Capítulo 2

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Años después.

¿Cómo podía ser posible que se le perdiera algo tan importante? ¿Cómo? 

Él no era descuidado, jamás lo había sido. Y ahora no encontraba la pequeña cadenita en forma de caballo por ningún lado. No quería perder aquel recuerdo de los mejores años de su vida. Siendo un niño, él había sido muy feliz... Ahora también lo era, pero desgraciadamente nada nunca vuelve a ser igual.

Se maldijo a sí mismo... ¿Dónde pudo haberla dejado? Ya la había buscado en todos lados: la caballeriza, su cuarto, el baño, el gallinero, la cocina, la casa grande.

Se detuvo a pensar un poco. Quizás la había dejado en la casa de Evie. Aunque a decir verdad, hacía como una semana que no iba a ver a su novia y no veía la cadenita desde ayer. Soltó un suspiro y se sentó con cuidado en una de las sillas de la cocina.

—¿Buscabas esto Johnny?—dijo ella.

Al instante levanto la vista y se puso de pie. Casi corrió hacia dónde estaba su madre con la mano levantada y mostrándole lo que había estado buscando desde hacía tantas horas.

—¿Dónde estaba?—quiso saber mientras se la quitaba de la mano.

— La dejaste tirada anoche cerca del horno, después de que lo arreglaste.

— No la deje tirada, seguramente se me cayó...

Se la volvió a poner y se sintió aliviado. Sus bonitos recuerdos ahora estaban de nuevo con él.

Johnny Depp era un hombre de campo, había nacido allí, se había criado allí y pensaba morir allí. No se consideraba una mala persona y estaba muy orgulloso de lo que había logrado en todos esos años en los campos Streep. 

Siendo muy joven, con apenas 16 años, su jefe lo había nombrado encargado del lugar, cuando había decidido irse a vivir a la ciudad. Y desde entonces Johnny había llevado adelante los asuntos de aquella conocida estancia. 

A pesar de dejarle toda la responsabilidad, Leonard Streep iba a verlos todos los años en las vacaciones de verano. Se quedaba allí unos dos meses y luego volvía a su agitada vida de negocios, Johnny siempre se preguntaba como era que ese hombre no se había vuelto loco viviendo en la ciudad, siendo que él también había nacido y sido criado en aquel maravilloso lugar. Pero lo sabía, Leo era un gran hombre que se adaptaba a cualquier situación de cambio. Y Johnny lo admiraba y lo quería como a un padre. Por eso mismo cada vez que el jefe llegaba, ponía a todo el mundo el mundo como loco arreglando y preparando todo.

— Es como la decimoquinta vez que pierdes ese colgante, Johnny —Betty intento regañarlo. 

Él sólo le besó la frente y se acerco a las hornillas para revisar la comida que estaba preparando. La cena siempre comenzaba a prepararse antes del atardecer.

— No es a propósito —aseguró—. Al parecer no le gusta estar en mi cuello.

Su madre sonrió y lo miró de manera tierna.

— ¿Ya está todo listo? Mira que hoy llega el señor Streep.

— Si, todo está listo.

—Más te vale Johnny.

—Mamá... bien sabes que me gusta que el jefe venga a encontrar todo en orden y en perfecto estado.

—Si, lo sé. Sólo te pregunto para que estés completamente seguro y nada salga mal. Leonard...—sacudió la cabeza— digo, el señor Streep se merece lo mejor.

Johnny puso los ojos en blanco; si había alguien más quisquilloso que él con la llegada del jefe en aquel lugar, era su madre. 

Todos los trabajadores huían de ella despavoridos. Se ponía insoportable, histérica y sobre todo intratable. Él creía saber la razón de sus nervios, y aunque jamás llegara a admitirlo, sabía que su madre sentía algo especial por ese hombre. Cuando volvía al campo, ella parecía perder los estribos y comportarse diferente los primeros días; los únicos que podían con ella eran Cameron y él.

Corazón Salvaje (Adaptada a Johnny Depp)Where stories live. Discover now