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Ambos chicos se encontraban aun en la sala de estar mirándose fijamente, tratando de decodificar lo que cada uno pensaba.

Pero sus rostros inexpresivos no mostraban señal alguna de lo que pasaba por sus cabezas.

-Puedes quedarte por esta noche- Dijo ella cortando aquel silencio ensordecedor.

El chico solo asintió, para luego acostarse nuevamente y cubrir su rostro con su antebrazo.

-Debes pagar todo lo que has arruinado-

No hubo respuesta por parte de Chanyeol, así que se levanto y camino hacia su habitación para asearse y así quitar aquellas manchas de sangre que habían en la parte superior de su cuerpo.

Cambio su ropa y arreglo un poco su cabello para luego largar un gran suspiro mientras se observaba al espejo.

¿Que diablos hacia?

Dejar quedarse a un desconocido que posiblemente era un asesino en serie.

Curar su herida y dar un poco de su sangre ya que este había perdido mucha.

Seguramente entraría a su habitación a media noche y la mataría mientras dormía.

Recordó la película que días antes había visto y cubrió su cuello con ambas manos y horrorizada pensó una y mil cosas. Tal vez estaba siendo paranoica, pero su miedo incrementaba al pasar los minutos.

Entreabrió la puerta de su habitación y asomo un poco su cabeza para poder observar hacia donde el chico se encontraba.

Suspiro relajada al observarlo aun acostado sobre el sofá. Al menos aun no había intentado hacerle daño, pero aun así su miedo no se iba.

Se dirigió hacia su armario y tomo un par de frazadas, y nerviosa camino hacia donde estaba aquel chico según llamado Chanyeol.

-oye- susurro ella y este inmediatamente la observo.

Sin decir nada extendió aquello sobre su brazo y este le agradeció en silencio.

Giro sobre sus talones y camino nuevamente hacia su habitación.

-espera- exclamo él haciendo que se detuviera y volteara a verlo.

-¿Cuál es tu nombre?- pregunto.

-Kim- respondió ella de manera simple.

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Las mañanas calurosas de agosto la hacían sentir bien.

Relajada.

Fue hacia el baño, lavo su cara y dientes.

Cepillo su cabello y arreglo su cama.

Fue hacia su armario y sonrió cuando encontró lo que buscaba.

Salió de su habitación cuidadosamente, y el desconocido aun dormía plácidamente sobre aquel desastroso sofá.

Dejo aquella ropa, cepillo y crema de dientes sobre la mesa de cristal. Para asi comenzar a recoger todo aquello, para luego ir hacia la cocina y hacer el desayuno.

Aun sentía temor, pero aquella cálida mañana le hacia sentir menos preocupada.

-es de tu novio- Dijo el detrás de ella refiriéndose a la ropa que cargaba puesta.

Ella solo negó y sirvió un plato para el, tocino y huevo frito mas una tostada con jugo de naranja.

El inclino un poco su cuerpo hacia delante en señal de agradecimiento y se sentó en una de las sillas de aquel bonito comedor.

Lavo rápidamente los trastes luego de comer y ambos se dirigieron hacia la sala de estar para revisar su herida.

Limpio un poco de esta y coloco un vendaje nuevo.

Aquella herida no era tan profunda, pero lo suficiente como para suturar.

Una herida causada por un impacto de bala, la cual solo le rozo.

Aunque el no lo dijera, ella lo supuso.

Por algo estudiaba enfermería.

Lo acompaño hacia la entrada y este la observaba un tanto nervioso.

-pagare por todo- dijo el rascando su cuello

Ella solo asintió y agito su mano.

-cuida tu herida- Susurró.

El asintió y salió al pasillo en silencio.

Adiós, aquella palabra sentía que no la quería decir, así que se despidió agitando su mano.

Escucho como cerro la puerta y bajo su mirada cuando subió al ascensor.

Sonrió cuando recordó su nombre.

Aquella chica mostraba una actitud tan curiosa.

Lo que ella no sabia, era que a el le encantaba el misterio.


Run → [Chanyeol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora