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Capitulo 18.

Capitulo 18. 

-¡Apresura Leah!- escuche el grito de un impaciente Derek en la primera planta.

Gruñí mientras sacaba unos jeans negros ajustados. Me los puse rápidamente y luego me puse una blusa ceñida de color rojo. Me calce mis ya casuales Nikes, y baje a paso lento las escaleras, escuchando los reclamos de Derek.

-¿Ya salió mi madre?

Pregunte mientras pasaba del comedor y seguía de largo en dirección a la cocina, en donde se encontraba Evan comiendo cereal.

-Si. No dijo mucho, solo se fue.

Hablo Edik el cual estaba sentado en un taburete de la pequeña isla de la cocina. Suspire y fui al refrigerador, observando todo con detenimiento. Grite molesta.

-¿¡Por que solo compra frutas esa mujer!?

Lloriquee mientras me sentaba a un lado de Edik con el semblante caído. Tenía hambre, y mi madre lo único que compra son verduras. ¿Tan rápido se acostumbro a ser humana?

-Si ya terminaste de alegar, tenemos que salir ya a clases. Se nos hará tarde.

Dijo Derek caminando hasta la entrada, en donde abrió la puerta y se quedo parado esperando a que saliéramos.

Masculle por lo bajo y me despegue del taburete dando lentos pasos hasta Derek, seguida de Edik y un Evan apurado por terminar el cereal. Nos subimos en el auto de Derek, Edik de co-piloto y Evan y yo atrás, y partimos rumbo a la escuela.

Evan y yo fuimos interrumpidos por Derek, quien anunciaba que ya habíamos llegado. Me volví a quejar al sentir mi estomago gruñir, y salí cerrando de portazo.

-Cuidado que no es cualquier coche.

Derek dijo con el ceño fruncido. –Oye.

Me llamo Edik. Lo observe como se sacaba la chaqueta quedando con una casaca simple, y se acerco a mí con la intención de ponerla sobre mis hombros.

-¿Qué haces?

-Hacen menos de diez grados y tu solo con una blusa. Haces que levanten sospechas, boba.

Dijo depositando la casaca. Fruncí el ceño ante su apodo.

Caminamos hasta mi casillero con las miradas de los estudiantes puestas en nosotros. Los pocos estudiantes, ahora que me acuerdo.

Resulta que después del alboroto que sucedió hace unas semanas con Ian y el otro lobo, muchas personas se mudaron. Dejando a muy pocos estudiantes en las escuelas. Y demasiados bacantes de trabajo, cabe recalcar.

-Leah, le dije al profesor de música que tuviste un pequeño accidente.

Hablo Edik apoyado en los casilleros de al lado, mientras que los otros dos mosqueteros estaban a mis espaldas con su actitud de "chicos malos".

-Así que tendrás plazo para aprender una canción y presentarla.

Mierda. Había olvidado por completo el trabajo que dejo el profesor. Tanto alboroto me traía olvidadiza y despistada, por lo que me fue inevitable no apoyar mi frente en el casillero en forma de cansancio. –Lo olvide por completo...

Susurre.

-Si, como sea. Tengo noticias.

Sorprendida me gire a encarar a la nueva voz que se unió a nuestro grupito. -¿¡Stephen!?

Pregunto Evan sorprendido. Lo mire de soslayo. Se suponía que él y Derek estaban "vigilando" (cosa habitual para ellos), y no se dieron cuenta de la presencia de Stephen. Quien llego con su impecable cabello rubio y marca de ropa.