Jessamine - La hija de Malec

Recordar. cap.28

Narra la escritora:

-¡No! -gritó Ian cuando el portal se cerró, calló al piso devastado- Maddie -agregó en un susurro hundiendo el rostro entre sus manos.

La barrera se había roto y Magnus se acercó velozmente a Jessamine, ya que cuando su alma cruzó el portal, se metió en el cuerpo instantáneamente, para luego dejarla inconsciente.

-Solo esta desmayada -dijo Magnus tomándola entre sus brazos- la llevaré a su habitación.

Ian seguía tirado en el piso e Isabelle se había acercado a consolarlo. Ella sabía que Ian debía sentirse fatal por no haber podido ayudar a Maddie.

***

Jessamine despertó a los dos días siguientes y se sorprendió al recordar absolutamente todo su pasado.
Ella estaba en un nido de emociones, recordaba todo y eran demasiados años de recuerdos.
Magnus decía que lo que podría haber pasado, era que cuando su alma regresó a su cuerpo el hechizo de perder la memoria, que ella misma se había hecho, se había roto.

Jessamine tenía también un choque de actitudes, entre una de una chica inmortal de cientos de años, y una adolescente de 16 años.

Ahora se encontraban Magnus y Alec sentados frente a ella, en la biblioteca.

-Entiendo si quieres irte para siempre ahora que recuerdas todo -dijo Magnus.

-Que haya recordado todo no quiere decir que los olvidé -dijo Jessamine con una pequeña sonrisa- ustedes son mi familia.

Ellos sonrieron agradecidos.

-Y tú eres como nuestra hija -agregó Alec.

Ella rió y los tres se abrazaron. Luego Jessamine rompió el abrazo y miró con tristeza a Alec.

-Perdón por haberte atacado antes -dijo arrepentida.

-No eras tú -contestó Alec.

Ella solo asintió con una pequeña sonrisa.

***
La noche había llegado y Jessamine tenía unas inmensas ganas de hablar con Ian, así que se dirigió a su dormitorio.

Tocó la puerta tres veces y esperó.

-Pase -dijo una voz adormilada dentro de la habitación.

-Lo siento, ¿te he despertado? -preguntó asomándose por la puerta, vio a Ian sentado en su cama solo con unos pantalones de pijama y frotándose los ojos con una mano- confirmado, te he despertado -agregué y él rió.

-No importa, total si seguía durmiendo luego me despertaría a la madrugada y no podría volver a dormir -dijo y tanteó al lado suyo en la cama- ven sientate.

Le hice caso y me giré a verlo atentamente.

-Gracias -le solté y él me miró confundido- por haber desconfiado de mi, cuando nadie lo hacía, gracias a ti no logré llegar tan lejos como a mi padre le hubiera gustado -agregué y él sonrió de lado.

-Lo hice por ti, Jessamine -dijo mirándome fijamente- no soportaba la idea de no tenerte, de tener solo tu cuerpo con mente maligna -agregó y rió.

Jessamine sintió un cosquilleo en su estómago y eso la preocupó.

-Bueno, debo irme -dijo rápidamente levantándose y se dirigió a la puerta casi corriendo- gracias de nuevo -agregó volteando a mirarlo y luego salió de ahí.

caminó hasta su habitación y entró.

-¿Qué te pasa Jessamine? Tienes cientos de años, no puedes actuar como una adolecente de 16 -murmuró irritada para si misma.