diecisiete

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Johnson

Los de la casa de enfrente se apuntaron al plan, así que repetí la misma acción solo que en la ventana del lado contrario de la casa. Me escuchó Elsa, que al parecer decidió por todas ellas, ya que me gritó que sí sin consultarlo con nadie. Me reí y avisé a todos que se prepararan para ir a pasar el día en la playa.

Gilinsky y yo metimos bebidas en una nevera portátil que habíamos encontrado por casualidad mientras Aaron metía frutos secos y patatas en una mochila. Al rato apareció Matt cubierto de toallas seguido por Sam y Nate, con sus tablas de bodysurf y una mochila cada uno. Fueron cargando todo en los coches y nos relevaron para que pudiéramos hacer nuestras bolsas. En quince minutos estábamos todos preparados y con las cosas ya metidas en el coche. Cameron venía de su casa seguido por los demás y la puerta de la casa de las chicas se abrió justo en ese momento.

De ahí salió Ari con dos mochilas, seguida por Julia con una pelota de playa gigante. Luego salieron las tocayas con toallas, Albs con una sombrilla y Elsa con una dos mochilas y unas palas. Escuchamos una carcajada y apareció Yai muerta de la risa llevando tres mochilas y mirando algo en el interior de la casa. Poco a poco vimos a Lucía y a Bea salir de la casa llevando entre las dos una barca (no una hinchable, una barca tipo caja) con botellas, fruta y más comida. Daban pasitos pequeños con cuidado, parecían pingüinos.

-Oh no, esto tiene peligro -se alarmó Shawn.

-¿Por qué iba a...? Oh -comprendí.

Lucía se acababa de tropezar en un escalón y casi se mata, pero consiguió agarrarse a la barandilla en el último segundo y sólo se le cayeron dos manzanas. Sam y Nate fueron a cogerles la barca antes de qué tiraran más cosas, lo que fue un acierto. Nos dividimos en coche y seguimos a Cameron, que era el que conocía buenas playas con poca gente para pasar el día.

Yo estaba con Elsa, Julia, Jack y Carter en el coche del chino. Noté a Elsa demasiado distraída, aún más de lo normal.

-¿Qué te ronda por la cabeza? -le pregunté haciendo que se sobresaltara y se pegara un cabezazo contra la ventanilla del coche-. Vaya, perdón -dije aguantándome la risa.

-Puedes reírte, ha sido gracioso -rió Elsa, la imité.

-Lo siento, no quería asustarte, de verdad. No sabía que estuvieras tan concentrada en el cristal de la ventana -comenté.

-Ojalá estuviera concentrada en el cristal de la ventana -dijo Elsa con una mueca, luego abrió los ojos al máximo y se tapó la boca-. Olvida eso, yo no he dicho nada.

-Tarde -me encogí de hombros, ella suspiró-. ¿Qué es?

-¿Puedo confiar en ti?

-Soy una tumba.

Elsa miró hacia mi otro lado, donde Julia dormía como un tronco. Luego miró hacia adelante, donde Carter y Jack estaban dándolo todo con las canciones de Miley Cyrus.

-Es que... estoy hecha un lío -me dijo al fin.

-Déjame adivinar, ¿tiene esto que ver con Matt? -le pregunté alzando una ceja.

-¿Cómo lo sabes? -saltó sorprendida.

-Lleváis picándoos desde el primer día -sonreí de lado-. Ya sabes el dicho, del roce nace el cariño.

-Pero lo que pasa es que no sé si ese cariño es de verdad o es por culpa vuestra que estáis todo el día bufándome con él -se quejó ella.

-Oye, que yo no hago nada -me defendí.

-Cierto, tú eres demasiado buena persona. Eres genial para Sarah -se tapó la boca con las manos mientras yo notaba cómo me sonrojaba-. Yo no te he dicho eso, ¿entendido? -me amenazó medio en broma.

spanish; o.m. (cancelada)Where stories live. Discover now