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Dicen que el tiempo es el mayor enemigo de uno, en especial cuando vives retenida en la soledad, la depresión y el pasado.

Pareciese que todo hubiera iniciado ayer, es como un sueño vívido que se repite una y otra vez en mi mente; a pesar de que tu cabello castaño estaba crecido más de la cuenta, nunca llegaba a opacar tus ojos. Después de ti, nunca he tenido la oportunidad de apreciar unos ojos azules tan bonitos; el índico debería sentirse intimidado al ser tan insignificante ante ti. Tenías el corazón de un niño, tu sonrisa siempre fue mi lugar seguro. Lograbas que hasta el corazón más duro de domar  se derrita de amor. Y tus retorcidas metáforas, que a veces me hacían dudar de mi coeficiente intelectual, siempre hacían presencia en la conversación.

No importa cuánto rápido corra el tiempo, no puedo sacarte de mi ser. Tal vez sea en parte mi culpa , ya que ni siquiera hago el mínimo esfuerzo por dejarte ir, pero créeme cuando digo que aunque lo intente , no puedo: ya eres parte de mi, Gus.

El tiempo sigue corriendo mientras te escribo estas líneas, y la interrogante de cómo es que de un mediocre grupo de apoyo, del cual no tenía ni la más mínima esperanza de que me ayude en algo , un rayo de luz tan potente como lo eras tú, me pudo dar tanta felicidad en esos días contados.

Tres meses, ocho días, veinte horas, seis minutos y cuarenta segundos que sigue corriendo, es con exactitud el tiempo que ha pasado desde que perdiste en el campo de batalla contra el osteosarcoma. A veces me cuestiono que hubiera cambiado si nunca hubiéramos ido a Ámsterdam. Las horas perdidas caminando a las afueras del Río Amstel platicando de cómo hubiera sido la vida si no estuviéramos tan jodidos, pudieron ser invertidas en sanarte o por lo menos en intentar hacerlo. Así, nunca hubiera tenido que decir un último adiós.

Así también, Cindy y Walter, tus padres, nunca hubieran tenido que llorarte diez ríos. Aún recuerdo cómo tu madre llamaba cada madrugada sollozando desde tu habitación. "Era de los llorones, -decía melancólica,- era el menor de la casa, detestaba que le hiciéramos mimos a sus hermanas en frente de él. A veces desearía que en lugar de haber sido el chiquillo sumiso y enfermo de mami, hubiera sido como los chicos actuales: rebelde y liberal. Por lo menos así me hubiera sacado canas verdes, pero aún lo tendría a mi lado. Lo extraño tanto". Largas noches en vela llorando hasta quedarse dormida o, simplemente hasta que el señor Waters se disculpara  y colgara la llamada, era cosa de todos los días.

Isaac también te extraña. Al principio, venía todas las tardes sin falta y entre los dos tratábamos de consolarnos, pero no hay mucho que un ciego y una enferma de cancer terminal puedan hacer aparte de maldecir el cancer y llorar recordándote. Eventualmente, dejo de venir. Tal vez porque entendió que no había mucho que yo pudiera por él además de llorar o, solamente porque empezó a asimilar tu ausencia.  A veces lo veo en el grupo de apoyo, aunque claro, él no me ve a mi. Se ve un poco más animado desde que sale con Emily Thompson, una chica muy mona de nuestra edad. Tuvo un aneurisma cerebral hace seis meses atrás que por suerte pudo ser exterminado. ¿Puedes creerlo? Que tan suertuda tienes que ser para que alguien te salve de algo así. Rubia, pero nada tonta, ojos grandes como dos uvas, y una linda figura, ella es Emily. Como todos, solo asiste al corazón de Jesús para complacer a sus padres ya que ellos piensan que socializar con 'gente como nosotros' le ayudará a reflexionar sobre su actitud rebelde y agradecer lo suertuda que es de no esta constantemente al borde de la muerte. Como nosotros.

Para ser honesta, todo sigue igual. El mundo no dejó de girar cuando te fuiste. Quimioterapia, radiación, medicamentos pre-escritos ocho veces al día , más radiación, chequeos mensuales, todo sigue siendo igual. Phalanxifor, mi medicamento estrella, desafortunadamente parece seguir funcionando. Pero nada de esto importa. Aún lloro por ti. He escuchado decir a mi madre entre murmullos que ya no sabe que más hacer para animarme. Yo tampoco lo sé.

Bajo la Misma Estrella (Continuación)Where stories live. Discover now