Crazy Youth (Justin Bieber)[TERMINADA]©

Capítulo 7. De todo menos parar

Miré de reojo hacia la cama de Marine para ver si estaba dormida.

Completamente dormida.

Me levanté con sigilo y me puse mis bambas Nike, sin apartar mis ojos de Marine.

Cogí mi bolso y puse mi móvil, las llaves de la habitación, un termo con chocolate caliente, galletas y una botella de agua.

Abrí la puerta con cuidado y salí cerrándola de nuevo.

Bajé al vestíbulo del hotel y me escabullí para salir por la puerta trasera.

Me dirigí al río y pasé al otro lado de él.

Anduve por el lado del río  mirando alrededor, buscando la montaña que nos enseñó Greg.

Paré en seco al escuchar ramas romper y luego pasos.

Me escondí entre los árboles asustada.

Me asomé un poco para ver que es lo que hay.

Fruncí el ceño al ver una persona andar por esa zona.

Decidí ir detrás de esa persona. Lo seguí sigilosamente hasta que paró.

Intenté acercarme a él pero no se como, desapareció.

Tragué saliva. ¿Dónde se ha metido?

Miré a mi alrededor girando en mi propio eje.

Me mordí los labios nerviosa.

- !BOO! - grité con todas mis fuerzas, asustada.

Paré al escuchar las carcajadas de alguien detrás mío.

Me giré y abrí la boca al ver a Bieber agachado en la nieve partiéndose de risa.

- ¡Bieber! -le grité enfadada.

- Lo-lo siento. -dijo calmándose.- ¿Qué haces aquí?

- Te podía preguntar lo mismo. -dije cruzándome de brazos.

- Déjame adivinarlo. -dijo poniendo su dedo índice en el mentón haciendo ver que pensaba.- Has venido a subir esa montaña misteriosa.

- No, vine a tirarme y suicidarme, porqué estoy cansada de ti. -dije bromeando.

- Pero si nisiquiera has estado conmigo. Y te aseguro que una vez que estés conmigo no querrás irte de mi lado. -dijo coqueto.

Negué con la cabeza y volví a mi misión de esta noche: subir la "misteriosa" montaña.

Iba delante de Justin, mientras él hablaba de sus ligues.

Unos minutos después me giré para verlo, ya que sentía su voz lejos de mi.

Rodé los ojos. Ya se había cansado.

- ¿Descansamos? -dije cuando llegó a mi. Me senté en una roca cubierta de nieve.

- No, que va. Estoy perfecto. -dijo jadeando. Me fijé en su labio inferior que temblaba por el frío.

- Tú no. Me refería a mi. Estoy cansada. -dije porqué sabía que él no aceptaría que se ha cansado antes de una chica.

- Oh, está bien. Nos quedaremos sentados aquí por unos cuantos minutos, ¿si?

Asentí mientras él se sentaba a mi lado.

Saqué el termo de mi mochila y se lo tendí a Justin.

- ¿Qué es? -preguntó cogiéndolo.

- Chocolate caliente. -dije sacando las galletas para mi.