© Extintos.

Capitulo 3.

Me levante ante el sonido de la alarma. Con una queja la apague de golpe. Ugh, odio la escuela, y eso que recién llevo 2 días.

-¡levantarse! ¡es un nuevo día!- mi madre paso gritando por fuera.

Vaya mujer...

Con pereza fui a la ducha y me adentre. Talle mi piel con jabón con olor a mango y después proseguí con mi pelo. El shampoo y el acondicionador.

Después de unos minutos fui a mi armario con la toalla puesta alrededor de mi, y me puse unos pantalones junto a una camisa blanca.

Fui al espejo mientras abrochaba los botones de la camisa y procedí a cepillar mi pelo. El olor de limpio inundo mis fosas nasales... Mhm...exquisito.

-hija, necesito que me acompañes al mercado. - mi madre entro a mi cuarto mientras yo me ponía mi botines cafes.

-claro, pero y la escuela?- subí mi vista y al verla con un vestido rojo hizo que mi ceño se frunciera. ¿A dónde va?

-tranquila. Ya le dije al director que faltarías hasta la segunda clase. - Asentí poco convencida. -Andando. Las compras nos esperan.

(...)

Me quede pegada viendo unos anuncios acerca de que necesitan empleada nocturna. Mhm... si mi madre tiene empleo, ¿Por qué yo no?

-ni lo pienses. -Mi madre se detuvo a un lado mío junto al carrito de compras. -No necesitas empleo.

-tu tampoco y aquí estas. - le señale su vestido. - Por cierto, no me has dicho en que trabajas.

-pues, querida hija, trabajo como enfermera. - La mire con una ceja alzada. ¿Y por que mierda se viste asi?

-y el vestido. - Me cruce de brazos.

-es que, voy a...- se empezó a poner nerviosa.

-toda mentira empieza con "es que". - la mire enojada. Mire los estantes a mi lado y me fije que ya estábamos en la caja. ¿Y los estantes?

-de acuerdo. Tengo una "cita"- dijo mientras hacia comillas con las manos. - conocí a un hombre. -Soltó de golpe.

-¡Gracias! Ya pensaba yo que eras lesbiana. - solté con sarcasmo. Mi madre me miro mal y comenzó a dejar las cosas en la caja.

-es un buen hombre.

-¿buen hombre?...- susurre mirando con desconcierto a mi madre. No llevamos ni tres días en este pueblo y ya encontró a "un buen hombre". -¿No crees que es un poco apresurado?

Mi mama se encogió de hombros mientras empujaba el carrito directo al auto.

(...)

No prestaba mucha atención a lo que me decía el director mientras me acompañaba hasta mi salón. Todavía no creo que mi madre haya olvido tan rápido a mi padre.

-señorita Fothen. Ya llegamos. - el director abría la puerta para mi.

Le sonreí y entre.

-tome asiento al lado del señor Charles. - el profesor señalo a Char.

Camine hasta el fondo de los puestos y me senté a su lado. Para ser exactos, al lado de la ventana.

La clase continuo normalmente mientras que yo anotaba todo. La verdad que historia me es agradable, puedo aprender nuevas cosas de los humanos que no se. Lo cual es realmente interesante.

-oye...- me susurro Charles. Fruncí el ceño mientras seguía escribiendo. -oye...- volvió a llamarme.

-oh!, perdón, no te escuche. - sonreí mientras lo miraba con mi mejor cara posible. -¿Qué pasa?