Un adiós. cap.39

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Último capítulo.

Narra Ian:

Dejo las flores apoyadas en la cripta y doy unos pasos atrás.

-Creo que esta es la primera vez que te visito -digo con las manos unidas.

Por supuesto nadie me respondió, pero yo igual en el fondo sentía que me escuchaba.

-Creo que nunca te dije lo importante que eras para mí -agregué sintiendo un nudo en la garganta- es sorprendente como uno puede pensar que tiene todo, y al pasar el tiempo ir perdiéndolo todo.

Una suave brisa recorría todo el lugar.

Había poca gente, cosa que siempre fue normal en un cementerio.

No quería y no iba a llorar, porque yo sabía que ella me patearía el culo por eso, ya sea en forma de fantasma si no le quedaba otra.

-Todos te extrañan, mamá, Ryan, yo, papá... y de seguro la señora Vernugsky también -dije y no pude evitar soltar una risa por lo último.

Pongo las manos en mis bolsillos y largo suspiro.

-En fin... Te amo Maddie, sos mi hermana y eso nunca va a cambiar. Aveces me gusta creer que sigues viva en alguna parte, que sigues en esa dimensión, pero luego me doy cuenta de que eso sólo me lo imagino, porque no quiero aceptar la pérdida.

Me quedo unos minutos en silencio y luego de decir adiós en un susurro, me voy del lugar.

***
Ya han pasado dos días desde que visité el cementerio en Canadá, y Jessamine aún no despierta.

Si cuentas los días desde que Jess cayó inconsciente llegas al total de tres semanas. El único indicio de que está viva es el débil latido de su corazón, como si todavía no estuviera segura de si debía vivir o morir.

Todos los días iba a la enfermería del instituto y me encontraba con Magnus y Alec, quienes prácticamente vivían allí, estaban igual o peor que yo con todo esto. Todas las mañanas le preguntaba a Magnus como estaba ella y el siempre me contestaba lo mismo "Sólo nos queda esperar".

Pero ése día los dos chicos fueron casi que obligados por Maryse a salir de la enfermería. Según ella ahora que había llegado yo, ellos podrían tomarse toda la mañana para bañarse y comer bien, como hace días que no hacían, bueno, lo de bañarse supongo que sí, aunque sea unas duchas rápidas se deben de haber tomado...

Me siento al lado de la camilla de Jessamine y la observo un momento, estaba tan pálida...

-Lo que daría por volver a ver ese brillo en tus hermosos ojos -susurro tomando una de sus débiles y frías manos.

Yo no recordaba nada del día en que todo sucedió, el día en que Jessamine calló inconsciente y no despertó.
Alec me contó lo que pasó luego de que se lo preguntara miles de veces.

Según él, encontró un papel en mi habitación que, luego de deducirlo con Magnus, debía estar dirigido a Jessamine; Alec me dijo que siguieron la dirección que indicaba el papel, pero que cuando llegaron al lugar ya era tarde. Jess estaba tirada en el altar inconsciente y a parte de mí, no había nadie más allí.

Trato de recordar el momento en que me secuestraron, pero no puedo. Supongo que utilizaron algún tipo de hechizo para eso.

-Necesito saber si vas despertar -digo en un murmullo- no quiero perder la esperanza.

***
Narra Magnus:

Todo esto es mi culpa.

Si yo no hubiera resucitado a David, nada de esto hubiera pasado.

Jessamine - La hija de MalecWhere stories live. Discover now