Pesadillas. cap.2

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Tomé el candelabro de la mesita de luz a mi lado, luego de encender la vela con magia, seguí caminando por el pasillo sin fin. Mientras miraba los cuadros a mis costados. En uno aparecía una señora leyendo, la inscripción de abajo, decía: Sra.Prime 1753.
En otro de los cuadros había un hombre y una mujer tomados de la mano, la inscripción decía: Señora y señor Wolwood 1754.
El último cuadro que ví, era de un niño acariciando a un perro, debajo decía: Niño Felipe Wolwood y su perro Thomas 1754.
Por sus vestimentas, deduje que serían una familia adinerada.
Cuando llegué al final del pasillo, ví una vieja puerta de madera. Giré la llave que había en la serradura de ésta y abrí despacio la puerta.
Ahora estaba en un comedor, y había una familia cenando. Me acerqué al niño, pero no me veía. Me acerque a la señora, pero tampoco me veía, lo que significaba que era invisible para sus ojos. Luedo de mirar bien a cada persona, me di cuenta de que eran las mismas personas que estaban pintadas en los retratos. Pero estaban quietos, hasta que epezaron a moverse, a comer. Como si fuera una obra de teatro en vivo.

-comé todo Felipe -ordenó el hombre, que seria el padre del niño.

Felipe negó con la cabeza- no comeré a mi propia mascota.

El padre negó con la cabeza- está muerta, ahora come o te vas a tu alcoba.

Él niño se paró y desafió al padre con su mirada- no comeré a mi águila. Aunque este muerta no lo haré.

El padre apenas levanto la mirada para verlo- eres un cobarde, ¡vete a tu alcoba y mañana veré tu castigo!

El niño salió corriendo, por la puerta por la que yo entré.
La mujer siguió comiendo como si no hubiera pasado nada y el hombre la imitó.

De pronto aparecí en otro lugar, en un dormitorio, allí se encotraba el niño llorando en su cama y abrazando con fuerza una almohada.

-mataré a ese hombre, no tiene derecho a tratarme así, ni si quiera es mi padre -el niño estaba enojado y triste. "Así que ese hombre era su padrastro" pensé.

Otra vez aparecí en otro lugar y esta vez fue en un bosque. Me encontraba parada en medio de un rocoso camino, a lo lejos divisé a una pareja corriendo apresuradamente. Cuando llegaron hasta mí, se sentaron al lado de un arbol. "Tampoco me ven" pensé.
Miré los rostros de la pareja y quedé sorprendida. La chica era yo, es decir, la chica que estaba con el joven era yo. Tenía mi rostro. El joven era el niño Felipe, pero un poco mas grande. De unos 16 años de edad diría yo.

-Felipe, no se si escapar sea lo mejor -mi otra yo estaba preocupada, pero... ¿por qué?

-amor mío -el joven la abrazó- es lo mejor.

Entonces se empezaron a escuchar gritos y caballos al galope.

-¡nos han encontrado! -dijo Felipe- tenemos que escondernos.

La otra yo, se escondió en unos arbustos. Felipe fue a por ella y entonces fue tarde, alguien disparó una flecha que se clavó en su pecho y lurgo el chico calló muerto. Me tapé la boca con las manos, horrorizada.
La otra yo, ahogó un grito y sollozó en silencio, escondida, esperando que todo pasara.

-Felipe... -dijo mirando el cuerpo tendido en el piso.

****
-¡LEVÁNTATE! -dijo Alec sacudiéndome- has dormido como por una eternidad.

"Todo fue una pesadilla" pensé.

-Magnus quiere hablar contigo -dijo Alec cruzado de brazos.

Me levante de golpe y fui corriendo hasta la sala, donde estaba Magnus tomando una taza de té.

-¡he soñado con un tal Felipe de 1754! -dije sin aliento.

A Magnus se le escapo de las manos la taza de té y cayó al piso, haciéndose pedazos en el acto.
Luego me miró con los ojos muy abiertos.

-¿Felipe Wolwood? -preguntó con la mirada perdida. Yo asentí.

-¿lo conocías? -pregunté frunciendo el ceño.

-lo conozco -dijo Magnus arqueando una ceja.

-no te entiendo -estaba muy confundida.

-él no ha muerto Jess, es un vampiro -Magnus se quedó pensando- creo que vive en New Jersey.

Me quede pensando un segundo, y después de un silencio incómodo dije lo que pensaba

-necesito respuestas Magnus, debo ir a New Jersey.

-solo te dejaré ir con alguien, que te pueda llevar -Magnus sonrió- irás mañana.

-¿con quién?

-si te digo, no querrás ir -Magnus volvió a sonreir y me dio miedo- pasaré tiempo con Alec, mientras tú no estés.

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Ya era de noche y me estaba por acostar a dormir. Entonces me acordé de sepillarme los dientes, así que luego se hacerlo me acosté y no tardé ni un minuto en dormirme.

"Una niña corriendo por los jardines, la observé detenidamente, era pelirroja. La niña se dirgía a una casa, así que la seguí. Pensé que ella entraría, en cambio, se sentó en el porche y comenzó a mirar los pajaros que que volaban en el claro cielo.
Luego la escena cambió, y ésta vez estaba frente a la puerta de entrada de la casa y el anochecer reinaba en el cielo. Yo como por impulso decidí entrar en la casa y al hacerlo, vi a un niño sentado en una escalera que debía de llevar al piso superior de la casa.

-mamá... Tengo hambre -dijo el niño, también pelirrojo y de ojos verdes- ¿cuando estará listo el almuerzo?

Como nadie le contestó, fue hasta la cocina y tanto yo como el niño, quedamos horrorizados. En la cocina estaba la madre del niño, con una flecha clavada en su pecho, la niña estaba junto a la madre, ella tambien estaba muerta. Una nota posaba en el pecho de la niña.
El joven sollozando, agarró la nota y leyó en voz alta: "Mira detrás de ti"
El niño volteó y yo lo imité. Detrás de nosotros, había un hombre, con un arco. Y entonces disparó una flecha, que se clavó en el pecho del niño. Tapé mi boca con mis manos y caí de rodillas al piso. "Es solo otra pesadilla" pensé "pronto despertaré".

Jessamine - La hija de MalecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora