- Firma aquí.- Miré al Coach junto a mí, él me asintió con una pequeña sonrisa. Cogí el bolígrafo que había en la mesa y firmé algo nerviosa el contrato.
- Ya está.- El señor Phelps analizó el papel.
- Necesito también la firma del tutor, ya que es menor de edad.- Su vista se posó en el Coach, éste tragó saliva y asintió con rigidez.
- ¿Segura?- Me miró suplicante, sabía que muy en el fondo el quería que me quedase, pero no podía, ya no.
- Firma.- Mi voz sonó más autoritaria de lo normal.
El Coach firmó y dejó el bolígrafo de nuevo en la mesa. El señor Phelps cogió el contrato y lo guardó en su carpeta. Me miró y puso su mano en mi hombro, me estremeció.
- Mañana vendrá un coche al aeropuerto, yo debo irme hoy.- Asenti y sin más, salí de la oficina.
(...)
Estaba guardando algunas cosas que ya no usaría mañana para ahorrar tiempo en hacer la maleta. Danna se negaba a ayudarme, estaba demasiado "depresiva" por mi marcha a California. Guardé una última cosa y me lancé sobre ella.
- Al final sí te vas.- No se movió, ni se quejó por mi peso.- No creas que soy egoísta, pero pensé que había alguna posibilidad de que te quedases.- Su voz sonaba apagada.
- Dan, escucha.- Negó con la cabeza, su mirada estaba en la nieve de fuera.
- No Ro, estoy muy orgullosa de ti.- Me miró, sus ojos estaban brillantes y a punto de soltar una lágrima.
- Nos volveremos a ver.- Le asegure cogiendole las manos.
- No te desharas de mí tan fácilmente.- Rió, pero sabía que se estaba esforzando por no verse débil. Sin embargo yo estaba destrozada, no la quería dejar, ni ella ni a otros, pero era lo mejor.
- Eso espero.- Le advertí con el dedo y reí sutilmente.
Unos golpes en la puerta hicieron que olvidasemos nuestra conversación por un momento. Danna fue a abrir la puerta y yo esperé sentada en la cama. Devon apareció y sonreí cuando vino a darme un abrazo.
- Capulla.- Susurró en mi oído.- Echaré de menos nuestros piques.- Reí y recordé las miles de veces que competimos en los entrenamientos por llegar primero.
- Yo sí que os echaré de menos...- Les miré a los dos. Mi voz se fue apagando y mi ceño se fruncio. Negué con la cabeza y sonreí.
La puerta volvió a sonar, y esta vez era la persona a la que menos quería ver en toda mi vida.
- Jane.- Entrecerre los ojos. Jane se sentó enfrente de mí, con la mirada penetrante de los dos en su espalda.
- Roma, no quiero malos rollos.- Fue lo primero que dijo antes de que me pusiese de pie para enfrentarla.
- Me voy Jane, ¿no tienes suficiente?- Alce mis brazos indignada, ella me cogió los hombros y negó con la cabeza.
- No, no he venido a reprocharte nada.
- Entonces puedes irte- Quité su agarre con brusquedad.
- Lo siento Roma.- Miró hacia abajo.- Antes éramos amigas y ahora...por culpa de James...- Negué con la cabeza repetidas veces.
- ¿Lo sientes?- Dije con una sonrisa irónica. ¿Qué se creía? ¿Que podía disculparse así por que sí? Pues estaba muy equivocada.
- Lo siento mucho. James fue un capullo, y Jackson también lo es.- Al menos estábamos de acuerdo en algo.- Se que James te gusta y me comporte como una puta.
- Pues sí.- Me crucé de brazos.
- Perdóname Roma, por favor.- Suspire y mire a Danna, ella sólo apretaba los labios y medio sonreía.
- Está bien, olvidemoslo todo.- Jane sonrió ampliamente y me abrazó con fuerza.
- Me alegro de que tengas esta oportunidad de ser mejor.- Dijo refiriéndose a mi viaje.
- Seguiremos todos en contacto ¿no?- Pregunté con los ojos cristalinos.
- Por supuesto que sí Ro.- Danna se lanzó a mis brazos y seguidos los demás.
Cuando Devon y Jane se marcharon, la habitación quedó en un silencio sepulcral, Danna fue al aseo y yo me puse a leer uno de mis libros favoritos. Pasaron las horas y se hizo la hora de cenar, no porque hubiese mirado la hora, sino porque mi estómago rugia como un león. Cuando bajamos nos pusimos a la cola y cogimos todo lo que nos apetecía aunque sinceramente yo no tenía mucho apetito. Sería mi última cena allí y con mis compañeros.
- Buenas.- Saludé al sentarme en mi sitio al igual que Danna.
- Hola Roma.- Correspondió Jane. Intente sonreír y no estallar ya que éramos compañeras y nos habíamos arreglado bien.
Empecé a comer mi caldo caliente cuando noté que algo ardiendo cayó en toda mi cara. Apreté la mandíbula y agarré de mis cubiertos para no explotar y tirar todo lo que había en la mesa. Abrí mis ojos inspirando y expirando lentamente para relajar mi pulso.
- ¡Está arrdiendo!- Exclamó Sean con la lengua fuera y echándose todo el agua que había. Me toque la cara y descubrí lo que efectivamente había pasado. ¡Sean me había escupido todo el caldo a la cara! Esto ya es pasar de, no aguanto más.
- ¡Gilipollas!- Le grité estresada pasandome una servilleta.- Mira, no te mato porque me llevan a un manicomio que sino...- Me eché para alante a punto de estampar mi mano en su mejilla pero algo me frenó.
- Para Ro, déjalo.- Dijo Danna con total tranquilidad.
- Está bien, está bien...- Intenté tranquilizarme y terminé de limpiarme la cara y seguir comiendo como si no hubiese pasado nada.
- Lo siento Romita.- Escuché a Sean y al mirarle estaba muy cerca de mí.- ¿Me perdonas?- Me aleje empujando la mesa y casi caigo al suelo.
- Déjame.- Evite mirarle, me daban ganas de reventarlo contra la pared si lo hacía.
- En serio Roma, lo siento.- Dijo esta vez con un tono más firme y con el rostro serio.
- No importa.- Asenti pesarosa y me apoyé en la mesa, empecé a juguetear con la comida ya que se me había pasado toda el hambre que tenía. Miré a Danna que compartía miradas entre Sean y Devon, cosa que me incomodaba ya que me excluían y siempre me gustaba participar en sus retos con la mirada.
Al final, cansada de estar observando caretos y jugar con la sopa decidí ir a mi cuarto y acostarme para estar descansada al día siguiente. Sería un viaje muy largo y no quería perderme el camino, de seguro sería espectacular y hermoso.
Esta. Llegando. El finaaaaal!!!!! Que emoción 😳
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C.A.R. SNOWY
RomanceSer una deportista de élite no es nada fácil para Roma Blake, considerada una prometedora nadadora por su Coach. Comenzo en este deporte por su enfermedad, pero se convirtio en parte de su vida. Su equipo decide irse a una concentración durante un a...