Corazón Salvaje (Adaptada a Johnny Depp)

Capítulo 4

Johnny detuvo a Elios y a White mientras veía a todos los trabajadores algo alborotados. Le había costado volver ya que White se había puesto algo rebelde aunque al final lo había conseguido. 

Sobre todo había tardado por quedarse sentado leyendo una y otra vez aquella nota. Él no había vuelto a ese lugar luego de que ella se marchó y fue así que se olvidó completamente de aquel último día que habían pasado juntos. Se le llenó el corazón de una extraña amargura, era raro. Haber leído eso 10 años después, era irreal. 

Soltó un suspiro, no comprendía por qué le dolía. Sólo era un niño.

Uno de ellos lo vio y le avisó a Cameron. Al instante el chico de ondulaciones color avellana corrió hacia él. Extrañado, Johnny, se bajó del caballo.

— ¿Qué pasó? —le preguntó a su primo cuando llegó a su lado.

— Llegó el jefe —dijo algo agitado.

Johnny alzó amabas cejas. No esperaba que Leonard llegara tan temprano. Casi siempre lo hacía por la noche. Llamó a uno de sus compañeros y le pidió que guardara los caballos. Se acercó a White antes de que se alejara.

— No más líos por hoy, ¿entendido? —le dijo. El caballo meneó la cabeza dándose por entendido, Johnny sonrió y palmeó su lomo antes de que se lo llevaran.

Comenzó a caminar hacia la casa. Cameron se apresuró a seguirlo.

— ¡Espera...! —pero Johnny siguió caminando.

— ¿Por qué están tan alterados todos? —le preguntó y miró de costado—. Sólo es el jefe. No es la primera vez que viene.

— No es por eso —consiguió decir Cameron mientras intentaba ir a la misma velocidad que su primo—. Es que- No llegó solo...

Está vez Johnny se detuvo y lo miró con el ceño fruncido.

— ¿No llegó solo? —repitió.

— No, llegó con una chica y un chico. Parecían una pareja o algo así. Entraron con él a la casa grande. Algunos de los muchachos dicen que... que deben ser compradores.

El corazón de Johnny se detuvo. Eso no podía ser cierto. Seguro que no lo era. 

Si, alguna vez se había rumoreado que Leonard Streep tenía ganas de vender el campo. Pero hasta el momento Johnny no lo había creído porque su jefe jamás le había mencionado algo semejante. Pero de repente se sintió intranquilo. Aquel campo lo era todo para él y no se veía en otro lugar que no fuera ese.

— Voy a hablar con él —le dijo y comenzó a correr hacia la casa.

Si Leonard tenía pensado vender el campo, Johnny haría lo imposible para evitarlo. Incluso sería capaz de comprárselo él mismo. No por nada había ahorrado casi toda su vida. Se veía capaz de comprar aquellas tierras. O por lo menos una porción.

Entró a la casa por el lado de atrás, como siempre. Al primer lugar al que entraba era a la cocina. Su madre se sobresaltó un poco y giró para mirarlo.

— ¿Qué te pasó? —le preguntó preocupada.

— ¿Dónde está el señor Streep? —dijo al instante.

— En su despacho —respondió ella extrañada—. Hijo, ¿qué-

— Bien —musitó Johnny y comenzó a caminar para salir de allí.

—Johnny- ¡espera! —ella lo siguió pero al parecer Johnny no la escuchaba—. ¡El señor no vino solo!

Se quedó quieta en su lugar ya que al parecer él no la había escuchado. Soltando un suspiro volvió a la cocina. Aun no podía creer que Olivia estuviese allí de nuevo. Casi sonrió. Johnny tampoco iba a creerlo cuando se enterara.