Run → [Chanyeol]

010

Al levantarse pudo darse cuenta de que Chanyeol ya no estaba.

El desayuno estaba recién hecho así que supuso que se había ido hace pocos minutos.

Comió rápidamente y se fue a cambiar.

Debía llegar a la facultad pronto si no, no podría entrar a su clase de laboratorio.

Salió del edificio de manera apresurada rezando por que un taxi estuviera cerca, y en efecto, había uno esperando por ella.

Le pareció raro, pero le resto importancia debía llegar cuanto antes.

---

-Lo siento- Dijo otra vez su amigo

Ambos se encontraban en el comedor disfrutando de aquel almuerzo, sus horas de clases pasaron rápidamente y aun faltaba un par de horas más para poder volver a su departamento.

Lo observo con una de sus cejas levantadas y lo ignoro nuevamente.

-Kim- Susurro el.

Ella suspiro para luego mirarlo fijamente.

-¿Me podrías dejar comer?-

-Solo dime que me perdonas- Dijo el juntando sus manos frente a el.

Kim solo rodo sus ojos para luego tomar un bocado de ensalada.

-Esta bien- Respondió ella luego de un par de minutos.

A quien engañaba.

No podía estar molesta con el.

Y no soportaría escucharlo disculparse por otras dos horas como una niña deprimida.

---

••• Kim •••

Observaba lentamente como las personas caminaban apresuradas para tomar el autobús.

Ya hace horas había caído la tarde dándole lugar a un cielo nocturno lleno de estrellas.

Aquella oscura noche me resultaba agradable de algún modo.

Caminaba lentamente mientras escuchaba la música resonar a través del auricular.

Me recorrió un escalofrió al poner un pie en aquel callejón.

Había al menos dos chicos un paso más allá

Di vuelta pero detras de mi se encontraban otros dos chicos.

Estaba segura de que esto no saldría bien.

Tome el suficiente valor como para seguir caminando.

Pero fue una total estupidez.

Aquellos chicos me acorralaron contra la pared.

Quitaron mi mochila y mi iPod, para acto seguido comenzar a toquetearme.

Intente forcejear pero era inútil.

Cerré los ojos mientras gritaba por ayuda.

Pero al parecer nadie transitaba por allí.

Un par de segundos después, escuche golpes, y uno de ellos me lanzo al suelo.

-¿Estas bien?- Cuestiono un chico frente a mi.

Los sollozos reprimidos no tardaron en ser escuchados, así que con la ayuda de su móvil nos alumbro a ambos.

Intento quitar los mechones de cabello que caían en mi rostro pero lo evadí rápidamente, en aquel momento era un gran manojo de nervios.

-Ya se han ido- Dijo en un susurro, su voz era suave y ligeramente ronca, lo suficiente como para comenzar a calmar mis nervios

-gracias- logre apenas articular luego de un par de segundos.