once

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Alba


Ya era viernes, y otra semana más había pasado sin que Aaron se dignara a hablarme. Matt me mantenía informada, como habíamos quedado, y para mi desagrado quedaba casi todas las tardes con la Brianna esa.

-Alba, te estoy hablando -Lucía movió su mano delante de mi cara, sacándome del estado máximo de empanamiento en el que me encontraba.

-Perdona, estaba pensando. ¿Qué decías? -me disculpé.

-Te preguntaba a qué viene esa cara tan mustia que me traes -me dijo ella con semblante preocupado.

Suspiré y me tumbé en su cama mirando al techo. Como ya era habitual, estábamos Elsa, Bea, Lucía y yo en el cuarto de Bea y Lucía comentando los sucesos de la semana. Los viernes por la noche eran momentos de más "intimidad" sin marujeos por todas partes.

Cuando se creó este grupo aparecieron los típicos subgrupos, en los que sueles tener más confianza. Como nosotras éramos muy originales, acabamos en subgrupos por edades. Las tres mayores, nosotras cuatro y las dos enanas. 

No significaba que nos hubiéramos distanciado, simplemente dabas más detalles a ciertas personas sobre ciertas anécdotas. Como las manchas detalladas de vómito en los zapatos de Derek, por ejemplo. Excepto Sara, que nunca sabíamos cómo pero se enteraba de todo. Lo bueno era que te guardaba el secreto muy bien.

-¡Alba! -protestaron Elsa, Bea y Lucía al ver que me había empanado otra vez.

-¡Lo siento, lo siento! Es que lo que me pasa es complicado -expliqué.

-Se llama Aaron Carpenter, ¿verdad? -preguntó Bea.

-Sí -gruñí frustrada-. No me habla desde el viernes pasado, porque según Brianna soy una calientapollas.

-Seguro que esa Brianna está celosa de tus tetas y de cómo las mira Aaron -comentó Elsa.

-Segurísimo -asentí-. Espera, ¿qué? -me incorporé sonrojada-. ¿Aaron me mira las tetas?

-Hija, como para no -dijo Lucía mirándolas significativamente.

-Bueno, ya vale de mirarme las tetas -me crucé los brazos sobre el pecho para taparlas y me centré en Elsa-. ¿De verdad que me las mira?

-Sí, Albs, sí. Aunque no creo que sea sólo eso lo que le guste de ti -observó pensativa.

-¿Qué insinúas? -fruncí el ceño.

-¿Te acuerdas cuando nos preguntaste por la cara verde de Aaron? -cuestionó Bea.

Asentí. Las muy cerdas no me habían querido decir nada.

-Bueno, se le puso al verte con Derek -explicó Lucía-. No veas cómo estaba cuando le morreaste delante de sus narices. Parecía a punto de desmayarse.

-Y lo que pasó el viernes pasado, cuando hiciste el plano con Jack. Se puso muy borde al verte salir de su habitación, ¿no? -continuó Bea.

-Sí, pero no entiendo a dónde queréis llegar a parar con esto.

-Alba, la conclusión a la que hemos llegado es que Aaron estaba celoso -informó Elsa.

-¿Perdón? -abrí los ojos como platos.

-Lo que oyes. Creemos que a Aaron le gustas -dijo Lucía asintiendo.

Medité sus palabras unos segundos. La verdad es que sentido tenían. Lo único que no me cuadraba en la ecuación era Brianna.

-¿Entonces qué pinta Brianna si le gusto yo? -espeté, enfadada de repente.

Mis tres chicas sonrieron ampliamente.

spanish; o.m. (cancelada)Onde histórias criam vida. Descubra agora