Capitulo 21.

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Eran cerca de las 9 de la tarde cuando paramos en una gasolinera. Los chicos querían dormir (y me incluyo), y Stephen como no quería ser chofer de nadie, decidió que podríamos descansar en un punto de descanso para vehículos. Justo al lado de la gasolinera el cual contaba con un pequeño servicio de baños y un mini market.

Era perfecto para los viajeros como nosotros. Por lo que mas que contenta, fui al mini market, y me senté en un pequeño sofá justo al lado de un enchufe a la corriente. Mi celular se había descargado por lo que esta era la mejor y única opción para volverlo a usar. Últimamente (después del incidente en el laboratorio), había comenzado a usar mas el celular. El cual fue un obsequio por parte de mi madre.

Sonreí al ver como la barrita que estaba en roja, se volvía verde y la pantalla recuperaba su brillo. Perfecto, estaba cargando. Suspire y observe al exterior. El ruido del joven que se encontraba en la caja registradora, era el único que se escuchaba con claridad. El cual estaba jugando a un juego en su celular. El no había notado mi presencia, por lo que pude dedicarme a caminar por los pasillos llenos de snaks, sin ser notada por el.

Tome una pequeña cajita de leche chocolatada, y seguí caminando en busca de algo con sabor a carne o algo por el estilo, pero nada. Mi ceño se frunció. ¿No venden carne?

-Disculpa, ¿Aquí no venden algo con ... carne?- me acerque al joven llamando su atención.

El cual sorprendido levanto la mirada y se me quedo mirando con sorpresa. -Mhm..Esto.... S-si. Pero s-solo hamburguesas o... eh. Si, solo hamburguesas de carne. - completo después de un frase llena de tartamudeos.

-Ya veo... ¿Las venden a estas horas?- pregunte curiosa posando la pequeña cajita de leche en el mostrador. ¿Leche de chocolate con carne?, Exquisito.

Evan se había encargado deque yo disfrutara de tal maravilla. Recuerdo cuando llego un día a mi casajunto a los otros dos mosqueteros, y reclamo un desayuno digno de un rey. En ese entonces solo tenia cereal y leche blanca (ya que mi madre tomaba esos desayunos). Por lo que incrédulo, fue a una tienda cerca de mi casa, y me compro por lo menos cinco litros de leche chocolatada Y fue cuando probé tal exquisitez.


Querido Evan, si me oyes, muchas gracias por presentarme a uno de los mejores placeres de la vida. La leche de chocolate.

-¿Con queso la hamburguesa?- pregunto el encargado.

-Mhm... ¿Si?- pregunte algo dudosa.

Sentí la campanita que tenia la puerta hacer ruido. Me gire y me encontré con Stephen. Quien se acercaba a mi con una sonrisa burlona. -¿Te dio hambre?- pregunto en un tono divertido.

Me encogí de hombros, restándole importancia. El empleado regreso con mi hamburguesa envuelta e papel de aluminio, y le sonreí agradecida pasando el dinero correspondiente. -Quédate con el vuelto. - le sonreí y sin esperar respuesta, me encamine al sofá anteriormente nombrado, y deje la bandeja en la mesa que se encontraba ahí.

-¿Tu comes algo?- le pregunte a Stephen quien se sentó frente a mi, mientras desenvolvía el aluminio revelando una apetitosa hamburguesa.

-No hay nada que me apetezca. -Respondió este con desinterés, observando uno de los pasillos llenos de snaks.

-Hay jugo de cereza. - comente lo que vi cuando tome la cajita de leche.

Cuando cenamos, tomamos desayuno y almorzamos, me fije en el curioso gusto de Stephen. No frutilla, no guinda. Eso no le gustaba, solo el jugo de cereza.

-¿Te dijo Park?- pregunto curioso mientras observaba los refrigeradores de vidrio con cajitas y refrescos dentro. 


© Extintos.Where stories live. Discover now