Capítulo 2

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Daba vueltas por la habitación, eran las ocho de la mañana y Danna seguía dormida como un tronco. Ya me había vestido y todo. Esperé media hora jugando a algún juego de mi móvil y al final decidí salir sola a ver el C.A.R.

Cerré la puerta con cuidado y guardé mis llaves en el bolsillo de mi cazadora negra. Cuando pasé por la habitación 300, Jackson salió poniendose sus gafas de ver. Me miró sorprendido y alzó una ceja. Jackson es el hermano de Danna y no voy a decir lo típico de que es como un hermano mayor para mí porque en realidad, no nos llevamos del todo bien. Tenemos nuestros roces aunque también llegamos a entablar una buena conversación.

- ¿Qué haces aquí Roma?- Pregunta cerrando la puerta.

- Voy a ver esto.- Generalice con los brazos.

- Te acompaño.- Rodé los ojos. Que fuese el hermano de mi mejor amiga creo que le daba demasiada confianza.

Nos subimos en el ascensor y fuimos a la primera planta. Me quedé mirándole como muchas veces lo hacía, tenía el pelo oscuro y los ojos avellana claro aunque tenía un filo verde, era bastante alto y fuerte aunque era de color leche y tenía bastantes lunares y sinceramente si tenía que decir lo que más me sorprendía de él, era su culo. Sí, su culo, ¡joder era un perfecto culo de cubano!. Las puertas se abrieron y salimos a la recepción, ayer no me había fijado bien por el cansancio pero era muy bonita, tenía luces colgadas en las paredes, fotos artísticas de deportistas...

Había una escalera que daba a la segunda planta, el comedor. Y un pasillo, avisé a Jackson de que fuesemos por allí cuando me llegó un mensaje.

Danna: Ro ¿dónde estás?

Yo: Baja a recepción corre. Estoy con tu hermano.

Danna: ¿Tú? ¿mi hermano? Esto tengo que verlo.

Rodé los ojos y Danna apareció demasiado rápido. Ni que fuese Usain Bolt. Se unió a nosotros y fuimos al pasillo. Al principio había dos puertas de madera con dos círculos de cristal en cada una.

Empuje una de las puertas y pudimos observar un bar, era amplio y acojedor, tenía un apartado con sillones y sofás con revistas y juegos de mesa, había un villar y un futbolin, y no podía faltar la barra del camarero.

Seguimos andando por el pasillo y ésta vez, a la izquierda había unas escaleras que bajaban y a la derecha una puerta de metal. Jackson la abrió, era un alucinante y gigantesco campo de césped. Supongo que ahí harían futbol y cosas así. ¡Joder que frío hace! Los tres estábamos helados ya que estaba todo nevado.

Entramos de nuevo y bajamos las escaleras. A ambos lados había grandes ventanales que hacían de pared, los de la derecha daban a fuera y los de la izquierda a la piscina en la que entrenariamos este año.

Seguimos recto hasta pasar por una puerta ya abierta. Entramos en el gimnasio, ahí había bastante gente haciendo pesas y muchas cosas más. Tengo que reconocer que los tíos estaban muy bien. ¡Ro centrate! Me abofetee mentalmente.

Danna se nos adelantó, nosotros seguíamos admirando tales cuerpos, obviamente Jackson a algunas chicas y eso...asqueroso.

- Chicos venir.- Nos llamó.

- Oye Dan ésta tarde...- Me quedé muda. Una cancha de balondesto ¡enorme! Guau este C.A.R. sin duda es la leche.

- ¿Ésta tarde qué?- Cerró la puerta y dimos la vuelta.

- Podríamos ir al gym.- Ella se quedó pensativa y asintió después.

Vimos cada rincón del C.A.R. hasta que se hizo la hora de comer. No me acordé de desayunar así que estaba hambrienta. Cogí mi ensalada de siempre, un filete empanado y una macedonia deliciosa tengo que reconocer. Todos nos sentamos en los mismos sitios de ayer y ésta vez procure que Sean no fastidiase mi comida.

C.A.R. SNOWYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora