Una pista. cap.33

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Narra Jessamine:

Toqué la puerta de la habitación de Ian dos veces y luego esperé.

A los segundos la puerta se abrió y me metí dentro del dormitorio rápidamente.

-¿Qué sucede? -prefuntó Ian luego de cerrar la puerta.

Giré a verlo y me di cuenta de que debió de haber estado bañándose, ya que tenía el pelo mojado y despeinado.

-Debo contarte algo -anuncié sentándome en el borde de su cama.

Ian se sentó en una silla que había contra la pared y asintió como diciéndome que siguiera.

-Hay algo que no les dije a los nefilims sobre mi charla con el brujo -solté e Ian pareció sorprendido- el brujo si me dijo quien era su jefe, pero en forma de adivinanza.

-No entiendo -dijo Ian negando con la cabeza.

-Él me dijo que su jefe era Drácula -proseguí, Ian parecía ahora más confundido- y luego de pensar un poco me di cuenta de a que se refería y creo que estoy en lo cierto.

-Pues, ¿quién es Drácula? -preguntó marcando la última palabra.

-¿Te acuerdas de que una vez vinimos nosotros dos aquí, a New Jersey, y fuimos a un baile? -pregunté y él asintió- ¿y te acuerdas que en el baile Felipe habló sobre una pandilla de vampiros que desafiaban a la clave? -agregué y esperé a que él sacara sus propias conclusiones.

-Quieres decir que "Drácula" sería el vampiro Jashemire -dijo luego de unos segundos.

-Exacto -afirmé suspirando

-Todo encaja ahora -dijo Ian asintiendo- esos brujos deben estar del lado de Jashemire, aunque no sé exactamente qué podrían ganar con eso.

-Yo tampoco.

***
Ya había oscurecido y salía de darme un baño, estábamos por cenar así que tuve que apurarme.

Luego de vestirme, me cepille el pelo y con un poco de magia hice que se me secara. Siempre usé mi magia para esas pequeñas cosas, total no me hacia nada de malo y podía estar lista en menos de un segundo.

Salí de mi habitación y bajé las escaleras de dos en dos.

Crucé los pasillos y luego entré en el comedor, pero no había nadie.

Frunzo el ceño y salgo de ahí. Pensé en que simplemente capás que yo había llegado más temprano, pero al consultar la hora en el reloj del pasillo, me di cuenta de que ya habían pasado varios minutos y de que ya deberían de estar todos para cenar.

Decidí ir a la biblioteca para ver si estaban todos allí, ya que capás que tenían una reunión de último momento.

Iba caminando perdida en mis pensamientos cuando al girar en dirección a la biblioteca, me choqué con alguien. Levanté la vista velozmente.

-Ryan, Disculpame -dije ni bien vi al pelirrojo.

-Jessamine, no pasa nada -dijo y no pude evitar fijarme en las armas que llevaba puestas en su cinturón.

-¿Ha pasado algo? -pregunté mirándolo con asombro.

-¿No te has enterado? -dijo con las cejas alzadas- han atacado un bar para seres mágicos.

-¿Qué? -pregunté asimilando la situación- no, no me habían dicho nada, ¿donde están los demás nefilims?

-Afuera. Yo había vuelto por mi estela, que me ha quedado en mi habitación.

-Está bien, ve a buscarla, iré con los demás -dije y me dirigí a la salida del instituto.

Al abrir la puerta de entrada, vi a todos los nefilims ahí parados, hablaban entre ellos y uno pasó a mi lado entrando al instituto. Localicé a Ian hablando con un señor, éste al verme le dijo algo al hombre y luego se me acercó.

Jessamine - La hija de MalecOù les histoires vivent. Découvrez maintenant