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Las preguntas la invadieron en cuanto puso un pie dentro del salón de prácticas.

La mirada curiosa por parte de su mejor amigo, le hacían querer golpearlo.

Gracias al cielo, la instructora entro a aquel lugar, de algún modo su cabeza comenzaba a doler con tan solo escuchar la voz de aquel chico reclamándole el porque no contestaba sus mensajes y llamadas.

A veces deseaba querer solo ser una sombra que nadie note y no tener nadie al que contar que hacia a diario.

Sin embargo, estaba Jongdae, aquel chico quisquilloso con una personalidad confusa que estaba día y noche tras ella, preguntado una y mil cosas como si fuese una clase de detective.

O tal vez lo era, y mantenía su identidad bajo secreto.

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-¿Donde estabas?-

-¿Por que no contestabas?-

-Te deje miles de mensajes-

Extendió su mano hacia el y cubrió sus labios de manera brusca, pero aun así se escuchaban los mormullos por parte de este.

-Haces demasiadas preguntas- Dijo ella sentándose sobre el pasto del jardín.

Su amigo le miro molesto y repitió su acción.

Se quedaron sentados en silencio mientras veían pasar las personas frente a ellos.

En sus horarios no había nada más que hacer, así que solo se quedaron alrededor de la facultad de medicina a pasar el tiempo.

Aquellos momentos los disfrutaba, aquellos cuando su amigo estaba en silencio.

Pero como siempre, el terminaba arruinando aquello.

Pero al fin y al cabo era su amigo.

-¿Quieres?- Dijo el extendiendo una bolsa de patatas

Ella negó en modo de respuesta así que se encogió de hombros para luego seguir comiendo sus frituras.

-Eres tan ruidoso- Dijo ella chasqueando la lengua

El sonido del masticar se escuchaba por todos lados, lo cual le era molesto.

-¿Acaso tienes el periodo?-

-Estas muy sensible- Comento el mostrando su lengua.

Ella rodo los ojos para luego levantarse.

-¿Me acompañas?- Susurró, a lo que su amigo se levanto rápidamente de aquel lugar.

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-¿Por qué no me dejas entrar?- Se quejaba él tocando una y otra vez la puerta de su departamento.

Había olvidado las condiciones en la que se encontraba el lugar.

No debió pedirle a su amigo que la acompañara, sabia que este quería entrar y tirarse al sofá como siempre lo hacia.

Si lo dejaba entrar debía responder a todas sus preguntas y quería evitar todo aquello, así que cuando este dio un paso hacia adelante cerro la puerta inmediatamente.

-Kim-

-Kim-

Llamaba una y otra vez pero ella no accedía a dejarlo pasar.

Escucho como suspiraba, se había dado por vencido.

-Nos vemos mañana- Se despidió el.

Se deslizo por la puerta hasta quedar sentada, extendió sus piernas hacia adelante y suspiro al ver nuevamente su departamento.

Era un total desastre.

Era imposible quitar aquellas manchas.

Necesitaba un nuevo sofá y pintura nueva para sus paredes.

Pero ya luego se encargaría de aquello.

Aquel chico que se hacia llamar Chanyeol vino a su mente en pequeños fragmentos como si de un rompecabezas se tratara.

Sacudió su cabeza para luego levantarse e ir a su habitación.

Mañana se aseguraría de borrar todo rastro de lo que sucedió esa noche, aunque no estaba muy segura de querer borrar la imagen perfecta de aquel chico llamado Chanyeol.

Run → [Chanyeol]Where stories live. Discover now