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27 de noviembre, 2015
8:30 pm

Un fuerte olor a gasolina me hizo abrir los ojos inmediatamente, encontrándome así con una total oscuridad.

El constante movimiento del auto hacia que me golpeara una y otra vez con las paredes de aquella cajuela.

No tenia idea a donde estas personas me llevaban, solo un pequeño destello de luz entraba por un diminuto agujero que estaba frente de mí, pero me era imposible ver por ahí.

Mis manos dolían debido a la gran presión que hacían las cuerdas sobre ellas, y la entrada de oxigeno era escasa, sin mencionar el insoportable olor a gasolina que me hacia doler la cabeza, sabia que en algún momento iba a desmayarme y esos cuatros chicos harían de las suyas conmigo.

Cerca del auto pude escuchar un sonido de una sirena acercarse.
Intente gritar pero aquella vieja tela ajustada sobre mi boca me lo impedía.
El auto se detuvo por un momento y resé para que el policía les hiciera abrir la cajuela, sin embargo me di cuenta de que este los dejo ir cuando escuche el sonido del motor arrancar de nuevo.

¡Maldita sea!

Estaba segura de que todo esto fue culpa de Chanyeol.
Sabia desde un principio que algo andaba mal con ese chico, pero fue una estúpida al no hacer nada al respecto, a dejarlo entrar a mi vida.

Ya no podía soportarlo más.

El fuerte olor quemaba mis fosas nasales y me era imposible respirar.
Mis ojos pesaban y de pronto comenzaron a cerrarse lentamente.

"..

Me encontraba de pie mirando fijamente al hermoso cuadro pegado en la pared de la sala de estar, todo estaba en su respectivo lugar a excepción de una camisa de hombre que estaba tirada en el suelo.

¿Qué hacia eso allí?

Le reste importancia y sonreí al darme cuenta de que todo había terminado, que estaba en casa y que volvería a mi aburrida rutina diaria.

Un chico se acerco lentamente hacia mí.

¿Quién era? Rondaba por mi cabeza.

Este me sonrió y me abrazo por detrás, quise reclamarle pero su calidez me embriagaba y mi respiración se descontrolo inmediatamente cuando coloco sus manos en mi vientre.

-Solo debes hacer una cosa-

Confusa y asustada baje mi mirada para luego negar suavemente

-Corre lo mas rápido que puedas- Susurro el a mi oído.
.."

¡Despierta!

Escuchaba una y otra vez mientras sentía como algo frio mojaba mi rostro.

Lentamente abrí mis ojos siendo cegada al instante por aquella iluminada habitación.
Observe a mi alrededor y solo un chico estaba dentro de ella.

La única luz que se podía percibir era gracias al gran foco que estaba en el techo, las ventanas estaban bloqueadas con clavos y madera.

¿Para que no escape?

Tal vez.

Lo único que se encontraba en aquella grisácea habitación, era una silla de madera junto a un viejo escritorio, mas una cama de hierro forjado en la cual me encontraba atada.

¿Dónde estoy?

El chico que estaba a mi lado se alejo y coloco un jarrón de cristal vacío sobre el escritorio y salió de la habitación en silencio.

El dolor de cabeza se incremento haciendo que gimiera un poco, trate de soltar las cuerdas pero estas estaban tan ajustadas que me era imposible siquiera aflojarlas un poco.

La puerta de la habitación se abrió nuevamente dejando ver la silueta de un chico con su rostro cubierto por un pasamontañas negro.

Se acerco lentamente y saco algo del bolsillo de su suéter para acto seguido curar la herida de mi pierna de manera delicada.

¿Por qué lo hacia?

Lo mire fijamente y lo único que podía ver eran sus ojos, los cuales se notaban ligeramente cansados.

-¿te encuentras bien?- Me atreví a preguntarle haciendo que este riera en voz baja.

-si, lo estoy-.

Su voz era ligeramente ronca y suave.

Estaba segura que su voz la había escuchado antes, pero mi escasa memoria no me permitía recordar hechos anteriores.

Comenzó a quitar las cuerdas de mis manos y me miro fijamente.

-no intentes escapar-

Run → [Chanyeol]Where stories live. Discover now