Sunken Ship |Larry| A&O

tres

"Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma."

"No, gracias Dylan, pero no." Dijo amablemente Harry, caminando por los pasillos de la escuela. Estaba un poco nervioso al estar tan cerca de un alfa como Dylan, tan grande, pero no le tenía miedo. Dylan siempre había sido bueno con él, tratandolo con gentileza.

"Por favor Harry, es solo un rato, si quieres vamos y si no te gusta me lo dices y te llevo a tu casa, ¡No tengo problema con eso!" Insisitió, mirando al rizado con esperanza en sus ojos. Ya estaba acostumbrado a los rechazos del menor, pero no se daría por vencido. Desde el momento que lo vio supo que él debía ser su omega. Aunque no lo iba a presionar, nunca haría eso, aún son jóvenes.

Harry sonrió al ver lo emocionado que estaba Dylan por la fiesta del próxino viernes, la cual era para festejar el comienzo del receso escolar por las vacaciones de invierno. A pesar de que no le gustaba para nada la idea, quería salir un poco. Quizás se divertiría después de todo.

"¿Y si hacemos otra cosa?"

Dylan abrió los ojos sorprendido.

"¿Hablas... Lo dices en serio?" Harry asintió un poco sonrojado. "Claro, sí, sí. ¿Quieres ir... al cine?"

"Sí, esta bien, vayamos. Pero debes buscarme a casa y llevarme devuelta."

"¡Sí, sí, sí!" Sin poder evitarlo abrazó al menor y lo levantó del suelo, dando vueltas en el aire. "¡Te juro que no te arrepentiras!"

"¡Dylan, bájame!" Rió Harry con vértigo, el alfa era muy alto y se sintió mareado.

"Suelta a mi hermano, O'Brien." Se escuchó la potente voz de otro alfa a sus espaldas. Harry se encogió en sí mismo, sintiendo su ser temblar ante esa voz, su omega interior queriendo correr y ocultarse en algún lugar.

Dylan lo bajó lentamente, mirando a Louis cuando lo hizo. El castaño tenía una mueca de desagrado en su rostro y se notaba furioso, tomó la mano de su hermano cuando éste ya no estaba agarrado al otro alfa.

"Tranquilo, Tomlinson. Solo estabamos jugando." Dijo como si nada, para luego regalarle una coqueta sonrisa a Harry. "Entonces, ¿Nos vemos el viernes en la noche? Pasaré por ti a las... ¿Nueve?"

"Sí." Susurró el menor, sintiendo el fuerte agarre de su hermano. Su piel caliente.

"Bien." Se acercó para dejar un beso en su mejilla, provocando un leve rubor en las mejillas del ojiverde.

Dylan siguió caminando por el pasillo hasta desaparecer. Harry soltó la mano de Louis para seguir caminando.

"¿Viernes, en la noche? ¿A las nueve?" Preguntó Louis sarcásticamente, siguiendo a su hermano. "¿Es una cita?"

"Sí, supongo. Iremos al cine." Respondió sin ganas.

"¿Cine? ¿Tan de noche? ¿Qué veran?" Su ceño estaba fruncido.

"No lo se, Louis. Solo saldremos a ver una película, no es para tanto. Dylan realmente quiere que vaya."

A Louis no le gustó eso.

"No me agrada la idea de que salgas con él tan tarde, Harry. Podría intentar cualquier cosa."

"Louis, es Dylan. Lo conosco desde hace años, él no intentará nada, ya para." Suplicó.

"¿Hablas en serio? Maldita sea Harry, él quiere marcarte, se nota a distancia lo desesperado que está por reclamarte."

"¡Louis!" Miró a su hermano fundido en vergüenza ante tales palabras. "Deja de decir esas cosas, nadie va a marcarme ni... reclamarme, ya cálmate." Sonaba herido.

El mayor rodó los ojos ante la inocencia de su hermano menor. No podía creer lo ciego que podía estar para no notar que Dylan solo quería hacerlo suyo. Y eso no ocurriría.

"Bien, lo siento." Suspiró. "Pero iré contigo, solo por las dudas. No los molestaré, solo estaré allí por si me necesit-"

"¿Qué?" Preguntó incrédulo el menor. "Louis, por Dios. Ya tengo desiseis años, sé cuidarme solo. No irás." Miró desafiante al mayor.

"Harry." Lo miró con enojo, no iba a permitir que saliera solo con un alfa como ese. Y Harry sabía que en parte Louis tenía razón, pero no quería depender de su hermano en cada cita que tuviera. Resopló molesto, siguiendo su camino.

Ya había tocado el timbre de salida cuando Louis y Harry caminaban juntos hacia las afueras de la escuela. El mayor notó lo distante que su hermano estaba, sabía que era por lo que había pasado, pero no le gustaba ese ambiente tenso que se había creado entre ambos.

"Hey. ¿Qué te sucede?" Preguntó suavemente mirando al menor.

"No tenías por qué interrumpirnos, ¿Sabes?" Dijo desanimado, enfrentandolo. "No me gustó que usaras tu voz de alfa de esa forma. No estabamos haciendo nada malo."

"Hazz, ya te dije que lo siento. Es solo que no quiero que salgas lastimado. Eres... muy joven."

El rizado suspiró, viendo que Louis decía la verdad y realmente lo sentía. Abrazó a su hermano, a él tampoco le gustaba que las cosas estuvieran tensas entre ellos. Los brazos del castaño lo rodearon al instante, haciendolo sentir pequeño y débil, pero a la vez como si no hubiera lugar más seguro que sus fuertes brazos. Louis sintió sus pulmones llenarse con el dulce olor del menor, haciendolo temblar, abrazandolo más contra su torso. Realmente no quería que nadie pusiera una mano encima suyo.

"Lou, debes dejar de ser tan celoso y de ahuyentar a cada alfa que se me acerca." Susurró Harry en su cuello. "Ya va a llegar el momento en el que tenga que encontrar un alfa, y tú no podras estar ahí cada vez que este con alguien." Louis sintió algo en su pecho al pensar en eso, una sensación de disgusto. "Debo aprender a cuidarme solo... Debes dejar de sobreprotegerme tanto."

En realidad no quería que su hermano dejara de hacerlo, se sentía seguro a su lado y le encantaba toda la atención que Louis le daba, pero ya tenía desiseis años, su hermano pronto encontraría a su omega y ya no estaría ahí para protegerlo, realmente necesitaba aprender a cuidarse solo.

Louis asintió, aunque sabía que eso sería algo difícil de cumplir. No quería aceptar el hecho de que su hermanito pertenecería a alguien más, alguien que lo cuidaría y lo protegería, que cumpliría todos sus caprichos, y que ya no lo necesitaría a él. Pero las cosas son como son, y Harry tenía razón.