruego... no me odies.

Te amo"_

Por impulso sellé aquel papel con un beso y salí corriendo al estacionamiento.

Era un tiempo record. En tan solo 30 minutos estuve lista en el auto conduciendo hacia al hospital. "Tienen muchas preguntas que hacerte.... Muchas" las palabras de Alexa no dejaban de rondar por mi cabeza. Poco a poco, la distancia entre el hospital y yo se disminuía. "Jacob falleció" claro... no pudo ser tan solo un mal sueño. No pudo ser tan bueno.

Unos minutos mas tarde ya me encontraba en la entrada del hospital. Todo parecía estar como locos allá afuera. Ahora además de luces de ambulancia había luces de patrullas. Deje mi auto en su espacio y con cada paso que daba hacia el lugar, el pánico crecía en mi. Jamás creí que pudiera llegar a tanto. Sabia que habrían muchas preguntas ¿pero esto? ¿la policía? Comenzaba a ponerme nerviosa, muy nerviosa y no tenía idea de lo que diría.

Cruce esa puerta intentando disimular todos mis pensamientos bajo el armazón de mis lentes pero, a mis ojos, todo parecía inútil. Era como si cada mirada de cada persona a mi alrededor gritara "fue ella". No sabia a donde exactamente mirar, estaba desesperada.

Fui hasta el elevador y oprimí en numero 8. Mientras subía podía sentir como sudaba frío, como mi respiración se aceleraba y como mis piernas se tambaleaban, haciendo toda una osadía caminar con estos zapatos. Jamás había tenido la mente echa mierda como ahora. Por ella pasaban un millón y un de pensamientos pero había uno en particular que me hacía temblar... ¿en verdad lo que había hecho estuvo mal? Ese pequeño timbre entro a mis oídos indicando que esta cosa había llegado a su piso. Me pare lo mas derecha y profesional que pude aparentar y entonces las puertas se abrieron.

Lo primero que vi al entrar fue la cara de Alexa, bañada en preocupación. Ella me miro y pude notar que tenia muchas cosas para decir pero que claramente ahora no diría. Dirigí mi mirada hacia Ale quien estaba tratando de tranquilizar a la madre de Jacob.

—ES ELLA, ELLA LO HIZO. ELLA MATO A MI PEQUEÑO —Ella gritaba mientras su esposo la sostenía y los hermanos de Jacob lloraban sentados aun lado de las oficinas. Y cerca de ellos, un par de tipos uniformados. En cuento vi su escudo, me congele.

—Señorita Jauregui ¿no es cierto? —Otro oficial salió de la nada y dijo en mi oído.

—Si... soy yo.

—¿Podríamos hablar con usted, por favor? —Mire a mi alrededor para encontrarme de nuevo con la mirada de Alexa, pidiéndole a gritos silenciosos ayuda, que me sacara de acá —En privado. —Fui incapaz de formular una frase. Solo asentí con mi rostro y camine delante de ellos hacia mi consultorio. Era mas que obvio que todos en aquella sala sabían lo que pasaba, lo que se rumoraba, lo que iba a sucederme. ¿Qué debería hacer?

—Pasen. —Dije abriendo la puerta y dándoles paso a los oficiales. —¿En que puedo servirles? ¿Les ofrezco café? ¿agua?

—Café —Dijo el mas bajo de los 3. Fui hasta el estante y saque una taza para servirlo. Mi mano temblaba, apenas podía sostener aquella pequeña taza. —Parece nerviosa.

—¿Qué? No... para nada. —Tome una segunda taza y serví un poco de café para mi. —¿Debería estarlo? —Dije mirándolo fijamente.

—No lo se. ¿debería? —Yo solo lo quede mirando hasta el el tercero de ellos hablo.