Capítulo 21

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Ella se acercó un poco más al pecho de Johnny cuando un frío viento se había levantado entre ellos. En menos de dos minutos todo el cielo se cubrió de las negras nubes que Olivia había estado contemplando en su camino antes de llegar.

Johnny percibió sus movimientos y miró hacia el cielo. Alzó ambas cejas. 

Esas nubes sólo podían significar que en cualquier momento comenzaría a llover. Instintivamente se acercó un poco más a ella, para brindarle seguridad. 

Su corazón latía muy fuerte por varias razones: tenerla así de cerca, sentir su perfume y la calidez de su cuerpo, y por otro lado el miedo y la rabia que lo había invadido cuando el maldito infeliz de Montoya intentó propasarse con ella. 

Jamás había sentido tanto odio hacia alguien. Si no fuera porque ella lo detuvo, estaba seguro de que Federico no hubiese quedado de pie.

Y de repente un rayo pareció partir la tierra. Olivia ahogó un grito mientras que el caballo se paraba, asustado, sobre sus patas traseras. Johnny tomó con más firmeza las riendas y trató de calmarlo. Pero otro trueno llegó, el caballo no respondió, intentando tomar una nueva dirección mientras que la densa lluvia se hacía presente.

— ¿Qué está pasando, Johnny? —preguntó asustada.

— Sólo está asustado —dijo él—. No está prestando atención a mis órdenes.

— ¿Él está asustado? ¡Yo estoy asustada! —murmuró como si de una niña se tratara.

Johnny no pudo evitar que se le escapara una sonrisa.

— Tranquila, enana, no estás sola.

Finalmente la lluvia comenzaba a alentarse un poco, lo suficiente para divisar hacia dónde se dirigía el caballo. Las afueras de las estancias, más hacia la nada misma que el pueblo. Él trató de detenerlo de nuevo, pero no tuvo éxito, la lluvia volvía a agravarse y esta vez de forma torrencial, apenas se podía ver el camino. 

— Olivia, tenemos que saltar.

Ella se incorporó un poco y lo miró aterrada.

— Debes estar bromeando —dijo.  

Él negó levemente.

— Me temo que no puedo detener al caballo.

Entonces ella le quitó las riendas y comenzó a tirar de ellas con fuerza. Johnny la miró divertido.

— ¿Cómo se llama el animal? —preguntó nerviosa.

— Elios —dijo él aún sin comprender que esperaba lograr con eso. 

Ella volvió a tirar de las sogas.

— ¡Joa, Elios, para ya! Joa —dijo elevando la voz lo más que pudo.

Y como si el caballo hubiese sido hechizado se detuvo. Johnny estaba realmente asombrado. Ella se alejó un poco de él y se bajó de un salto. Estaba completamente empapada y el agua seguía cayendo como si de una catarata se tratara.

Otro rayo hizo temblar todo. Olivia se tapó los oídos y apretó fuerte sus ojos, fue entonces que el caballo comenzó a correr de nuevo con Johnny a cuestas. 

— ¡Johnny! —exclamó ella y comenzó a correr detrás de él.

Su corazón dio un vuelco al ver que saltó del caballo. Elios siguió corriendo se perdió de vista bajo la lluvia rápidamente.

Corrió hasta llegar a Johnny que estaba tumbado boca arriba sobre la tierra lodosa. Se arrodilló junto a él y se desesperó al verlo con los ojos cerrados. Tal vez se había golpeado la cabeza o algo peor.

Corazón Salvaje (Adaptada a Johnny Depp)Where stories live. Discover now