Bloody River {EunHae}{HaeHyuk}

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POV Hyukjae

Me desperté con la sensación de que un camión me hubiera pasado por encima. Abrí los ojos y le vi plácidamente dormido a mi lado. Giré hacia el otro lado, agarré el móvil de la mesilla, miré la hora y gruñí, las nueve de la mañana. Había dormido tres horas escasas, ¿que clase de vampiro despierta con la luz del día? Me hubiese encantado hacer una pataleta pero Donghae no tenía culpa de mi estúpido organismo. Me levanté, le tapé, fui hasta la ventana y cerré las estúpidas cortinas.

Me dirigí al baño, necesitaba una ducha para espabilarme. Entré y aunque no quería, me miré al espejo. Las ojeras en mi cara eran brutales, me miré el pelo y fruncí el ceño, ya estaba cansado del rubio así que aprovecharía para ir a la peluquería mientras Donghae dormía. Me quité la ropa interior y me metí en la ducha relajando los músculos. El agua caliente me dio sueño pero sabía que por mucho que me acostase ahora, no dormiría. Me negué a pensar en lo que había confesado ayer en voz alta, eran malos padres y eso nada podría cambiarlo, ni siquiera la mejor excusa del mundo. Suspiré y salí de la ducha, me sequé con una toalla y la anudé en mi cintura.

Volví a la habitación sin hacer ruido para no despertarle, abrí las puertas del armario, no veía absolutamente nada. Fui hasta la mesilla, cogí el móvil encendiendo la linterna de este y volví a mirar dentro del armario, mucho mejor. Saqué unos calzoncillos negros, una camiseta negra, un jersey de punto gordo gris, una americana, vaqueros negros y unos calcetines. Me dirigí al baño y me vestí deprisa, cogí un collar y el reloj de una caja, me los puse y volví a salir. No venía al caso volver a mirar mi cara en el espejo, salí a la habitación y le escribí una nota a Donghae por si se despertaba antes de que volviese. Antes de cerrar la puerta del armario saque unas botas negras, cerré la puerta del armario y salí de la habitación cerrando la puerta tras de mi, sin hacer ruido.

Bajé las escaleras y fui a la cocina, abrí la nevera y me quedé mirando el interior. La sangre estaba totalmente a la vista, pero lo que tenía era gula no sed. Saqué un batido de fresa y me lo bebí de golpe.

- Aaah, que bueno está -me relamí los labios y tiré el envase a la papelera. Eché una vistazo al salón, el abuelo seguía sin llegar, la resaca iba a ser épica.

En la entrada, antes de salir por la puerta me calcé, cogí las llaves y la cartera, que estaban en la mesa de la entrada, salí por la puerta sin cerrar con llave, no quería dejarle encerrado. La peluquería estaba un poco lejos y yo era muy vago. Abrí la puerta del garaje y me subí en mi Mini de color verde, mi pequeño tesoro, arranqué y salí del garaje, pulsé el botón del mando y la puerta se cerró. Salí a la calle y me alejé dejando poco a poco atrás mi casa. El tráfico a estas horas de la mañana, un sábado, no era muy movido, eran las diez menos cuarto y a eso de las diez llegaría. Paré en un semáforo y marqué el número del abuelo, poniendo el manos libres. No me contestaba, ya cuando iba a colgar, escuché su adormilada voz.

- ¿Quien osa molestarme? -que gruñón.

- Menos mal que ayer te dije que no tardases en venir -la línea se quedó en silencio por un momento.

- Hyukie, es que verás el Señor Park tenía una botella entera de Soju envejecido de edición coleccionista y no podía dejar que se la bebiese él solo -viejo borracho.

- Si si si, no me cuentes historias. Te lo aviso por si llegas antes a casa que yo. En mi cama está durmiendo Kim Donghae -el no dormir me ponía de mal humor.

- ¿Que hace Kim Donghae en tu cama?, ¿has seguido mi consejo y le has partido el culo? -gruñí y me sorprendí a mi mismo pensando que no me importaría hacerlo.

- No digas tonterías nadie le ha partido el culo a nadie. Si hubieses venido cuando te lo pedí sabrías por que está en casa -dije mientras aparcaba.