Capítulo 15

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Llegaron al establo y se bajaron de los caballos. Olivia se miró a sí misma y se aguantó la risa. Estaba tan embarrada que si Matt la veía iba a darle un infarto.

— Johnny... —lo llamó. 

Y cuando la miró, a ella le temblaron las piernas.

—  ¿Qué sucede? —quiso saber.

—  ¿Qué te parece si bañamos a los caballos? Los pobres quedaron muy sucios y todo por nuestra culpa.

—  ¿... bañar a los caballos? —dijo y comenzó a reír.

Ella abrió ojos y boca con suma sorpresa a causa de su risa. Aquella risa viajó a través de ella en forma de escalofrío. Era totalmente injusto que este hombre le provocara tantas cosas. ¿Cómo era posible?

— ¿Qué? ¿Acaso no se me permite? —le preguntó recuperando sus pensamientos.

— Se te estropearían las uñas —se burló.

— No me subestimes, Johnny —lo observó con los ojos entrecerrados—. No he perdido la maña de hacer ciertas cosas —le dijo amenazante.

Él sonrió levemente ante su tono de amenaza. No, quizá no debería subestimarla. Ella no era una mujer a la que podía subestimar. Debía admitir que nunca había conocido a una niña como ella cuando eran pequeños, y ahora, por fuera podría parecer como esas chicas de ciudad refinadas y estiradas, ¿pero lo sería en el interior?

— Tienes razón, lo siento —se disculpó. 

Ella se aguantó una sonrisa.

— No sé, no sé si voy a perdonarte —lo pensó un segunod más—.  Por mí puedes comerte tus palabras, no voy a perdonarte.

— Tú sabes que si lo harás, enana —sonrió Johnny—. Jamás fuiste muy buena enojándote conmigo. Te durará apenas unos segundos más, puedo esperar.

— Ya te demostraré que vas a comerte tus palabras.

—Veremos.

Johnny se alejó un poco de ella para buscar las dos mangueras y bañar a los caballos. Se sentía extrañamente feliz. Se sentía emocionado. Estar con Olivia lo hacía olvidarse de todo y de todos. Encontró las cosas y luego le tendió una manguera a la trigueña.

— ¿Sabes? —comenzó—. Vivir en Londres jamás fue tan lindo como vivir aquí.

— Yo jamás me iría de Estados Unidos, ni mucho menos de este campo. Así que te creo cuando dices que jamás fue tan lindo.

Ella rio por lo bajo. Sabía que diría algo así. Johnny amaba aquel lugar.

Olivia desenroscó la manguera y se acercó a White.

— ¿Listo para asearte, bonito? —le preguntó al caballo. White  casi le contestó.

— El que limpie primero al caballo, gana —dijo él.

Ella sonrió y asintió levemente. El juego comenzó. Aquel instinto de competencia estaba dentro de ella de una manera asombrosa. Le gustaba competir con Johnny. Era algo total y completamente sano.

Olivia rio divertida cuando White sacudió su cuerpo, provocando que ella se mojara. ¿¡Hacía cuánto que no tenía nada de esto!?

Johnny vio que estaba tomando ventaja. No pensó que sería tan rápida, y de alguna manera quería ganarle. No sabía o entendía bien por qué. Pero tenía que hacerlo.

Así que decidió hacer una jugada. Sin que ella se diera cuenta, le quitó la manguera del caballo y la apuntó.

Olivia pegó un pequeño grito al sentir la fría agua sobre ella.

Corazón Salvaje (Adaptada a Johnny Depp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora