Capitulo 7

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POV LAUREN


No se por cuánto tiempo nos quedamos mirando exactamente. Algo pasaba cuando la miraba que el tiempo se detenía. Dos, ¿Tres minutos? No lo sabía. Solo se que seguramente me tomaría como una total idiota si solo me le quedaba mirando. Así que decidí hablar de una vez.

—Hola —Dije formando la mas crédula sonrisa posible que pudiera sacar. —Parece que ahora tendrás una compañera —Creí que algo recibiría a cambio. Un "hola", un "no te metas en mi vida", hasta un golpe en la cara considere. Para mi sorpresa no recibí nada de eso. Por el contrario, ella me analizo de pies a cabeza, tomo algo de su cama y se fue a ese pequeño rincón de otro lado al que llamaban baño.

No dijo una palabra, no hizo ningún sonido que no fuera el de sus pasos. Ni siquiera escuche su respiración. Nada. Era como si no me hubiera visto o escuchado, como si estuviera mentalmente en otro lugar, como si estuviera muerta. No supe como tomar eso, si como un alivio o una preocupación. La gendarme dijo "solo cuídate de ella". En 2 segundos ya estaba arrepintiéndome de haberle hablado. Tal vez si hacía lo mismo que ella, pretender que no existe, este tiempo pase rápido.

Mas que claro seria casi imposible. ¿Cómo ignorar a alguien con quien vives? No se puede, no es normal estar así. Inconscientemente me di cuenta de que mi mente decía "ignórala, y no pasara nada" pero otra parte de mi lo único que quería era hablarle. Saber de ella. Aquel día de su juicio lucia tan normal, tan indiferente. Casi como me había mirado hace unos minutos. Pero al final, al dictar su sentencia, sus emociones explotaron. Solo que no parecía ser tan malo para ella. Pude ver aun en ese televisor un par de lagrimas queriendo salir de sus ojos, pero a la vez, estoy segura de que vi una sonrisa de conformidad. Como si dentro de ella eso fuera lo que quería.

Esta mujer con la que ahora estaría conviviendo era lo mas extraño que había visto en mi vida. Y ahora solo sentía deseos de entender. Saber a que se debe su actitud, ¿Qué fue lo que paso?

Recordé lo que Alexa y Lucy me dijeron cuando la vieron. Se supone que esta chica asalto una tienda y después, al huir había atropellado a una pequeña. No parecía eso para mi, no era coherente ahora que había visto sus ojos. En ellos no se reflejaba el alma de una delincuente o una asesina. Gracias a Tony había visto y conocido el caso de muchos. Sus ojos encerraban misterio. Era seguro, detrás de esta chica había una historia. Una que ahora, por alguna desconocida razón, estaba ansiosa por conocer.

Mis formulas y desastre de pensamientos hubieran seguido como hasta ahora de no ser por un sonido y una sombra reflejada en la pared que me desconectaron de todo. Era ella. Había vuelto y venia hacia acá. ¿Qué debía hacer ahora? ¿debería obedecer? ¿alejarme de ella? ¿o arriesgarme, hablarle, puede que le agrade y tener a alguien de mi lado en esta mierda de lugar?

Camino hacia donde estaba yo y todo dentro de mi se paralizo. En dos segundos perdí la capacidad de hablar y razonar. Entonces llego a la base de las camas, se detuvo y de nuevo me miro. Era la misma mirada y sensación. Creí que me hablaría. Que me diría algo, aunque fuera lo mas sencillo pero no, solo se quedo ahí. Y de la nada, hice tal vez lo mas tonto que pude en este día.

—Hace frío... ¿no lo crees? —Ella aun me miraba, ahora levantando una de sus cejas con mirada penetrante y una clara expresión de "esta de aquí es una loca" en el rostro. —O... ¿tu no tienes frío? —Entonces la vi hacer algo que no creí posible. Ella sonrió. De la nada. Una sonrisa bien, una sonrisa que no tenia nada de fingida. Sus labios eran lindos, su sonrisa perfecta. Me concentre en eso hasta que capte la verdadera razón de eso. Era evidente, estaba burlándose de mi. No dijo ni una palabra, subió a su cama y sentí como se acomodó.

—Idiota —Pensé después de eso. Aunque ahora me sentía afortunada. Mi primer día en este lugar y seguía con vida, mas de lo que hubiese esperado. Mas no iba a rendirme. Necesitaba al menos a alguien con quien hablar para apaciguar la pesadilla. Un poco después continúe con mi gran hazaña de la vida. —¿No crees que... si vas a convivir con alguien lo mejor seria que hablaras con esa persona? — Dije, sintiéndome que hablaba sola. Ni siquiera sentí que se moviera. Comenzaba a incomodarme demasiado, no podría llevar esto por siempre. —Solo digo que... seria mucho mas fácil. Y no se... tal vez hasta entretenido. —El silencio volvió a hacerse presente. —Me llamo Lauren. ¿Crees que podrías darme tu nombre al menos? —Nada. Absolutamente nada. Comenzaba realmente a cansarme, no podría llevar esto toda la vida pero tampoco iba a intentarlo siempre. Acabe por rendirme y hacerme a la idea de que posiblemente jamás me dirigiría su palabra. En lo que pensaba las luces de todo el lugar se apagaron lo que al menos me dio una idea de la hora. Seguramente eran las 10. Había dormido todo el día y aun seguía cansada, como si no lo hubiera hecho hace semanas. Así que me dispuse a olvidarme de la muda de aquí arriba y dormir toda la noche. —Bien, de acuerdo. No sabia que en este lugar tampoco se apreciaba la cortesía. Olvídalo. Puedes ignorarme todo lo que quieras. Al fin, cada quien decide si quiere estar o sentirse sola. Que no te sorprenda si yo acabo haciendo lo mismo.

Bienvenida A Mi vidaWhere stories live. Discover now