diez

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Matt

Volvía a ser lunes por la mañana y mi sueño iba en aumento. Lo mismo pasaba con el de Lucía, que estaba en estos momentos dormitando encima de la mesa con la cabeza apoyada en ella. Por suerte estaba en una esquina y su pelo se desparramaba hacia fuera, que si no los demás estaríamos desayunando pelo en estos momentos.

Ya se había hecho costumbre que Elsa, Lucía, Alba y Bea vinieran todas las mañanas mientras desayunábamos. Según ellas éramos unos lentos y por eso siempre nos parecía que venían muy pronto, pero yo creo que les gustaba pasar tiempo con nosotros. Normal, a mí también me gusta pasar tiempo conmigo mismo. Soy la leche. Como la que me estoy bebiendo. Chistaco. ¿Lo pilláis? ¿No? Jaja saludos.

-Que alguien despierte a Matt y a Lucía, que nos vamos -informó Johnson.

-¡Estoy despierto, estoy despierto! -exclamé al ver a Alba venir en mi dirección con un vaso de agua.

Ella se echó a reír y lo dejó en la fregadera. Hoy iba especialmente guapa, con unos vaqueros rotos y una camiseta blanca holgada. Si estuviera aquí Aaron, babearía. Aunque Alba lo intentase disimular con camisetas holgadas, sus tetas seguían viéndose espectaculares, cosa que no mencionaré delante de nadie porque soy joven y me gustaría vivir.

-La que no parece despierta es Champi -observó Bea.

Sam fue a intentar despertarla, pero lo único que consiguió fue un gruñido. Él suspiró y la cogió en brazos como a una princesa, sin aparente dificultad. Lucía sonrió triunfante, todavía con los ojos cerrados. Buena jugada.

-¿Si yo hiciera eso me llevaríais? -pregunté inocentemente.

-No -me respondieron todos a coro.

-¿Y por qué a ella sí? -me quejé.

-Porque pesa menos que tú -dijo Alba.

-Y cuenta chistes mejores -añadió Gilinsky.

-Y sabe cocinar -apuntó Elsa.

-Y es más guapa -finalizó Nate.

Fingí ofenderme.

-Yo también soy muy guapa -dramaticé.

-Sí, sí, Espinosa, lo que tú digas -se burló Elsa.

-Te encanto -le saqué la lengua.

-Ya quisieras -me contestó ella poniendo los ojos en blanco.

-Jack, nadie me quiere en esta casa -hice un puchero subiéndome al coche del rubio.

-No sé por qué no me extraña -respondió él con una media sonrisa.

El trayecto a la universidad fue bastante silencioso. Esta mañana estábamos más apagados de lo normal. Lucía y Elsa tenían excusa, se habían quedado hasta tarde para dar un último repaso a un examen que tenían hoy. Los demás estaban raros. Sobre todo Alba, que solía ser la que más chispa tiene por las mañanas.

-Eh -me acerqué a ella al salir del coche.

-Hola Matt -me saludó ella distraída.

-¿Estás bien? -pregunté preocupado.

-Sí, no es nada, estoy un poco cansada.

No me tragué su excusa y decidí ser más directo.

-¿Aaron te ha dicho algo?

Alba se tensó. Al parecer había dado en el clavo.

-¿Cómo lo has sabido?

-Instinto. Me gusta observar a las personas, también. Sobre todo a... -me callé a tiempo.

spanish; o.m. (cancelada)Where stories live. Discover now