Miedo. cap.21

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Narra Hayley:

Luego de la muerte de Maddie, Ryan se había encerrado en su habitación, varias veces me había acercado a llevarle una bandeja con comida, pero siempre que tocaba la puerta él pedía que lo dejaran solo, así que simplemente dejé de llevarle comida.

Ese mismo día a la noche, tenía insomnio, así que fui a la cocina a buscar algo de beber. Cuando me acercaba por el pasillo notaba que la luz de la cocina estaba prendida, así que en vez de entrar, me asomé a ver quién se encontraba dentro. Entonces distingui a Ryan buscando algo en la heladera. Luego éste saco una botella de leche y antes de que se girara me escondí detrás de la puerta. Y cuando él, botella en mano, se dirigía a mi, para volver a su habitación supongo, yo me fui rápidamente a la mía.
No alcancé a ver bien a Ryan, pero apuesto a que debía de estar destrozado.
Se notaba que de verdad le importaba Maddie, aunque yo no la halla conocido muy bien, sé que debe de haber sido una buena persona.

Tres días después, Ryan había comenzado a salir a investigar junto con los nefilims mayores del instituto, por lo que oí, estaban tratando de encontrar a los brujos que asesinaron a Maddie.

Cada vez que me acerco a Ryan para hablarle, él me responde cortante y frío, pero lo entiendo. Él ha perdido a alguien importante para su vida y debe de sentir un vacío en su interior, y por supuesto, sed de venganza.

Hoy era un día diferente, era de medio día y las cosas en el instituto eran más movidas. Nefilims iban de aquí para allá, gente que nunca había visto habían llegado a la mañana y el brujo de la enfermería había estado casi toda la mañana encerrado en su cuarto.

Ahora me encontraba junto a Alex en el comedor, parecía que nadie almorzaría con nosotros, solo doña Vernugsky. Esa señora da un poco de miedo, es muy extraña.

-Otro día más que comemos solos -dijo la señora mirando su comida con el ceño fruncido- en mis tiempos todos debíamos estar en la mesa puntualmente, salvo que haya una misión importante.

-Es que hay una misión importante -dijo Alex tomando un sorbo de agua.

-Patrañas -dijo la vieja haciendo un ademán con la mano- algunos están reunidos, pero otros han pedido comer en sus habitaciones, como el joven Ryan ha hecho desde hace días.

-Talves quieran almorzar solos y en tranquiladad -dije encogiéndome de hombros.

No volvimos a hablar por unos minutos. La verdad es que desde lo que pasó con Maddie las cosas han cambiado, los nefilims adultos siempre están fuera del instituto investigando o teniendo reuniones, por lo tanto a veces ni siquiera comen algo en todo el día, aunque algunos por lo menos comen en sus habitaciones. Sobre todo el padre de Maddie, quién al enterarse de la muerte se su hija, calló destrozado. El hombre parecía de acero, sin embargo amaba tanto a su hija que no pudo si quiera contener las lágrimas delante de todos. El padre de Ryan también quedó impactado por la noticia, ya que doy por supuesto que conoció a Maddie desde que nació.

-Señora Vernugsky, ¿sabe usted por qué han venido tantos nefilims extranjeros al instituto? -preguntó de repente Alex.

Me hizo un poco de gracia que haya usado la palabra extranjeros, ya que él y yo lo somos.

-Por lo que me enteré -dijo la señora Vernugsky, arrugando la frente- el tema de los brujos que usan artefactos con magia negra es más peligroso de lo que pensaban, los nefilims que han ingresado al instituto, son refuerzos para las misiones.

-¿Y por qué a nosotros no nos piden ayuda? -pregunté un tanto indignada.

-Porque necesitan a nefilims adultos...

-Y entonces, ¿por qué Ryan si participa en las misiones? -dijo Alex interrumpiendo a la señora.

-Supongo que él fue una excepción -respondió encogiéndose de hombros.

Luego de eso seguimos comiendo en silencio.

***
Narrador X:

Traspasé la puerta de hierro y traté de ver en la oscuridad, se veía muy poco, casi nada.

-Jessamine -susurré.

Ella se encontraba en una esquina del cuarto acurrucada, escondiendo su cabeza entre las piernas. Podía notar que estaba temblando y sus dientes castañaban.

-Jess -dije un poco más alto.

Ella sacó la cabeza de entre sus piernas y miró cada rincón del pequeño cuarto. Sus ojos estaban abiertos de par en par y en ellos se reflejaba el temor.

-¿Quién es? -preguntó débilmente.

-Jess, soy yo -dije acercándome a ella, trate de tocarla, pero mi mano la traspasó- Maddie.

-¿Maddie? -preguntó en un susurro- debo de estar volviéndome loca.

-No, Jessamine realmente estoy aquí -dije desesperándome.

Ella volvió a mirar a todos lados, pero esta vez con el ceño fruncido.

-¿Cómo es posible? -susurró.

-He muerto, no recuerdo como, pero es la única manera de que esté en esta dimensión como alma, así que debo de haber muerto -dije un tanto confundida.

-Maddie... -comenzó a decir seguramente lamentando mi muerte.

-No importa, si mi alma ha entrado en esta dimensión en vez de ir en paz, es porque debo de tener una misión -dije tratando de explicarle lo poco que sé- Jessamine no sé porqué pero siento que debo ayudarte, siento una extraña atracción hacia ti.

-La verdad es que ni siquiera sé que hago aquí -susurró, sus ojos brillaban, parecía que se estaba conteniendo de llorar.

Iba a decirle algo para hacerla sentir mejor, pero alguien abrió de golpe la puerta de hierro.
Una persona se encontraba en el marco de la puerta, veía un poco al hombre, pero no lo conocía.

El hombre se acercó a paso rápido y me asusté de que me viera, sin embargo pasó a través de mi, él tampoco podía verme.

Miré a Jessamine y ésta se encontraba aterrorizada, el hombre la tomó de los brazos obligándola a pararse.

-¿A donde vas a llevarme? -preguntó Jessamine desesperándose.

-Ahora verás -dijo en un tono cansado el hombre.

Yo me empecé a desesperar, si llevaba a Jessmine aún más dentro de la mansión, yo ya no podría seguirla, ya que la única parte sin estar protegida por magia parecía ser el sótano.

Miré alarmada a Jess, pero ella no podía verme.

-Jess -susurré esperando que el hombre no me escuchara- si te lleva a otro lado, no podré seguirte, hay magia que protege la mansión.

Jessamine pareció escucharme. Entonces hizo algo inesperado, le dio una patada en la rodilla izquierda al hombre. Sin embargo el hombre nisiquiera se tambaleó, no pareció sentir el golpe.
Me esperé la peor reacción de éste, pero simplemente carcajeó sin gracia.

-Eres muy débil niña -dijo arrastrándola fuera del cuarto.

-¡No! -gritó Jessamine oponiendo resistencia, pero era imposible, el hombre era mucho más fuerte que ella.

Desesperada los seguí, pero entonces el hombre abrió la puerta de madera que daba a la mansión, y pasó por ella junto con Jess. Yo traté de seguirlos, pero me choqué contra el escudo de magia que protegía la casa. No podía pasar, debía esperar a que alguien rompiera el escudo, sin embargo dudo de que Jessamine pueda hacerlo.
Presentía que le harían algo, tenía miedo por ella.

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Hello!!

Espero que les haya gustado el cap!!

Nos vemos la próxima semana!! Bye!!

PD: voten y comenten pliss!

❤~Mery

Jessamine - La hija de MalecTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon