Capítulo 6.

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- Oh vamos ¿Qué piensas que te voy a secuestrar o algo? -ella no pudo evitar reí ante mi cara de seriedad y mis palabras, en cierto modo estaba actuando bien si lo que pretendía era volverme loco.-


-Bueno, aceptare ir en coche solo si prometes llegar lo antes posible a casa. Tengo que estudiar historia y no puedo permitirme que se lleven una mala imagen de mí el primer examen. Tengo que actuar como una chica madura y no como una irresponsable o mis padres me dejaran sin paga y sin salir, eso es extremadamente excesivo.


Arranqué el coche y me fui de allí.


-Ah ya, aunque eso no te importó cuando te quedaste dormida en mi clase Kathia. Eso no puede volver a ocurrir ¿de acuerdo?


-¿Y que pasa si se repite profesor? ¿Me vas a hacer cosas malas? ¿o me vas a pasar los apuntes, profe? -lo dijo con una  voz tan sexy, tan sensual y a la vez tan tierna que hizo que me quedara transpuesto, me erizo y por unos momentos me faltaba hasta el aire.-


-Kathia... no vuelvas a hablarme así, por favor.


-Haber Cristianno. No hay quien te entienda. Vienes a recogerme a la salida, me persigues como un psicópata con el coche y me acorralas cuando ya me había separado de Daniela y de Luca para que ellos no pudieran decirme que no me montara en este maldito coche contigo ¿y me pides que no te hable de ese modo? haber Cristianno ¿Qué quieres de mí? ¿Qué es lo que deseas de mí, joder?


Ella misma me dio la oportunidad decirle todo lo que sentía y no lo dude ni un segundo y se lo dije todo.


-Te quiero a ti Kathia y te deseo a ti, solo a ti ¿te enteras? No tengo ojos para nadie más, eres una entre tantas y no me puedo permitir dejarte ir por mucho que seas mi alumna.


Ella se quedó totalmente aturdida. No se esperaba para nada esa reacción de mí pero esa era la idea. Estaba tan desconcertado que en ese momento pensé que me daría de hostias si no paraba el coche para dejar que se fuera.


-¿Quieres que me valla? -dijo un tanto insegura-


-Esa no es la pregunta Kathia. La pregunta es: ¿Quieres irte tú?


Ella se quedó callada mirando por la ventanilla a los coches que pasaban un tanto pensativa. Pensé que jamás le diría esto a una mujer y menos si esa mujer era menor que yo y resultaba ser mi alumna y aún así le mire a los ojos y se lo dije.


-Kathia, quiero que sepas que esto que siento por ti es demasiado. Desde la primera vez que te vi supe que eras especial y no me equivocaba en nada. Si hubieras sido otra te hubieras lanzado a mis brazos y habríamos hecho el amor salvajemente en este mismo coche.


-Cristianno yo, yo no soy como las demás eso es cierto. Pero tampoco soy una adolescente normal y corriente. Tengo muchos secretos conmigo y no creo que nadie sea capaz de aguantar semejantes secretos. Es demasiado para cualquier persona normal. ¿Puedes llevarme a casa por favor?


Verla así me entristece, no podía verla de esa forma. Tan frágil y vulnerable. Tan sometida a si misma que se olvidaba de donde estaba y una lágrima cayó desde el hoyuelo de sus ojos y pasando por el bello recorrido de sus mejillas. No pude evitarlo y paré el coche, me acerque a ella y le presté mi hombro para que llorara en él.

Bajo El Cielo Púrpura De RomaWhere stories live. Discover now