Cenando con nefilims. cap.10

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Ian caminaba por mi habitación mientras miraba mis fotos colgadas en la pared.
Eran fotografias de un viaje que hicimos Magnus, Alec y yo. Habíamos ido a Rusia.
Me acuerdo que Alec estaba nervioso todo el tiempo, ya que no entendia el idioma. Yo en cambio tenía un diccionario a mano todo el tiempo.

Me senté en la cama y seguí mirando a Ian.
Éste se dió vuelta y vió que lo miraba. Desvié mi mirada rápidamente.

-¿crees que Magnus y Alec te esconden cosas? -preguntó.

-si, es obvio -dije y suspiré- la última vez que actuaron así, fue porque mojaron unos de mis libros por accidente y trataron de ocultármelo -luego reí- me acuerdo de que días después Magnus dijo que había sido Alec.

Ian rió y se sentó a mi lado en la cama.

-¿por qué crees que te ocultan cosas?

-seguramente no quieren que me meta en problemas -dije y dudé de mis propias palabras, ¿de verdad pensaba que era por eso que me ocultaban cosas?.

-puede ser... -dijo Ian.

***
Hoy era sábado, lo que significa que tengo que ver qué me pondré para la cena nefilim.

Ahora es cuando me pongo a pensar cosas como:
~¿Por qué acepté ir?
~¿Y si no les termino agradando?
~¿Y si debería no ir y decir que tengo fiebre?
~¿Y si a mí no me agradan?

Y me respondo:
~Acepté ir por Ian.
~si nos les termino agradando no es mi problema.
~Magnus se daría cuenta de que es mentira lo de la fiebre e Ian también.
~Si no me agradan...y bueno, me preguntaré lo primero una y otra vez, "¿por qué acepté ir?".

Contemplando el techo de mi habitación, decido levantarme de la cama y bañarme.

Entro al baño y me desvisto, luego prendo la ducha y me meto en ésta. Bañarme con agua bien caliente relaja mi cuerpo.
Luego de bañarme y secarme, me miro al espejo.
Mis ojos están mas celestes de lo normal y el borde negro más llamativo.
Mis pocas pecas en mi nariz me encantan.
Mi piel pálida, hace que mis labios parezcan pintados de rojo.

Me vuelvo a mi habitación y me visto.
Luego voy a mi escritorio y me siento. Hago eso para poder pensar en las cosas que tendría que hacer hoy.

No ir a la escuela como cualquier adolecente normal, es triste. Siempre tengo tiempo libre y lo paso sola. Magnus y Alec son como mis padres para mí, pero ellos siempre están ocupados. Por lo menos ahora sé mejor porqué.
Antes creía que Magnus y Alec eran abogados que viajaba mucho. Ahora sé que son seres sobrenaturales, que viajan mucho a la famosa ciudad, Alacante.
Me paro y camino descalza a la cocina.

Entro y abro la heladera. De ésta saco una botella de leche. La pongo sobre la mesada y de la alacena, saco mis cereales multicolores. Me sirvo leche en un tazón y coloco los cereales.
Luego de comer en silencio, lavo el tazón y guardo cada cosa en su lugar.
No sabía que hacer, así que me fui a leer a mi habitación.
Iba por el pasillo cuando sentí que alguien abría la puerta de entrada de la casa.
Pasos se aproximaban, y puede escuchar hablar a Ian y a Alec.
Me fui corriendo a mi habitación, para cambiar mi pijama por ropa común.
Me puse mis shorts blancos y una blusa celeste. Acompañados de mis zapatillas azules.

Fui a la sala y los vi sentados en el sofá. Caminé llendo a la cocina (haciendo como si no hubiera notado su presencia) casi llego a la cocina, pero Ian me llamó:

-¡Jess!

-ah, hola -dije dándome la vuelta- no los vi.

-si claro -susurró Alec y yo lo fulminé con la mirada.
Éste rió.

Jessamine - La hija de MalecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora