021

2.2K 232 26
                                    


– ¿Acaso estas tan ocupada como para no ir por tu hija al aeropuerto? – comento ella dejando caer su bolso al suelo.

– En el mismo vuelo iba el hijo de una amiga, así que no hay problema con eso, ya estas aquí – respondió de manera sarcástica.

– Tuve que darle mi reloj al taxista como pago – Exclamo Kim

– No es cierto, acabo de ver un auto alejarse –

– Señora Choi – Interrumpió un chico que al parecer era su asistente.

– Que – Exclamo la mencionada haciendo que el recién llegado diera un pequeño brinco.

– La señora Zhang esta esperando – Respondió el cabizbajo antes de despedirse y retirarse.

Su madre suspiro sonoramente y observo detenidamente a su hija, si que había crecido en estos últimos años. Se acerco a ella y beso ambas mejillas. Se dio cuenta de sus temblorosas manos y le abrazo antes de que esta comenzara a llorar.

–Te extrañe tanto–

Y yo a ti hija.

Quiso decirlo, pero solo logro pensarlo. Se alejo un poco y le sonrió acariciando la parte baja de su rostro.

–Ven conmigo al trabajo–

Esta sonrió y asintió. – Solo si no me toman fotos–

                                                                                        ---

Sentado en la terraza del edificio se dio cuenta de que aquel no era tan alto como aparentaba ser, abrió su mochila y observo la gran cantidad de sobres de color que se encontraban dentro de este. Había tocado un par de veces la puerta de entrada y había dormido una que otra noche en el corredor esperando que apareciera, pero su ausencia se notaba aun más al pasar los días.

No sabia donde estaba, si se encontraba bien, o si lo pensaba así como el lo hacia con ella.

Se levanto y se adentro nuevamente al edificio buscando el piso correcto.

Ladeo su cabeza hacia un lado pensando un poco en cuanto estuvo frente a la puerta, tecleo un par de números sobre el pequeño aparato que estaba aun lado de esta y sonrió en cuanto abrió.

El lugar estaba muy silencioso y los muebles estaban cubiertos con sabanas blancas.

Camino lentamente hacia el sofá y se acostó sobre este.

– Su sofá sigue siendo cómodo—Dijo en un susurro.

Se levanto nuevamente y tomo su mochila. Vaciando completamente su contenido sobre la alfombra de la sala de estar.

"Necesitas cambiar la clave de acceso. Tú fecha de nacimiento.

Es en serio? Te creí más inteligente" dejando aquella nota sobre la mesa de cristal dio un último vistazo y se fue del lugar.

Ya estaba cansado de jugar a las escondidas. Debía terminarse aquel juego sin fin o se volvería loco.

—solo dime que estas bien —

                                                                                ---

—Lay ya esta dentro— Comento una chica castaña observando su ipad.

La señora Choi le agradeció y se dirigió hacia dicho lugar de manera sonriente.

—Mei — Saludo ella de manera alegre al ver una señora bien vestida sentada en una de los sofás que tenia el estudio.

Esta se levanto y recibió a la otra con un abrazo. — ¿Ella es Kim? — pregunto a lo que recibió un si como respuesta.

—Es más bonita en persona— Comento ella de manera dulce.

—Es un gusto señora—

—Ohh, no no. El placer es todo mío, siempre he querido conocerte—

—Tu mama siempre nos habla de ti—

Como respuesta solo sonrió de manera tímida, su madre hablaba de ella con otras personas, lo cual resultaba un tanto vergonzoso.

—Es hora— exclamo un chico de cabello gris llamando la atención de todos los presentes.

Un chico de cabello negro salió a lo que parecía ser un set de fotografía. Vestía la ropa de su madre, modelando frente a la cámara. Sus ojos se fueron directamente a su rostro, este estaba perfectamente maquillado cubriendo cualquier imperfección, si es que pudiese tener alguna. Sus miradas se encontraron cuando este noto su presencia y le sonrió de lado haciendo que un pequeño hoyuelo apareciera en su mejilla.

Hizo una seña para tomarse un minuto y se acerco a ella.

—Hola nuevamente— Saludo el amablemente.

—Hola— respondió ella de la misma manera.

— ¿estas aquí porque quisiste venir o tu mama te obligo? —

—Ambas— dijo ella riendo.

— ¿eres lay o yixing? —

—Ambos— respondió el para luego reír.

—Son perfectos— se escucho decir.

Ambos voltearon a ver la madre de Kim y esta observaba la escena emocionada.

No no no, de ninguna manera iba a posar para la cámara.

Pero, no fue suficiente negación. Ahora se encontraba sentada en un mueble de madera con yixing a su lado sonriendo para la cámara. Ambos seguían las órdenes del fotógrafo y a veces se daban miradas tímidas entre ellos.

—Bésala en la mejilla — Grito este.

No fue suficiente que entrelazaran sus manos, ahora quería que se besaran.

Cerros sus ojos rápidamente y sintió la respiración de su compañero sobre su mejilla seguido de un cálido beso que le hizo revolverle las entrañas.

¿Que tipo de reacción era aquella?

Sacudió su cabeza y abrió nuevamente sus ojos. Volteo hacia su dirección y el se encontraba en la misma posición con sus ojos cerrados. Se olvido del lugar en el que estaban y se dedico a observar su rostro más de cerca y se perdió en sus ojos en cuanto este los abrió.

—Terminamos— Anuncio el fotógrafo sacándola de su trance.

Que pasa conmigo. Pensó

Se levanto del lugar y fue a un pequeño cuarto a cambiarse.

—Te gusta el, cierto— Mas que una pregunta, sonó como una afirmación.

—Por supuesto que no, solo llevo un día de conocerlo— Respondió agitando sus manos.

—Si , claro — Comento su madre de manera sarcástica.


El amor puede ocurrir de distintas maneras.

El amor es como la gravedad, una vez que lo ves lo dejas todo por completo y comienzas a girar alrededor de el.

¿Acaso es lo que llaman amor a primera vista?

Run → [Chanyeol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora