Bloody River {EunHae}{HaeHyuk}

Revenge

POV Hyukjae

Nunca me había sentido tan humillado en mi vida. Tenía ganas de llorar. Mi abuelo me miraba con decepción, el hombre al que tanto admiraba solo me observaba impertérrito, dirigiendo miradas de odio a padre e hijo. Me la había jugado bien, le miré y agacho la cabeza, eso sería lo mínimo que haría la próxima vez que le viese. Hasta parecía arrepentido. Que magnífico actor. Me había gustado tanto besarle y por un momento solo por un segundo, había deseado conocerle de verdad, dejando toda esa mierda de los clanes a parte.

Mi abuelo rompió el silencio de la sala y cuando su voz sonó en el silencio, solo tuve más ganas de llorar.

-Pido disculpas por los destrozos que mi nieto ha causado- levanté la vista sorprendido y lo que vi no me gusto.

El señor Kim sonreía arrogante y mi abuelo era la imagen de un hombre demasiado viejo y cansado para pelear. Una lágrima rodó por mi mejilla.

-A-abuelo, yo...- realmente no sabía que decir.

-¡Cállate!, dile a tu hijo que lo desate. Yo me encargaré de él- tragué saliva, aunque nada sería peor que esto.

Donghae me giró. Le miré con odio y algo más que no sabía que era, me dolía, no quería admitirlo pero me dolía lo que había hecho. Se acercó y quitó los grilletes, cuando tuve las muñecas libres me las frote, estaban rojas de tanto forcejear. La rabia se extendía por mi organismo quería matarle, pero eso solo haría las cosas peores. Subió las manos a mi cuello, no me miraba.

Lágrimas de impotencia y rabia surcaba mi rostro. Le agarré la barbilla e hice que me mirase. Parecía arrepentido, parecía. Por fin el collar fue retirado de mi cuello. Me acerqué hasta que nuestros labios casi se rozaban, quiso apartar la cara pero no le dejé.

-Espero que seas consciente de lo que has hecho y ya que has sido tan hombre como para humillarme así, seas lo suficientemente hombre para afrontar lo que te espera, Donghae- pronuncié su nombre con odio y rabia.

Le miré a los ojos y me limpie los restos de lágrimas que surcaban mi rostro. Me giré, miré a mi abuelo y agaché la cabeza.

-Que no se vuelva a repetir- el señor Kim saboreaba cada palabra que de su boca salía.

-No lo hará- el bastón de mi abuelo repiqueteaba contra el suelo, me agarró del brazo y caminamos a la salida.

No volví a mirarle. Una parte de mi no quería volver a verle jamás, pero había otra que lo ansiaba, supuse que era la sed de venganza. Estábamos frente al ascensor y ninguno decía nada. Temía hablar y meter la pata, no sabía que decir, solo al ver a mi abuelo me arrepentí de lo que había hecho. El ascensor llegó y el silencio cada vez era más denso, miraba a mi abuelo de soslayo esperando que hablase, mas parecía que no lo haría. Llegamos abajo, estaba descalzo, sentía bajo mis pies el frío mármol del hall.

Salimos a la calle, como era lógico todo el mundo me miraba, estaba descalzo y vistiendo una bata de seda, agache la cabeza no quería mirar a nadie. A medio camino mi abuelo al fin rompió el silencio.

-Sientes vergüenza por que todo el mundo te mira, ¿no es cierto?- me miró y yo solo asentí- pues es la misma que he sentido yo al verte arrodillado ante los Kim- quería llorar de nuevo. Quería llorar como un niño, abrazarme a mi abuelo e implorar perdón.

-Lo siento abuelo, no pretendía que me pillasen- mi abuelo rió con sorna.

-Pero has sido lo suficientemente estúpido como para que te pillen. ¿Acaso eres un vándalo para andar destrozando mobiliario urbano y vehículos?, ¿es que no te han educado bien tus padres?- no podía decirle nada de mi plan o me iría peor.