Capítulo XI

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Yixing se quedo quieto al oír lo que la persona al otro lado del teléfono había dicho.

- ¿De qué estás hablando? -se felicitó interiormente por no haber tartamudeado-

- La niña que estaba contigo y Joonmyeon, es nuestra hija ¿Cierto?

Yixing apretó el aparato y sintió mucha rabia. Con qué derecho ese hombre se atrevía a decir que Mei también era hija suya.

- No. Es mi hija. Solo mía.

YiFan suspiró.

- Hablemos, necesitamos hablar Yixing.

- Ya le dije que no tenemos nada de que hablar, Señor Wu.

- ¡Cielos! ¡No seas terco! solo quiero saber...

- ¿Terco? ¡Vete al infierno YiFan! Llegas de repente y ¿quieres que converse contigo como si no hubiese pasado nada? Como si no me hubieses abandonado, luego de que te dije que... -Yixing calló y tragó duro- Solo haz como si no nos hubiésemos visto.

- ¡No! Yixing necesito hablar contigo, explicarte cosas, pedirte .... perdón.

- Adiós, YiFan.

Y colgó.

No supo en que momento había empezado a llorar, solo sabía que sus mejillas estaban empapadas de lágrimas. Se puso de pie y negó frenéticamente. ¿Por qué tuvo que regresar YiFan a su vida?

Joonmyeon y Mei entraron riendo tomados de la mano, pero pararon las risas al notar a Yixing con la cara roja y los ojos hinchados por el llanto, él de inmediato quiso voltearse y no permitir que le vieran así, pero falló.

- ¿Qué pasó, cariño? -Joonmyeon preguntó preocupado-

- Nada, no es nada.

- Mami ¿Te duele tu cabecita?

- No mi amor -trató de sonreír, pero le salió mas como una mueca-

- ¿Entonces por qué llorabas?

- Yo no lloraba, solo que algo me entró al ojo -se excuso muy mal-

- Pero...

- Tranquila princesa. Yixing se encuentra bien ¿Cierto? -el chino asintió- eso espero.

Yixing desvió la mirada al notar la de su novio, muy seria.

- Vamos a casa, ya no tengo más trabajo por hoy día.

Los tres salieron del edificio y subieron al auto. La pareja no habló nada durante el trayecto a casa y Yixing se puso nervioso, Joonmyeon siempre le hablaba, siempre tenía algo que decirle. Pero no esta vez, solo miraba al frente con los labios fruncidos y respondía cada vez que Mei preguntaba algo.

Llegaron a la casa y Joonmyeon ayudó a la pequeña a quitarse el cinturón de seguridad, mientras Yixing bajaba del auto.

- Mei ¿Puedes entrar primera? Yixing y yo caminaremos un rato por el jardín.

- ¡Sí papi! -dijo una feliz Mei-

Yixing se sorprendió mucho al oír eso y aún desconcertado vio como su pequeña se iba dando saltitos hasta entrar al lugar.

- ¿Te dijo papi?

- Sí.

- ¿Por qué?

- Ella me lo preguntó y acepté.

- No debías decirle que sí.

- ¿Por qué no?

- Joonmyeon...

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