Crazy Youth (Justin Bieber)[TERMINADA]©

Capítulo 23. Este es mi fin

Abrí la puerta principal de mi casa y entré. Vi a Marine sentada mirando hacia la televisión. Me senté a ver que que miraba y me sorprendí al ver que la televisión estaba apagada.

- Marine, ¿estás bien?

Pero ella ni se había enterado de que le había hablado.

- Marine... -la llamé.- Marine... Marine... ¡Marine!

Se sobresaltó al escuchar mi grito.

- ¿En que pensabas?

- Nada. -dijo riendo nerviosa.

- Marine... -le advertí.

- Está bien. -dijo resignada.- Ayer... Aaron me besó.

Lo miré sorprendida. ¿Aaron ha besado a Marine? Ya era hora.

- Cuéntame. -dije emocionada.

Rápidamente me saqué las zapatillas y me senté en forma de indio, mirando hacia ella.

- No fue nada romántico. Te lo digo desde un principio para que luego no te decepciones.

- No importa. Tú solo dime.

- Ayer cuando salí de coche, entré en la cocina y después entró Aaron. Cómo es normal nos quedamos un buen rato discutiendo hasta que sólo me quedé yo diciéndole cosas. Aaron estaba rojo por la furia, me entró miedo pensando que me pegara, pero igual no dejé de insultarlo. Hasta que él me cogió de la nuca y me calló besándome.

Oh así que Aaron besó a Marine para callarla y no porqué la quería.

- Bueno pero un beso es un beso. -dije intentando hacerle sentir bien.

- Sé que nunca más pasará algo entre nosotros. -dijo entristecida.

- Nunca digas nunca.

Ella me miró y luego me sonrió. Me acerqué a ella y la abracé. Ella se aferró a mi y lloró.

Me sentí mal por ella, no es culpa haberse enamorado de un mujeregriego.

Ni tampoco es mi culpa haberme enamorado de un otro mujeregriego y aparte de que es criminal.

Cuando se calmó, empezamos a hablar sobre la universidad.

Mi móvil sonó y apareció el nombre del señor Rodríguez en la pantalla.

Sonreí al ver que era él. Se había convertido en alguien importante para nosotras. Nos trataba como si fuéramos sus propias hijas. Seguro que nos llama para saber cómo estábamos.

- Buenos días. -dijimos Marine y yo al unísono, ya que lo había puesto en manos libres.

- Buenos días, hijas. -dijo.

- ¿Nos llama para saber cómo estamos o hay algo más?

- Espero que estéis bien y si, hay algo más. -dijo riendo.- Os vamos a enviar en un concurso.

Marine y yo nos miramos com los ojos abiertos. ¡Wow! Eso si era bueno.

Nos empezó a darnos información sobre el concurso.

El timbre sonó interrumpiendo nuestra conversación.

Me levanté para abrir la puerta. No sé por qué tenía algo que me decía que no lo hiciera, pero ¿por qué no?

Abrí un poco la puerta, pero me tuve que echar atrás por qué la persona que había tocado el timbre había abierto la puerta completamente, empujándola fuertemente.