Capitulo 26

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CAPITULO EDITADO


Puede estar cayéndose el mundo abajo pero eso no me importaba. Cuando estaba en los brazos de Zac todo era perfecto y lo demás era irrelevante.

Limpié mis lagrimas en su hombro y me miró con una mueca de asco.

-Lo siento-Comencé a reír.

-Está bien-Me abrazó otra vez-Prométeme que me harás caso-Llevó sus manos a mi rostro.

Me mordí el labio inferior-No puedo mentirle a esa cara perfecta-Las palabras se fugaron de mi boca.

Él levantó las cejas sorprendido y me dio un pequeño beso en los labios.

¿Por qué me besaba? Era algo que realmente me gustaba pero él no me dejaba las cosas en claro. Yo todavía no podía olvidar lo que me dijo esa noche en el parque. Estaba confundida.

-Zac-Hablé cortando el beso-¿Puedo preguntarte algo?

El asintió con la cabeza y sus manos todavía estaban en mi rostro.

-¿Qué somos?-Zac abrió los ojos como platos-Me refiero a esto-Traté de calmarme por lo que estaba diciendo-Dices que no estás interesado en el amor, que no quieres ninguna chica. Pero luego vienes con todo tu perfecto ser y tu maldita sonrisa que me derrite, me besas, me abrazas y yo no sé qué pensar.

Largué el aire que había tomado. Sentía un gran alivio en mi cuerpo luego de soltar todas las palabras que quería decirle hace un tiempo.

Su mirada tierna se había borrado, ahora me miraba de una manera fría, como si no quisiera verme. Las manos que antes estaban en mi rostro ya no estaban ahí. Comenzó a alejarse lentamente caminando hacia atrás y nuestras miradas seguían conectadas.

¿Qué diablos está haciendo?

-Adiós-Y caminó hacia la puerta.

¿QUÉ?

Corrí hacia él y lo tome del brazo rápidamente-¿Adiós? ¿¡Adiós!? ¿Esa será tu respuesta?-Agitó su brazo haciendo que lo soltara y abandono la habitación rápidamente-¡Cobarde!-Le grité lo más bajo que pude pero estaba segura que él me había escuchado.

¿Acaso todo me tenía que salir mal? ¿Por qué no nací siendo una cortina o una roca?

Si había algo de lo que estaba segura era que Zac no me quería de la misma manera que yo lo hacía. No estaba totalmente segura si lo que sentía por Zac era amor o es una obsesión. Porque el amor saca lo mas lindo de uno mismo, pero una maldita obsesión simplemente saca lo peor.

Antes para mí el amor era un capricho, algo que no tenía sentido. Creí que amaba a Treux, pero no lo hacía. Pero desde que conocí a Zac comencé a sentir que el pasaba por otro lado. A veces es tan raro, inexplicable, pero con Zac me sucedían cosas muy distintas a las que me sucedieron con Treux.

Tal vez me comporte de mala manera con Zac, tal vez él no quería nada conmigo y simplemente lo estaba presionando demasiado.

Dejarlo ir podría ser una de las mejores opciones.

*

-Y me besó y ahí fue cuando hice la maldita pregunta de ¿Que somos? Y huyó como un cobarde.

Alexia me escuchaba con atención mientras le daba un sorbo a su café. Decidimos saltear la parte de que mi madre había vuelto porque el simple hecho de nombrarla me ponía de mal humor.

-Siento que está loco por ti pero todavía le da miedo admitirlo.

-Me dejo sola en mi habitación con una pregunta en mi boca ¿Y tú me dices que está loco por mi?-Levante una ceja-No hay chances.

-Si lo está-Gritó Sienna mientras bajaba la escalera dirigiéndose hacia nosotras.

No nos habíamos cruzado y tampoco habíamos hablado desde lo sucedido con nuestra madre. Fue un poco incomodo, no me gustaba pelear con mi hermana.

Tomó asiento a mi lado y me miró por unos segundos. Sin pensarlo dos veces la abracé con todas mis fuerzas.

-Jade, hay algo que debo decirte-Susurró en mi oído.

Me aleje un poco sorprendida de ella-¿Qué?

-Hablé con mama y la perdoné.

Eso había sido un gran golpe bajo. Mi hermana la había perdonado después de todo lo que nos había hecho, después de todos los años que estuvo ausente.

-¿Cómo pudiste?-Grité levantándome de mi asiento-Sienna abre un poco los ojos y tu maldita mente. Esta mujer no se merece que la perdonemos, nos abandonó, nos dejó cuando más la necesitábamos-Suspiré con fuerza y me acomode un mechón de pelo que me impedía verla-Pero claro tú viviste algún tiempo con ella entonces por eso la perdonas ¿No es cierto?-Reí irónicamente.

Alexia miraba todo un poco sorprendida y se limitaba a quedarse en silencio.

Sienna estaba por hablar para comenzar una enorme discusión cuando la puerta de mi casa se abrió. Mi padre y esa mujer que no quería nombrar ingresaron a mi casa.

Rápidamente corrí hacia las escaleras para huir de esta situación pero él me frenó tomándome del brazo.

-Siéntate, tenemos que hablar-Con su brazo me dirigió a la cocina.

-¿Qué? ¿Ahora me dirás que en realidad no es mi madre y que ella es mi tía? ¿O es mi hermana perdida?-Realmente había perdido los estribos.

-Por favor Jade, no lo hagas difícil-Mi padre llevó ambas manos a su cabeza.

-¿Difícil?-Grité-Esta no es una situación que uno vive todos los días. Ya sé que quieres, vienes a hablarme para llenarme la cabeza diciéndome que necesito una madre además de un padre. ¿A mi madre? ¡Ja!-Reí-Ella no me interesa-La señalé.

Ignoraba por completo el hecho de que ella estaba ahí escuchando con claridad todo lo que decía. Quería que se sintiera herida, como lo había hecho yo estos diecisiete años.

-Mi madre no me interesa-Repetí-¿OKEY?-Grité revoleando la mesa de la cocina con toda mi fuerza. Algunas tazas y platos se estrellaron en el suelo haciendo que un gran sonido de vajillas rompiéndose suene en toda la casa-¡Si ella decidió abandonarme es su problema!-Me acerqué a mi padre para que escuchara con atención todo lo que tenía que decir-¡Ella no me conoce, no sabe nada de mi, no sabe que numero de calzado tengo, no sabe cuál es mi color favorito, no sabe que música me gusta, no sabe cual es mi comida favorita! ¡NO SABE NADA!

Lentamente comenzaron a salir las lagrimas que trate de controlar y las limpié con mi suéter.

-¡Es una egoísta! Ella no sabe que...-Ahora estaba sollozando-Que la necesité estos diecisiete años-Cubrí mi rostro con mis manos para que no me vean llorar-No sabe lo que necesité un abrazo cuando era pequeña-Caminé hasta el sofá mientras las lagrimas caían como cascada. Me animé a mirarla a los ojos y ella los tenia igual de mojados que los míos. Estaba llorando-¿Por qué me dejaste sola?

Las palabras dejaron de salir cuando caí rendida al piso a llorar. Tenía ambas manos en mi rostro mientras sorbía mi nariz para frenar el llanto. Todo cambió cuando sentí unos brazos que me abrazaron. Era ese abrazo que había estado esperando por diecisiete años.

Por fin podía sentir lo que era que una madre te abrace. Volteé a verla y ella todavía lloraba. Escondí mi cabeza en su pecho y comenzó a acariciarme

-Lo siento mucho-Susurró.

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AWWWW

ESTE CAPITULO ES UN POCO CORTO PERDÓN!!!

QUE OPINAN DE JADE Y SU MADRE

Y QUE OPINAN DE LO QUE PASO CON ZAC???

GRACIAS POR LEER MI NOVELA A TODAS



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